Olvido García Valdés

OLVIDO GARCÍA VALDÉS nace el 2 de diciembre de 1950 en Santianes de Pravia, Asturias. Licenciada en Filología Románica por la Universidad de Oviedo y en Filosofía por la Universidad de Valladolid . Profesionalmente, ha sido catedrática de Lengua Española y Literatura en institutos de Valladolid y Toledo. Fue también directora del Instituto Cervantes  de Toulouse (Francia) y directora general del Libro y Fomento de la Lectura. Está casada con el poeta y crítico literario Miguel Casado.

Entre otros premios, se le concedió en 2007 el Premio Nacional de Poesía por Y todos estábamos vivos. También ha recibido en 2016 el Premio de las Letras de Asturias de Filosofía, Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda  (2021) y Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2022)​

Libros suyos han sido traducidos a varios idiomas.

Es asimismo autora del ensayo biográfico Teresa de Jesús (2001), de textos para catálogos de artes plásticas (Zush, Kiefer, Vicente Rojo, Tàpies, Juan Soriano, Bienal de Venecia 2001, Broto…) y de numerosos ensayos de reflexión literaria. Ha traducido La religión de mi tiempo y Larga carretera de arena de Pier Paolo Pasolini, y (en colaboración) la antología de Anna Ajmátova y Marina Tsvetáieva El canto y la ceniza, así como El resto del viaje y otros poemas, de Bernard Noël.

Ha sido codirectora de la revista Los Infolios desde 1987, y miembro del consejo editor de la hispano-portuguesa Hablar/Falar de Poesia, creada en 1996; cofundadora de El signo del gorrión, a cuyo consejo editorial perteneció durante sus diez años de vida (1992-2002).

Ha dirigido o coordinado diversos cursos, seminarios y ciclos de poesía contemporánea.

Ha formado parte del proyecto Estudios de Poética, y coordinado la página de poesía «Y todos estábamos vivos» en ABC Cultural.

Libros de Poesía:

  • El tercer jardín, Ediciones del Faro, Valladolid, 1986.
  • Exposición, Ferrol, 1990, premio Ícaro de Literatura.
  • ella, los pájaros, Diputación, Soria, 1994, premio Leonor de Poesía.
  • caza nocturna, Ave del Paraíso, Madrid, 1997.
  • Del ojo al hueso, Ave del Paraíso, Madrid, 2001.
  • Y todos estábamos vivos, Tusquets, Barcelona, 2006, premio Nacional de Poesía 2007 .
  • Lo solo del animal, Tusquets, Barcelona, 2012.
  • Confía en la gracia, Tusquets, Barcelona, 2020.

Más información de su obra: Olvido García Valdés – Wikipedia, la enciclopedia libre

Se publicó una antología, Esa polilla que delante de mí revolotea. Poesía reunida (1982-2008)- su título se corresponde con un verso de un poema de Caza nocturna- y ahora se ha publicado La caída de Ícaro, con prólogo de Amelia Gamoneda, pero no tiene poemas inéditos.

LA CAÍDA DE ÍCARO

                                                             1

                     Los atardeceres se suceden,
                                   hace frío

                     y las casas de adobe en las afueras
                                   se reflejan sobre charcos quietos.
                                   Tierra removida.

Cézanne elevó la «nature morte»
a una altura
en que las cosas exteriormente muertas
cobran vida, dice Kandinsky.

Vida es emoción.
Pero quedará de vosotros
lo que ha quedado de los hombres
que vivieron antes, previene Lucrecio.
Es poco: polvo, alguna imagen tópica
y restos de edificios.
El alma muere con el cuerpo.
El alma es el cuerpo. O tres fotografías
quedan, si alguien muere.

También un gesto inexplicable,
díscolo para los ojos, desafío,
erizado. Cuerpo es lo otro.
Irreconocible. Dolor.
Sólo cuerpo. Cuerpo es no yo.
No yo.

Lo quieto de las cosas
en el atardecer. La quietud,
por ejemplo, de los edificios.
El ensombrecimiento
mudo y apagado.

