Presentación de «Cuando susurran los cipreses» en Casa del Libro

Muy agradecida y emocionada por el día de ayer, excelente la presentación del escritor José Julio Cabanillas, con inteligencia, profundidad, sabiduría y emotividad, mostró un gran conocimiento de la poesía, dejándonos a todos fascinados. Estuve tan bien acompañada y arropada por el público, cuyo cariño sentí, siempre mutuo, y agradecida también a mis queridos amigos -Rosa María García Barja, Isabel Martín Salinas, Pedro Bau, mi hermana Laura y mi sobrino Álvaro- por el detalle de recitar un poema mío con sensibilidad y arte. Álvaro siempre ha asistido a mis presentaciones y desde que aprendió -con mucho trabajo- a leer le gusta recitar un poema. Pues eso, agradezco vuestro apoyo y espero no defraudaros y que os guste el poemario.

Por supuesto, gracias a la editorial Cypress Cultura por confiar en mí, a la librería Casa del Libro por acogernos y al pintor y escritor Florencio Luque Alfonso por tan hermosa portada.

Las fotografías pertenecen a Marta Camacho Núñez, Pepi Bobis, Ana Recio, Rocío Fernández Berrocal y Diego Jesús Romero Jaime.

Llega mi nuevo poemario «Cuando susurran los cipreses»

Por fin sale a la luz mi nuevo poemario, muy gradecida a Cypress Cultura por su publicación, y a mi amigo Florencio Luque Alfonso por la portada, este hermoso regalo. También agradezco los consejos de Isabel Martín Salinas, José Julio Cabanillas y Jesús Tortajada, amigos y maestros.

La idea nació del temblor de los cipreses, y del mío al verlos, de algunas conversaciones sobre poesía con José Luis Trullo hace varios años, de los amaneceres y lecturas, de vivencias y reflexiones, del amor a la poesía…

Lo podéis pedir en las librerías, por Amazon en preventa o en Distriforma.es

http://www.cypress.com.es/p/ana-isabel-alvea-sanchez-cuando.html?fbclid=IwAR13I6xLrx5FKyBlQtBkAIqRyzUAJUI2eUCdBXavkv2UcYnnby3q_Q2vrqg&m=1

Su presentación será el 3 de abril a las 19 horas en Casa del Libro, C/ Velázquez nº 8, y lo presentará José Julio Cabanillas, un excelente poeta y muy buena persona, todo un lujo y una gran suerte.

Os dejo algún poema de cada parte o apartado del libro: La carta, Los ciclos, Al rescate.

BRONCA VOZ

Bronca la voz alerta con acento extranjero

viene con una carta bajo el brazo

que se abre en tu nombre

el calambre en su pupila

y un cigarro en los dedos a punto de quemarte

todos le damos la espalda

sin escuchar su rumor

y dejamos que el día nos abrume

al menor accidente

o que pase delante de nosotros

sin rozar su cuerpo ni sentirlo

sin saber estar siquiera

POZO

Curiosamente no está el pozo

donde lo mencionan

y persigues

amasar la materia del tiempo con ternura

vivir cerca del agua

río arroyo mar fuente

saber cuándo ser fuego cuándo tierra

enardecer el aire

la luz que nos promete el aire

acercarse lo más posible a su candor

sentados juntos en la grama

la mirada en la espuma del cielo

labrar construir coser

a pesar de lo hostil

y es difícil: cruzar un lodazal

recordando la costa cristalina

el marco azul intenso de su tarde

VERANO

La mar que va gritando su discurso de duelo

La tempestad, Felipe Benítez Reyes

Un resplandor de fuego nos circunda

en esa extensa playa de dorado cuerpo

casi infinita

ociosa y alegre igual que la niñez

una algarada de color en julio

y de veraneantes

donde el descanso bebe

palabras frente al mar

al son de un aire de Poniente

que contonea las sombrillas

ojalá su recuerdo nos conforte

ahora que el invierno nos señala

con gesto taciturno

DÍAS SIN VENTANAS

Esculpir en este papel

aquello que susurra el tiempo

se desvanece en ocasiones

sin asentar palabras en su fondo

cuando lo respiro sorda y ciega

como una autómata que se ha perdido

toda la nieve de la página

en un espejo mudo.

