Agradecida a los editores del Suplemento Quadern de Libres de la revista de pensamiento musical y difusión cultural Sonograma Magazine. Para quienes estén interesados, pueden leerla en este enlace:
CHARO PRADOS nacida en Alcalá del Río (Sevilla), en 1962, es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Hispalense, e imparte clases de Lengua Castellana y su Literatura en la Escuela de Arte de Sevilla. Tras publicar sus primeros poemas en la antología Ruptura y mimesis (Aproximación a la joven poesía sevillana), seleccionada y prologada por José Antonio Moreno Jurado (1982), obtuvo, en 1983, el Primer Premio de Poesía de la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla con el breve poemario Como un espejo roto. Junto con José Manuel Vinagre, fue responsable del programa de música y literatura Música callada, emitido por Radio Camas a lo largo de 1992. En 1997 ganó el Premio de Poetas Andaluces Ciudad de San Fernando con el libro El aire detenido (Renacimiento, 1997); por su segundo libro de poemas, Tan alta soledad (Fundación José Manuel Lara, 2004), le fue concedido el accésit del XVI Premio Internacional de Poesía Rafael Alberti; su tercer poe-mario Todos los fuegos, fue galardonado con el Premio Rafael Morales, y publicado por el Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo), en 2009. Ese mismo año salió a la luz su libro de relatos La carpa de oro, publicado por la editorial Paréntesis. Como poeta y cuentista ha colaborado con revistas como Renacimiento (Sevilla) y Palimpsesto (Carmona) y publicaciones periódicas electrónicas (Tinta China. Revista de Literatura, El Telar de Ulises), y su nombre aparece en diversas antologías.
Este viernes a las 19 horas presentaré el poemario de J.R. Barat, «Si preguntan por mí», en Casa del Libro , C/ Velázquez 8, Sevilla. Me alegrará veros.
J. R. Barat (Valencia, 1959) es Licenciado en Filología Clásica e Hispánica, y Catedrático de Lengua y Literatura. Su obra poética está compuesta, entre otros, por los siguientes libros: La coartada del lobo (2000), Como todos ustedes (2002), Piedra primaria (2003), Breve discurso sobre la infelicidad (2004), El héroe absurdo –Poesía reunida– (2004), Confesiones de un saurio (2005), Malas compañías (2006), Mapa cifrado (2007) y La brújula ciega (2010).
El título “Si preguntan por mí” procede del poema Barro solo , en el que se expresa nuestro carácter intrascendente, anónimo, fugaz: “Si preguntan por mí, / ya saben lo que soy: / una sombra entre sombras. / Barro solo.” Si somos barro, nos podemos moldear, y al mismo tiempo, parece que Dios creó al hombre con barro y polvo.
Su primera parte, Sol de la infancia, hace referencia a los últimos versos que José, hermano de Machado, encontró en el bolsillo del abrigo de Antonio Machado a su muerte en Colliure. El poema, que le da título a esta parte, supone un homenaje a nuestro maestro, cuyos versos le despertaron la fascinación por la poesía , bajo su ala empezó a escribir, con apenas 13 años. Poemas testimoniales que rememoran aquella infancia de los años 60, rural y feliz, con su cine de verano y misas en latín. Os dejo aquí el poema completo y algún que otro del libro y el viernes profundizaremos en ese poemario que gira en torno a: la memoria, la infancia, el amor, el misterio de la vida, el paso del tiempo, la muerte, nuestra fugacidad en el absurdo devenir del mundo, los sueños… Os esperamos.
Os dejo mi reseña a este poemario publicada en la revista Culturamas, a la que le estoy muy agradecida, así como a su editor de la sección de poesía, Jesús Cárdenas Sánchez:
Isabel de Rueda (Jerez de la Frontera). Ha cursado estudios de Filología Hispánica en la UNED y publicado libros como: Tu silencio en voces (Vitruvio, 2006), Pisadas sobre lienzo (EH Editores, 2009), A propósito del espejismo (Ayuntamiento de Espiel, 2011), Pizarras de agua (Editorial Premium, 2012) , Horquillas en la Ventana (Los libros de Umsaloua, 2014), Espejo de Mano (Ejemplar Único, 2017), Memoria errante (Karima Editora, 2019) , Círculo Único (Dalya, 2020).
Ha obtenido diferentes premios de poesía y accésit. Ha colaborado en diferentes revistas especializadas entre ellas: El síndrome felino, Luces y sombras, Tres orillas, Ámbito, El ático de los gatos, En Sentido Figurado, La Luz Cultural, Tinta en la Medianoche, Rótula…
Y en antologías, como: La mujer en la poesía Hispanomarroquí , (Fundación dos Orillas, 2009), Versos para derribar muros (Los libros de Umsaloua, 2010), Biznaga de poesía andaluza (Ediciones depapel, 2012), Ronda de versos (Lastura, 2013), Nube; Un mar de mujeres (Ediciones en Huida, 2013), Con&Versos Poetas Andaluces del Siglo XXI (La Isla de Siltolá, 2014) , 28 Heterónimos esperando a Fernando Pessoa ( Karima Editora , 2018), Poeta en Nueva York,Poetas de Tierra y Luna (Karima Editora, 2018,), Árbol de Alejandra,( karima Editora, 2019)
Mi agradecimiento a la revista literaria «Culturamas» por publicar mi reseña y a su editor, Jesús Cárdenas Sánchez. Os dejo aquí el enlace para quien quiera leerla:
En nuestro ciclo de encuentros con poetas la próxima invitada será María Álvarez-Rosario y su poemario «Sensografías». Será el jueves 12 de mayo a las 19.00 horas en Casa del Libro de Viapol, Avda. Diego Martínez Barrio nº 4, Sevilla.