Como ojos,
dos piedras azules me miran
desde un anillo.
Los anillos
cuidadosamente extraídos
al final.
Como aquél de azabache y plata
o este otro de un pálido, pálido rosa.
Rostros y luces
nítidamente se reflejan en él.

En la noche corro por un campo
que desciende, corro entre arbustos
y choco con algo vivo
que trata de ovillarse, de encogerse.
Es un niño pequeño, le pregunto
quién es y contesta que nadie.

Esta respiración honda
y este nudo en la pelvis
que se deshace y fluye. Esto soy yo
y al mismo tiempo
dolor en la nuca y en los ojos.

Terminada la juventud,
se está a merced del miedo.

2
Verde. Verde. Agua. Marrón.
Todo mojado, embarrado.
Es invierno. Es perceptible
en el silencio y en brillos
como del aire.
Yo soy muy pequeña.

Un cuerpo caminando.
Un cuerpo solo;
lo enfermo en la piel, en la mirada.
El asombro, la dureza absoluta
en los ojos. Lo impenetrable.
La descompensación
entre lo interno y lo externo.
Un cuerpo enfermo que avanza.

Desde un interior de cristales muy amplios
contemplo los árboles.
Hay un viento ligero, un movimiento
silencioso de hojas y ramas.
Como algo desconocido
y en suspenso. Más allá.
Como una luz
sesgada y quieta. Lo verde
que hiere o acaricia. Brisa
verde. Y si yo hubiera muerto
eso sería también así.

                                          La caída de Ícaro (1982-1989)

CUANDO VOY A TRABAJAR es de noche,
después amanece poco a poco,
hace mucho frío aún.
A menudo en el cine
me parece oír lluvia azotando el tejado,
como si no hubiese lugar
donde guarecerse.
Hoy alguien en un sueño dijo:
ten, en esta garrafa
hay agua limpia, por si toma moho
la del corazón. 

—-

VERDE. Las hojas de geranio
en la luz gris de la tormenta
tiemblan, tensión
de nervadura verde oscuro.
Te mirabas las manos,
nervadura de venas; si los dedos
fueran deliciosos, decías.
Al caminar
apoyaba mi sien contra la tuya
y en la noche escuchaba
el ruiseñor y el graznido
del pavo. Indiferencia
de todo, oscuridad.
Me llamabas con voz muy baja.
Sólo un día reíste.

ella, los pájaros (1989-1992)

—-

SÓLO LO QUE HAGAS y digas
eres, incierto lo que piensas, invisible
lo que sientes dentro de ti.
¿Qué significa
dentro de ti? Nada eres si, como dicen,
no es intersubjetivamente comprobado
(al menos comprobable). Juan de la Cruz no es
más que unos poemas. Emily
Dickinson, Edgar Allan Poe, sólo palabras.
¿Qué significa
intersubjetivamente? ¿Cuántos sujetos
hacen falta? ¿Cuántos que digan
a la vez: Juan de la Cruz, Emily
Dickinson, Edgar Allan Poe son cimas
de la vida humana, cimas
de la miseria humana en este hermoso
mundo?

ESCRIBIR el miedo es escribir
despacio, con letra
pequeña y líneas separadas,
describir lo próximo, los humores,
la próxima inocencia
de lo vivo, las familiares
dependencias carnosas, la piel
sonrosada, sanguínea, las venas,
venillas, capilares


ES RARO que seamos tantos en el mundo,

tantos en esta ciudad

y que no haya nadie,

casi nadie a quien no mentir.

Ayer leía fragmentos

de prosa autobiográfica,

alguien se describía salvaje

o masoquista en un desierto

africano y hablaba con un ojo

puesto en su salvajez —así decía—

y otro puesto en Europa;

resultaba curioso

que no hubiera manera de tomárselo en serio.

Qué distinto hablaría, pensé,

una mujer, ciertas mujeres cuyos nombres

 me vinieron a la cabeza,

o que bien ese otro

modo de no contar las cosas y contarlas

que algunos hombres tienen

si no son en exceso afirmativos

o mercaderes; no mentir,

no mirarse el ombligo, no ser

delicuescente, no llegar

al decálogo.