Llega mi nuevo poemario: «Las ventanas del tiempo». Se presenta el 2 de noviembre a las 18h en Feria del Libro de Sevilla.

Un día tan significativo, como el Día de las escritoras, la editorial Maclein y Parker anunciaba en su página web como una de sus novedades mi poemario «Las ventanas del tiempo». Por fin se abren sus ventanas.

Estará en las librerías a partir del 27 de octubre .

Rocío Fernández Berrocal- doctora, profesora, investigadora, especialista en Juan Ramón Jiménez y miembro del proyecto «El legado de las mujeres»- lo presentará el miércoles 2 de noviembre a las 18 horas en la Feria del Libro de Sevilla, Espacio Unia. Huelga decir lo contenta que estoy; tanto por formar parte de esta nueva casa, una editorial muy competente que cuida con esmero todo el proceso de edición del libro, con un equipo responsable, atento y amable, como porque Rocío me acompañe en esta puesta de largo. Y habrá otras sorpresas.

Aquí tenéis el enlace:

Las ventanas del tiempo | Ana Isabel Alvea Sánchez | Maclein y Parker

En la propia página podéis leer el comienzo del libro

Sinopsis

El paso del tiempo nos abre la mirada a la comprensión, abre ventanas desde las que podemos asomarnos y ver nuestra vida. Estamos en este mundo por un tiempo y cada cual elige cómo avivarlo o darle sentido. A través de las historias de cuatro vecinos de un mismo bloque, los poemas de Las ventanas del tiempo nos muestran tragedias y dificultades, resistencia y resiliencia. Y también fraternidad, siempre necesaria. Haciendo referencia a cuadros, obras de teatro o películas, Ana Isabel Alvea Sánchez enfrenta al lector a temas universales y esenciales con el estilo directo y preciso que la define.

Primero nació Silvia, después fueron creándose los restantes personajes literarios: Virginia, Pablo y Laura.

Ante las dificultades y obstáculos, en nuestro discurrir por este mundo, cada cual se pregunta qué nos mueve, qué nos hace resistir o , simplemente, como dice Olvido García Valdés, dónde está la vida.

Presentación de » Las ventanas del tiempo».

Muy agradecida a todos los amigos, poetas y familiares que me acompañaron en la presentación; agradecida a Rocío Fernández Berrocal por su sensible, inteligente, atenta y profunda mirada, hizo una presentación que todos los asistentes felicitaron; a mi hermana Laura, que acudió a pesar de su tendinitis, y recitó estupendamente un poema; a mi sobrino Álvaro, a quien todo le cuesta mucho más que a nosotros ( y lo que más, leer); a mi cuñada Ana y a mi sobrino Gonzalo , quien quiso verme a pesar de perderse sus clases de baile ( que conste que yo no quería que faltara al baile, con lo que le gusta); a mi amiga Isabel Martín Salinas , compuso una hermosa canción con mi poema «Cadena humana» y puso el broche final embelleciendo el acto. Por supuesto, a Maclein y Parker, es todo un placer formar parte de su gran casa, y a la Feria del Libro. A todos y todas, también a quienes no pudieron acudir, como si hubiesen estado conmigo. Gracias por las fotografías de Julia Linares Perez , María Ruiz Ocaña , Ana Recio Mir , Diego Jesús Romero Jaime , Rosario Cartes. Gracias. Sólo espero que os guste el paisaje de estas ventanas. Un abrazo.

Una alegría en tiempos del coronavirus: Premio de Poesía «Ángel Martínez Baigorri» 2019 por » La pared del caracol»

 

Portada la pared del caracol

Quién me iba a decir que en estos momentos fuese yo a recibir esta alegría, toda una ilusión que mi poemario «La pared del caracol» haya sido reconocido con este Premio. Agradecimiento y gratitud a los miembros del jurado y al Ayuntamiento de Lodosa.