María Álvarez Rosario ha publicado los poemarios Física elemental (Torremozas, 2016), Mapa de la memoria, con el que obtuvo el Premio de poesía “Juana Castro” en 2018, en el 2019 obtuvo el Premio Internacional de Poesía de Ronda con Una habitación propia y en el 2020 publicó Sensografías (Torremozas). Su poema «Testamento Inacabado» obtuvo el primer premio en el XXV concurso de poesía “Luz” del Ayuntamiento de Tarifa (2018) y participa en la antología Rojo-dolor. Antología de mujeres poetas en torno al dolor, de Renacimiento.
Como acostumbra la editorial Torremozas este libro está cuidadosamente editado, embellecido por las hermosas ilustraciones de Rafa Hermosilla, a quien pertenece también el dibujo de la cubierta.
Los poemas parecen haikus, predominando los de tres versos; aunque nuestro amigo Gregorio Dávila de Tena negaría su condición de haiku -al menos de haiku clásico-, en el que debe indicarse la estación del año , tener un cómputo silábico de 17 sílabas ( 5-7-5), no usar metáforas, no debe aparecer el propio sujeto en sus versos, entre otros requisitos. Pero sí poseen la capacidad de síntesis y sugerencia.
El haiku, como lo define el profesor Fernando Rodríguez Izquierdo en su libro El haikujaponés, es imagen o impacto de un momento sentido con profundidad, imagen hondamente sentida en un momento de iluminación, resultado ser una visión intuitiva de la realidad. Por su sentido trascendente, dicha imagen se eleva a símbolo. El haiku nacería de la sensación, no del intelecto.
Como en su brevedad debe aparecer la estación del año, el libro se ha estructurado por estaciones: Otoño, Invierno, Primavera y Verano. Y como viene siendo propio de la escritura de María, su poesía nos revela delicadeza, sosiego, contemplación ,emoción, logra la belleza con el lenguaje común que todos usamos. A estas alturas resulta difícil escribir poemas cercanos a los haikus, pero la autora agudiza la mirada y evita lugares comunes, luminoso su mirar siempre. Por supuesto, la naturaleza está muy presente, podemos considerar el libro como un homenaje al paisaje natural y al planeta: humedales, marismas, campos, laguna, mar, valle, árboles, flores, amaneceres, pájaros; y vislumbra a veces lo interior, la casa o el patio. La calma, la quietud y el silencio son estados recurrentes, un silencio en el que saber escuchar: Habitar el silencio/ escuchar los paisajes/ transparentes.
En Otoño prevalece esa serenidad mansa que calma la sed, el Otro o amado adquiere suma importancia (su voz es agua, sus ojos son la luz, su corazón aporta calma), hay ausencia y silencio:
«Busca incansable
mi corazón zahorí
su voz de agua.»
—
«Para mis ansias
su corazón sereno
estanque en calma»
En Invierno el paisaje es una playa desierta, el mar , y gorriones. Frente al frío, la escarcha, ante el azote del tiempo, apuesta por la alegría, la luz, la blancura. Encontramos cierto sentido sagrado ( las huellas en la arena son oraciones, en el silencio escucha el alma). El mar parece evocar en ocasiones lo efímero y lo eterno, el olvido, lo incierto.
«En el silencio
de la llanura inmensa
un árbol solo.
Solo.»
—
«Defender la Alegría
como hoguera en la nieve.»
En Primavera la belleza de la ciudad que resucita con sus naranjos, jacarandas, arrozales, la vida en el patio. Colorido, aves, amor, vuelo, alegría, resurrección.
«Ante mis ojos
vuelan a ras del agua
las golondrinas.»
—
» Las once y cuarto
un temblor de gorriones
recorre el patio.»
«El color del verano es amarillo» , nos dice. El sol imperando en lo alto en días vacacionales, donde el descanso, el reposo y la siesta. Aquí la claridad, luz, las gaviotas, el campo, estampas cotidianas y felices, el sol abrasador, la dulzura del aire, sentir todo lo que te rodea.
«Luz del amanecer,
vuelo de gaviotas
sobre las olas blancas.»
—
«Nos aguarda
el sabor del verano
en las cerezas.»
—
«Sentir
en el pecho del pájaro
mis latidos.»
Una delicia este poemario que te hace sentir cada estación con una delicada y dulce serenidad y armonía, como una bendición de la vida. Seguro que lo disfrutaréis. Os esperamos el 12 de mayo , profundizaremos más y mejor en estos versos.
Mi agradecimiento a la revista digital «Culturamas» por acoger mi reseña de la novela «Lluvia oblicua» , de Manuel Moya, sobre los penúltimos días de Fernando Pessoa. Espero que os guste y os animo a adentraros en las páginas de este libro, pues Manuel es garantía de calidad y de Literatura y llegaréis a conocer mejor a Pessoa, además de disfrutar en su lectura.