                                 Caza nocturna (1992-1996)

FULGOR de los espinos y el musgo, casa

no hay para nadie, en los bosques

moramos

EL FRÍO que sentías por los animales

del bosque estaba en ti

                                        igual

que el miedo sube

sagrado lo que indica

que anidando en el centro

de quien lo siente corre

por las paredes de su pecho, insecto

en la pared de los patios interiores.

Del ojo al hueso (1997-2000)

CON LA LUNA de marzo llegó

la foto y todos

estábamos vivos;

palabras

de velocidad

de esa sustancia

que es veloz

y gira y se desprende;

lenta, la luna

vuelve mes a mes

EN MI CASA me escondo por si alguien

me quisiera ver que no me vea

me escondo ahora

que es diciembre con la luz

apagada

               ( ¿eres

tú quien llama a la desgracia?

-desgracia, ven- ¿eres tú?)

hedor animal de la guarida

donde el frío donde

paredes y negra

de trapos

UN ALMA pájaro vuelve y te llama,

vuelve diciéndote: ven, vamos

por el sendero este, junto al arroyo. Lo oyes

como como si el canto llegara desde lejos, sin

abrir los ojos dejas que lo repita: el sendero este

junto al arroyo. Un lugar así te parece

de cuando recios pies no hollaran aún la hierba,

de antes de que el río bajara tan oscuro y aquel cuerpo

flotara junto a varas de mimbre. Qué despacio recuerdas

y vuelves, es del gozo ese canto, no

ruiseñor ni mirlo sino otro más tuyo, pájaro

que llamara a la senda y frescura. Ya voy, ya

voy, vas a decirle, y te demoras por oírlo de nuevo.

Y todos estábamos vivos (2001-2005)

¿Qué esperas, corazón? ¿qué quieres de mí?

¿Y aquél, Zenón de Elea, que se cortó la lengua

de un mordisco

y se la escupió al tirano?

El ángel bueno el ángel

malo dice: lo soportable lo

insoportable.

Quedan como la quietud

las tomó (¿a una señal de peligro?

¿en un instante preciso de la caída

de la luz? ¿por un trabajo o alambique

interior?), en un panal de rica miel.

Del otro acepto todo lo que no

insoportablemente me desagrada

lo acepto de corazón (¿quién puede aceptar

de corazón lo insoportable, casi

–eso que no se soporta– inhumano?).

Lo que hay de único y que hace de alguien alguien no puede ser comunicado.

Algunas palabras hablan

de la actitud; tolerante es actitud

de quien puede, el otro

es tolerado. ¿Quién

eres tú?

El ángel bueno el ángel

malo dice: qué

ideología.

La historia de las mujeres muestra que la historia

ha sido tolerante con las mujeres (el peldaño

donde se desarrollaba su vida estaba

un peldaño por debajo del peldaño

donde se desarrollaba la vida de los hombres

de quienes ellas dependían). La protección

arrulla si no mata –¿será el amor?–.

El sol nos diluye nos destensa y repliega

como azucarillos nos disuelve nada

dulces, en el mar de calor nos deshacemos.

Para que algo permanezca en la memoria tiene que haberse grabado a fuego; sólo lo que no cesa de doler permanece en la memoria.

Los grajos junto a las ovejas es

su interés el excremento verdes

transparentes alamillos.

La voz de la pérdida dice: qué raro no volver

a oír su voz.

Le parecían ángeles

aquellos pájaros en tránsito

garzas, martinetes y garzas

al pie de la charca y la laguna.

Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero. También si dos durmieren juntos, se calentarán; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra el uno, dos estarán contra él; y cordón de tres dobleces no presto se rompe.

Perros merodean cerca

de un zorro, opaco

el mundo en su espesor

olores que identifican.

No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto, sean pocas tus palabras.

¿Qué sabes de lo verde, centinela,

verde de invierno, miedo?

Sin casi mantillo brota

pura luciérnaga o savia

hueco trasluz.*

* Con la incorporación de fragmentos de Décio Pignatari, Nietzsche y el Ecclesiastés
Lo solo del animal (2006-2011).