Tengo que reconocer que el jurado ha encontrado las palabras exactas al describir mi estilo:

«Por unanimidad decidieron conceder el premio al poemario titulado “La pared del caracol – Sisifina”. Abierta la plica, la autora resultó ser  Ana Isabel Alvea Sánchez, de Castilleja de la Cuesta, en la provincia de Sevilla.

En consideración del jurado, en el poemario se descubre emoción, sinceridad, transparencia, esencias líricas… La palabra es la justa, mínima, sin barroquismos ni retórica hueca….., plasticidad. Destacaron la expresión mínima del  verso y su potencial testimonial. »

Cuídense y encuentren refugio en la Literatura, la Poesía y el Arte, son buenos cobijos.

XXXVI CERTAMEN POÉTICO “ANGEL MARTÍNEZ BAIGORRI” // fallo del jurado

Poemas de Pedro Sevilla

TODO LO AZUL DEL MUNDO

Aquí, sobre este folio, para explicar mi infancia,
todo lo azul del mundo: las canicas
como extraños planetas de cristal
brillando entre mis dedos, los océanos
de los primeros cuentos con piratas y barcos,
el cielo de mi calle
y poco más, si acaso algunos golpes
de lluvia en los cristales, por septiembre.
Pero —cómo explicarlo—,
todo sería gris en la memoria
sin lo aún más azul: los ojos de mi madre.

La luz con el tiempo dentro (1996)

***

LA NADA

Un caracol que cruza el frío mármol
de una tumba olvidada
una vacía tarde de domingo.

Y también estos ojos que lo miran cruzar.

Tierra leve (2002)

***

AÚN HAY SOL EN LAS BARDAS

Tras un cruel verano de agujas y de fiebre,
preso en la estrecha cárcel del dolor,
huyendo de la muerte entre sábanas blancas,
y ángeles blancos, y anestesias blancas,

qué bello es regresar
cuando inicia septiembre su colección de oros,
y emocionarse con las cosas que juntas son la vida:
el grávido planeta de un tomate que huele
a huerta fresca y tiempo;
el fulgor de este sol que aún nos hiere
o la cebolla que alguien
está friendo ahora en la cocina
y cruje perfumando de honradez nuestra casa.
Y bello, sobre todo, emocionarse con tus manos,
únicos pájaros
que he podido mirar este verano
y que ahora me enjugan
estas felices lágrimas del rostro.

***

ESCRIBIR ES SEMBRAR

LLEGABA por las tardes, al sol puesto,

y sin decirle nada me sentaba a su lado

porque junto a su pecho se esfumaba mi angustia

y también porque olía su ropa a sol y a lumbre,

a campo y a honradez.

Cuando el sol era ya sólo un recuerdo

volvía del trabajo con su eterno cigarro,

con sus blancas camisas jornaleras,

y mientras preparaba mi madre agua caliente

y él ponía en la radio las noticias,

yo me daba a pensar, a imaginármelo

esparciendo semilla entre los surcos

que luego el sol, el agua y la paciencia

mudarían en verde y en espigas,

en pan para las dulces meriendas de los niños.

Por eso ahora lo imito. Y por eso

ahora que soy mi padre

esparzo estas palabras

en el raro silencio de un cuaderno,

les pongo el corazón y espero que germinen:

que la escritura alcance madurez cereal

y que un día alguien pueda,

como un trozo de pan y de memoria,

hacer de estos poemas su alimento.

***

DESTINO DE UNAS FLORES

Para Ángela

Estas flores que ayer fueron luz absoluta,

radiante actualidad en tus manos de novia,

oro mustio y nostalgia son ahora

junto al cristal de las fotografías

desde donde nos miran nuestros muertos.