Nueva presentación de «Las ventanas del tiempo» o encuentro con sus paisajes: 1 de febrero a las 19 horas

El miércoles 1 de febrero a las 19 horas volverán a abrirse las ventanas en Casa del Libro , C/ Velázquez n.8 de Sevilla . En esta ocasión de la mano del profesor, escritor y crítico literario José De María Romero Barea . Por supuesto, me encantará veros y contrastar nuestros paisajes, porque en la lectura:

«… la arboleda despierta

la ciudad se acoda en tu balcón

esperas encontrarte en ella

y encontrarlos»

Muchísimas gracias a quienes me acompañaron ayer en la presentación de mi poemario » Las ventanas del tiempo». Fue una alegría veros y una delicia de tarde . Y cómo no agradecer la magnífica presentación de José De María Romero Barea , una lectura profunda, lúcida, detallada y llena de inteligentes reflexiones. Qué hermoso regalo. Gracias.

25 de enero: encuentro con Raquel Lanseros en el Taller de poetas

El próximo miércoles 25 de enero a las 19 horas, en el Taller de poetas, tendremos un encuentro por Meet con la excelente poeta Raquel Lanseros. Quienes estén interesados escribir a: aalveasanchez@gmail.com

RAQUEL LANSEROS.- Poeta y traductora, es una de las voces más premiadas y reconocidas de la actual poesía en español. Cerca de 200 críticos de más de 100 universidades (Harvard, Oxford, Columbia o Princeton, entre ellas) la han elegido la poeta más relevante en lengua española nacida después de 1970.

Autora de los libros Leyendas del promontorio, Diario de un destello, Los ojos de la niebla, Croniria, Las pequeñas espinas son pequeñas, este último uno de los más vendidos en España en 2014, y Matria. Croniria está publicado en inglés en Estados Unidos, mientras que Diario de un destello en francés se ha publicado en Francia bajo el título de Journal d’un scintillement. En Italia ha publicado Fino a che saremo Itaca, libro recopilatorio de muchos de sus poemas. Además, a partir de su obra se han publicado en España las antologías personales La acacia roja, Un sueño dentro de un sueño y A las órdenes del viento. Su obra ha sido reunida en su totalidad en el volumen Esta momentánea eternidad.

Entre los importantes galardones que ha recibido destacan el Premio de la Crítica 2018 y el Premio Andalucía de la Crítica 2018, el Premio Unicaja de Poesía, el Premio Antonio Machado en Baeza, el Premio del Tren o el Premio Jaén de Poesía, así como un accésit del Premio Adonáis.

De su trabajo como traductora destaca su versión rimada de los poemas de amor de Edgar Allan Poe, publicada en España y El Salvador con el título Poemas de amor; su traducción de una selección de poemas de Lewis Carroll, publicada bajo el título de Poemas; y su traducción de Los ojos de Elsa, el libro más reconocido de Louis Aragon y publicado por primera vez en español. Asimismo, ha publicado obra crítica, como Poesía soy yo, una antología de poetas del siglo XX en español, editada y prologada junto a Ana Merino.

Doctora en Didáctica de la Lengua y la Literatura, Máster en Comunicación Social y Licenciada en Filología inglesa, su obra ha sido parcialmente traducida a numerosos idiomas, e incluida en innumerables antologías y publicaciones literarias de todo el mundo, entre las cuales Poesía ante la incertidumbre ha superado la docena de ediciones en diferentes países. Participa en talleres de creación poética, cursos, festivales y encuentros literarios por todo el mundo, a la vez que colabora con prestigiosas revistas literarias y culturales internacionales.

Forma parte permanente del proyecto literario-teatral Hijos de Mary Shelley, que reúne a poetas, novelistas, dramaturgos y músicos. Es la traductora oficial al español para el proyecto europeo Pop Science, auspiciado por la Universidad de Ginebra, el CERN y la Academia Mundial de la Poesía, del que fue seleccionada representante española.