Cumpliendo con un rito que es amor,

y es piedad y es memoria,

se las hemos traído

para hacerles saber que siempre y para siempre

ellos siguen estando con nosotros,

asistiendo a las fiestas de familia,

compartiéndolo todo, la cena y los abrazos,

guiando nuestras vidas con su luz de otro tiempo,

y también para dar muerte propia a las flores,

la que les corresponde

con arreglo a su noble y efímera existencia:

después de haber vivido una tarde de mayo

proclamando su gloria en las despiertas

palomas de tus pechos,

qué mejor declinar para unas flores

que acudir a contárselo a los muertos,

a llevarles recado de que la vida sigue,

que se siguen casando las muchachas

y que todo, alejándose, se acerca,

sereno y enigmático,

cuajado de nostalgia como un lento perfume,

hacia su eterno origen.

***

TODO ES PARA SIEMPRE

Sentado en su sillita de enea, por las tardes

El viejo Oca ve pasar entierros,

el ataúd bañado por el dulce y eterno sol de octubre

surcando un mar de hombros todos negros.

Parsimoniosamente

suspende su labor de artesanía,

un lagarto, un burrito con serones de esparto,

y se quita el sombrero mientras que pasa el muerto.

Otras veces sus ojos,

llenos de telaraña y luz antigua,

miran a las mujeres

con la turbia memoria del deseo.

A los niños nos quiere. Fuma, tose,

con dedos amarillos nos enseña

a liar los cigarros

y nos regala trozos de esparto bien trenzado.

La calle está inundada de sol y todo es para siempre.

Todavía lo veo, y me veo a mí mismo

asomado a las bardas de mi infancia

mirándolo arrobado como se mira a Dios.

Sí, el viejo Oca fue el Dios de nuestra calle,

creador de caballos de crines alocadas

hasta que un día el dulce sol de octubre

se lo llevó con él, náufrago entre los trajes

de los hombres del pueblo.

Todo ocurrió hace siglos, más los siglos

que el viejo Oca se llevó a la tumba.

Mi infancia también fue hace muchos siglos,

y alguien tiró las bardas

de piedra y sol, y se fue octubre.

Pero nada termina y esta tarde actual

siento la plenitud del tiempo que no cesa,

el amor de este sol que es otro y es el mismo

que acarició mi infancia y bañó al viejo Oca.

En vano aquí lo busco,

en vano leo las lápidas en busca de su nombre.

Sé que no lo veré más que en la otra orilla

cuando yo cruce el río,

y estará trabajando, con dedos amarillos,

el esparto de siempre.

Y yo seré a su lado, eterno como entonces.

Todo es para siempre. Antología poética (2009)

***

LA LLUVIA

En un mundo anterior. En el pasado siempre.

Sobre las tejas pobres de la infancia
donde el amor tapaba las goteras.

Sobre las rosas rojas del otoño
en la lejana adolescencia.

En las estrellas ya apagadas,
en las constelaciones más pretéritas.

Sobre la tumba abierta del mañana
que es pasado también por su certeza.

La lluvia está sonando eternamente
en el patio vacío de mi escuela.

Publicado en la revista Zenda: 10 poemas de Pedro Sevilla – Zenda (zendalibros.com)

**

BÚSQUEDA ETERNA

COMO se entra en los muslos que uno ama,

con turbación y miedo,

buscando salvación, placer, ternura,

consuelo, vida, muerte,

así he entrado en los libros,

abriendo, acariciando, desgarrando,

en busca de palabras sanadoras,

de signos, de senderos luminosos,

asaltándome siempre,

muy dentro del abrazo o el poema,

la misma pesadumbre,

el mismo hondo silencio.

***

PROPÓSITO

PORTARME, ante el dolor, como ese almendro,

que herido por el hacha siente caer sus ramas,

donde no han de volver nunca los trinos.