( Información obtenida de su página web: Inicio (raquellanseros.com)

Os dejo algunos poemas suyos:

INVOCACIÓN

Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo.
Huya yo del resabio,
del cinismo, de la imparcialidad de hombros encogidos.
Crea yo siempre en la vida
crea yo siempre
en las mil infinitas posibilidades.

Engáñenme los cantos de sirenas
tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua.
Que nunca se parezca mi epidermis
a la piel de un paquidermo inconmovible,
                       helado.

Llore yo todavía
por sueños imposibles
por amores prohibidos
por fantasías de niña hechas añicos.

Huya yo del realismo encorsetado.
Consérvense en mis labios las canciones,
muchas y muy ruidosas y con muchos acordes.

Por si vinieran tiempos de silencio.

Yago Bazal de deja ver dos horas

La luna nueva late dentro del corazón
de un hombre declarado clandestino.

Es una noche oscura como un crimen.

Yago Bazal avanza monte abajo
entre sombras azules que susurran su historia.

Porque los ideales se volvieron ceniza
hace tiempo que Yago no hace fuego.

Así, va dejando jirones de sus mejores sueños
en las plateadas jaras a su paso.

Lo recuerda muy bien.

Un búho reconoce el rostro tenso
a veces decidido a rebelarse
contra quienes lo excluyen de los seres humanos
aunque otras veces también muestra, de pronto,
el cansancio plomizo y demacrado
de una lucha sin plazo.

Hay pocos camaradas
y mucha escarcha rota.

No es la palabra frío la que agrieta la cara
ni amorata los dedos en las botas deshechas.

Es el frío de verdad.

Es el frío espeso
de esta primera Navidad después de la derrota
pegándosele al cuerpo igual que una serpiente.

En la guerra Yago había odiado las palabras.

Podía notar el pulso
tibio como la tierra
en las letras de sangre.

Sin embargo, ahora sabe
que no son las palabras quienes matan.

Cada letra es un pez en el océano,
un árbol florecido,
pero hay labios que usan las palabras
como se usa una ametralladora.

Fuera se han encendido
las farolas ausentes de la calle.

Mientras, suspira muy despacio.

El frío le acompaña como entonces.

Si cierra bien los ojos fatigados.

Yago se puede ver
trepando el muro de su propia huerta
acallando a sus perros
penetrando furtivo en su mísera casa
de trigo húmedo y ajo.

Aún puede oír el sollozo desvalido
de la mujer que ama
al verlo tan delgado y polvoriento.

Todas las noches Yago vuelve a huir monte arriba
con pocas provisiones y un beso triste quemándole los labios
con los ojos perdidos de los hombres
cuyo futuro ha sido demolido.

Todos nosotros somos ahora y para siempre
las pisadas de Yago contra la piedra helada,
yo soy el pan callado de aquella Nochebuena,
tú eres la luna oscura que le ayuda a esconderse.

Y hoy es mil novecientos treinta y nueve.

De Diario de un destello ( 2006)

Un joven poeta recuerda a su padre

Ahora ya sé que pasé por tu vida
como pasan los ríos debajo de los puentes
indiferentes, turbios, orgullosos
con la trivialidad desdibujada
de las pequeñas cosas que parecen eternas.

Muchas veces lo obvio
se oculta tras un halo de extrañeza
tras la costumbre lenta, indistinguible
del aura fugitiva de las vivencias únicas.

Es difícil saber
que la belleza abrupta del vivir cotidiano
tan desinteresada de sí misma
nacida sin clamor ni pretensiones
es en esencia tan mágica y rotunda
que resulta imposible de imitar a propósito.

Y es aún más difícil
comprender que la fiesta de las cosas sencillas
casi siempre termina
mucho antes que la voluntad del festejado.

Inmóvil vi pasar ante mis ojos
el desfile callado de tu vida
con tus sueños cansados en otoño
tus alegrías de puertas para adentro
y tus desvelos discretamente cálidos.

Creo acertar si digo
que nunca te di nada que no fuese
un préstamo a mí mismo.

Te pedí, sin embargo, tantas cosas.

Hoy, inmóvil de nuevo, asisto inerme
a este desfile amargo de tu ausencia
mientras mi corazón, dividido y atónito,
comienza a descubrir, como el poeta,
que la vida va en serio.

Te recuerdo. Hace frío
y el frío me devuelve
aquella forma tuya tan sutil
de ofrecerme a la vez un corazón errante
la suerte en un casino de Las Vegas
la lluvia indescifrable del desierto
los versos de Machado en un suburbio.

Ahora ya sé que pasé por tu vida
indolente y confiado, sin asombro,
como suelen vivir todos los hombres
que no conocen todavía la pérdida.

LA MUJER HERIDA

Solamente si alguna vez amaste
con uñas y con dientes
sin red
sin salvavidas
aciertes a entender el vértigo insondable
que se extiende a los pies del desengaño.

Ella creyó encontrar la fuente del principio
cuando lo conoció, en medio de la tierra,
sin más escudo que su piel de hombre
bruñida por el sol igual que el oro viejo.

Lo amó sin precipicios ni preguntas
tiernamente, en silencio
con esa gratitud voluptuosa
que provoca la lluvia en primavera.

Todo era tan sencillo.

Los versos inflamados de poetas infinitos
parecían seguirla a todas partes
como si el corazón se hubiera convertido
en un fiel animal domesticado.

Porque no existe nada que perdure
una noche aprendió, como tantos lo hicieran
antes y después de ella,
que el amor es un río con cataratas propias
y remansos ajenos
que siempre desemboca en el océano.

Míralo de este modo: la vida te ha enseñado
siguiendo su costumbre de incansable maestra
cómo el alma dibuja
serenas cicatrices sobre viejas heridas.

De Los ojos de la niebla (2008)

A LAS ÓRDENES DEL VIENTO

Para todos los que sienten que no están al mando

Me habría gustado ser discípula de Ícaro.

Hubiera sido hermoso festejar

las bodas de Calixto y Melibea.

Me habría gustado ser

un hitita ante la reina Nefertari

el joven Werther en Río de Janeiro

la deslumbrante dama sevillana

por la que Don José rechazó a Carmen.

Yo quisiera haber sido el huerto del poeta

con su verde árbol y su pozo blanco

el inspector fiscal

con el que conversara Maiakovski.

Me habría gustado amarte. Te lo juro.

Sólo que muchas veces la voluntad no basta.

BENDITA ALEGRÍA

Te confunden con otras, alegría:
ingenuidad, simpleza,
candidez,
inocencia.
Te subestiman con diminutivos
sucedáneo de la felicidad
eterna hermana pobre de la euforia.

Parecen no acordarse de la helada rutina,
cuando las insistencias se vacían de sangre
y el espanto aprisiona como un despeñadero.

No recojas el guante, te lo ruego,
olvida el desafío que lanza la ignorancia.
No nos dejes perdidos en medio de qué océano,
sin tu luz, alegría,
la de las manos anchas
la que convierte el alma en lugar habitable.

Desatiende el rumor de las trincheras,
la retórica vana de los oportunistas.
Tú eres el destilado de libertad más único,
el orgasmo espontáneo del espíritu.

Bienhallada alegría
la pura de sabor
la complaciente
tú que vives y reinas en el tuétano limpio
ahora y en el albor de toda hora
quédate con nosotros.

LOS HECHOS SON OKUPAS

Qué tozudez más seca
     tiene esto que llamamos realidad
                                       para entendernos.
Qué terca se revuelve contra el cielo.
La intersección más áspera donde mueren los sueños.

La he echado de mi casa innumerables veces
y siempre reaparece bajo cualquier pretexto.

Os juro, un día de éstos
       acabo cometiendo un desvarío.
No volváis nunca más, verdades como puños
no sigáis invadiendo mi morada.

Dejadme disfrutar a solas de mis pérdidas.