Ser, como él, copa de luz.

fecunda espera,

paciencia milenaria,

que sabe ha de tornar el sol de marzo

a florecerle el alma,

a llenar de perfume sus heridas.

    de Serán cenizas (2015)

Pedro Sevilla es un poeta nacido en Arcos de la Frontera, Cádiz, en 1959. En 1989 la colección de cuadernos “La Poesía más joven”, dirigida por el poeta Francisco Bejarano, publicó sus primeros poemas. Ha publicado los libros de poesía Y era la lluvia, amor (Barro, 1990), Septiembre negro (Renacimiento, 1992), Sendero Luminoso (1994), La luz con el tiempo dentro (Accésit del Premio Internacional de Poesía Rafael Alberti, Renacimiento, 1995), Tierra leve (2002) y Serán ceniza (2012). En narrativa es autor de las novelas Extensión 114 (Quorum Libros Editores, 2000), 1977 (Quorum Libros Editores, 2002), La fuente y la muerte (2010) y Relojes nublados (2012). También ha publicado los libros de memorias El pueblo, ya sabéis (Canto y cuento, 2016), El amor es ahora (Canto y cuento, 2018) y el libro Diez de Julio, antología y estudio de la obra del poeta arcense Julio Mariscal Montes. Su obra poética ha sido reunida en las antologías Todo es para siempre (Renacimiento, 2008) y Para cuando volvamos (Renacimiento, 2018).

Presentación del poemario «Después de todo» de Isabel Martín Salinas

El próximo miércoles, 15 de mayo, a las 19 horas, acompaño a la escritora y cantautora Isabel Martín Salinas en la presentación de su último poemario «Después de todo», un libro impregnado de belleza y emoción y en el que rememora la infancia y juventud. De estos poemas ha compuesto varias canciones de su LP «Laurel». Será en la Casa del Libro, Calle Velázquez nº8.

Recital de poesia: 18 de mayo a las 12h en la terraza del hotel The Nomad

Gregorio Dávila de Tena
A mi izquierda: Elvira y Gregorio; a mi derecha: Carmen, Lola, María, Paula, Isabel, Lucía
Leyendo poemas de nuestra amiga Isabel de Rueda Rubiales

Una agradable mañana entre amigos y poesía. Las fotografías son de Diego Jesús Romero Jaime.

«Cuando susurran los cipreses». Reseña de Elena Marqués en Culturamas

Muy agradecida a la escritora y crítica literaria Elena Marqués Núñez, por su atenta lectura y por esta lúcida reseña en la que profundiza en mi poemario «Cuando susurran los cipreses», y a la revista Culturamas, así como al redactor jefe de la sección de poesía, Jesús Cárdenas Sánchez.

«…Los poemas que componen este tratado sobre nuestros límites y el paso por las distintas etapas de la vida (la segunda sección, la más amplia, se titula precisamente «Los ciclos») se desliza hacia la contemplación y el sentido, se abre en piel y pupila (léase «Lejanía» y su invocación a «no bajar nunca la mirada») para recoger vivencias e impresiones sobre ese gran protagonista de nuestras existencias: el tiempo y la fragilidad. También nos habla, y mucho, sobre la creación y su belleza, no siempre percibida, y de ahí que nos invite, a través de flashes y fotogramas de gran plasticidad, a deslizarnos por ella, a detenernos y alimentar esos instantes únicos. A guardar momentos en la memoria para cuando llegue el invierno…» Aquí podréis leerla completa:

“Cuando susurran los cipreses”, de Ana Isabel Alvea – Culturamas

Poemas de «La sangre» de Andrés García Cerdán

Continuo leyendo al mismo autor, en esta ocasión un poemario premiado y publicado en 2015, en el que ya encontramos el elemento del fuego como símbolo de intensidad y peligro y su agudo sentido del paso del tiempo -enormemente emotivo el poema «1993» referente a la muerte del padre por accidente-. Un libro lleno de símbolos y referencias culturales. La poesía, el amor y la cultura pueden ser buenos contrafuertes para sostener el vacío. La escritura como búsqueda de una verdad, con el propósito de vivir como un escalador: «Se suspende en el aire como quien / flota por encima de todo. / En éxtasis se balancea en el alto cielo / y asume como propios el peligro y el vértigo, / la ascensión sin final y la caída».

«Cuando susurran los cipreses». La lectura de Marta Camacho Núñez.

Marta Camacho Núñez ya había redactado en su blog una detallada crónica de la presentación de mi libro, la podéis leer en este enlace: Crónica de la presentación de mi poemario «Cuando susurran los cipreses» por Marta Camacho Núñez | HALLARME YO EN EL MUNDO (wordpress.com)

El martes, mientras yo iba camino a Granada, publicó sus habituales recomendaciones de libros y entre ellas se hallaba mi libro. Muy agradecida por sus palabras, desde luego:

«Cuando susurran los cipreses, Ana Isabel Alvea Sánchez. Editorial Cypress Cultura, colección Poesía Al Albur ★★★★★

“En el insomnio / un altavoz la noche / de todo ruido”. Fue la propia Ana la que me regaló su poesía, que es de lo más bonito que se le puede regalar a alguien. Tuve la suerte, además, de poder asistir a la presentación de Cuando susurran los cipreses en la Casa del Libro de Sevilla, cuya crónica podéis leer en este enlace. Durante la misma, José Julio Cabanillas definía la poesía de Ana como sencilla, sin retórica ni artificios y con un gran poder de evocación gracias a la profusión de imágenes muy poderosas. Doy fe. Cada uno de sus poemas esboza un paisaje mental cargado de simbolismo donde la naturaleza rige la vida y acompaña cada sentimiento. La primera parte, titulada “La carta”, es una visión de la vida a través de la muerte, como la propia Ana explicó durante la presentación, y donde se encuentran muchos de mis poemas favoritos, destacando “Libro de defunciones”, “Cuando todo quema”, “La lección de historia”, “Reflejos” y “Un mundo en fuga” (“La pátina del tiempo nos recuerda / de dónde procedemos / ese lugar en extinción / si no fuera por nosotros”). Encontramos además, y especialmente en la segunda parte, “Los ciclos”, interesantes y profundas reflexiones sobre el paso del tiempo, la brevedad de la vida y su belleza a través de las cuatro estaciones. Los haikus que incluye al final de cada una a modo de pausa y recapitulación le dan un aire oriental a todo el poemario que me fascina. La tercera y última, “Al rescate”, nos ofrece poesía sobre la poesía y el acto de creación, y ya sabe el que me conoce lo mucho que me gusta cualquier forma de metaliteratura. “Esculpir en este papel / aquello que susurra el tiempo // se desvanece en ocasiones / sin asentar palabras en su fondo / cuando lo respiro sorda y ciega / como una autómata que se ha perdido // toda la nieve de la página / es un espejo mudo”. Maravilloso.»

Para leerla completa: MIS LECTURAS DE ABRIL (2024) – Un pliego de papel (wordpress.com)

La lectura de Isaac Páez a «Cuando susurran los cipreses»

Voy recibiendo comentarios de mi poemario por las redes sociales y siempre es una alegría saber que llegan al lector los poemas que escribes. En esta ocasión os dejo las palabras del escritor Isaac Páez: «Todo un placer leer este poemario tan lleno de virtudes. La tradición bien asumida y resumida (no hay originalidad que no parta de la tradición) en un enjambre de versos en los que el elogio de la contemplación sirven de freno para este mundo Netflix en que vivimos. Los cipreses como metáfora de la quietud y de ese ascenso que es un apagarse creciendo, donde ellos, como nos dice la autora, proclaman la última certeza. Comparto algunos de los poemas que más he disfrutado de este libro que, con una sencillez difícil de lograr, hace de la evocación un néctar. Diría que hay melancolía, aunque no nostalgia. Una melancolía que se detiene en la virtud de lo cotidiano y da las gracias, una poesía con ecos de Kaváfis, Keats o Júdice; un libro que quiero hoy recomendar. Felicidades.»

Presentación de «Cuando susurran los cipreses» en Casa del Libro Viapol

Muchas gracias a todos los asistentes, me alegré mucho de veros, a algunos/as no os veía desde hacía un año, por lo menos, pasé una tarde y noche muy agradable. Y muchas gracias a Ana Recio Mir y a Iván Onia por vuestro tiempo y dedicación.