De Croniria (2009)

En este vídeo podemos ver a la autora hablando de su poemario «Las pequeñas espinas son pequeñas»:


Y en este enlace la poeta recitando un poema de «Las pequeñas espinas son pequeñas»:

Vídeo de Raquel Lanseros – libro: Las pequeñas espinas son pequeñas. Poesía, 2013 (conoceralautor.es)

UNA DE DOS

Quién diría que han gestado a todos los seres humanos
del planeta 
cuando de la riqueza poseen nada más un arañazo.
Acarician la piel de los ancianos.
Riegan con leche el alma de los niños.
Pintan cuadros que firman sus amantes.

Son una de cada dos personas muertas.
Una de cada dos personas vivas.
Llevan siglos mirando desde lejos las hazañas ajenas
en los escaparates de la Historia.

No es extraño que muchas desafíen las costumbres
las miradas mugrientas
  las amenazas con forma de cuchillo
     el dolor del estigma.
Un castigo es más soportable que una jaula.

Nada en ellas escapa al escrutinio de otros.
¿Cómo iban a perdonar que el pensamiento
no se pueda extirpar ni adormecer?

Dejemos de una vez los disimulos.
Ya no estamos a tiempo de tener un pasado glorioso.
Pero todo el futuro seguirá agonizando
hasta que no sea suyo lo que les pertenece.

MORENA CLARA

Estrella de plata,

la que más reluce,

¿por qué me llevas

por este calvario

llenito de cruces?

Antonio Quintero y Pascual Guillén

Fuiste una anciana de diecisiete años

porque la vida supo salvarse en ti a sí misma.

Demasiado espigada para un tiempo de luto

tú ibas

a caballo

sobre el firmamento.

El animoso monte revienta de colores.

Ya casi es primavera.

¿Quién iba a imaginar que fuera a ser la última?

Desde tu tornavoz, el apuntador dicta: Cuando se marchaba

no intentó mirarla


ni lanzó un quejío


ni le dijo adiós.

Tú sueñas con el sol sobre las tablas

como el brote comienza a bailar con el viento.

Es mayo y es España.

Mil novecientos treinta y seis el año.

Tu juventud escucha los aplausos caer

rescoldos de horizonte y manantial.

Pero ya las estrellas están brotando enfermas.

Han llegado a la era turbios hombres.

Gritan mucho y golpean los pies contra el camino.

Golondrinas sin alas, los niños dicen: ¡guerra!

Guerra, esa flor maligna

                              que brota solamente de los suelos muertos.

La noche que tendieron duró infinitos años.

Y tú, cieguecita sobre las tinieblas

a pasito lento.

No te dejaron ser

joven

ni actriz

ni libre.

Pero nunca lograron

                              hacerte maldecir tu limosna de vida

                              ni desclavarte a Dios del corazón

                               ni acallar tus susurros de inmortalidad.

Siempre tuviste diecisiete años

porque la vida nunca se resigna

y aun herida, marchita, apaleada

espera su ocasión

espera siempre

poder resucitar

morena

y clara.

LA LENGUA NECESITA UNA ESCAPADA

Descansando un momento del ruido
con la mano se aparta el sudor
agotada de utilitarismo
saturada de trivialidad
vuelve a ser el motor primigenio
que toma conciencia.

Le horrorizan los mismos epítetos
las idénticas cartas de amor
sueña con adjetivos exóticos
con orillas de verbos abiertos
alejadas del tedio mimético
y el lugar común.

El lenguaje se mira al espejo
que refleja vigor y belleza
se acaricia el armónico torso
se despoja de ropajes viejos
armoniza al concierto del cosmos
su respiración.

Durante unos instantes es libre
fuerte, joven, poderoso y pleno
sin grilletes de usuarios insulsos
sin el yugo de la menudencia
se sumerge en su lago sonoro
donde es dios del país de la idea
y reencuentra el calor de su amada
por fin, la poesía.

DESMONTANDO EL ANTROPONCENTRISMO

Que la naturaleza y usted tienen distintos planes

no es más que una obviedad

y- dicho sea de paso-

no habla a su favor que todavía no se haya dado cuenta.

Ella ve la cadena, usted el eslabón.

No la malinterprete

no es que el humano entendimiento suyo

le sea indiferente. Pero si hay que escoger

ella prefiere

la fuerza

el entusiasmo

el empuje sin desvanecimiento.

Ama los seres vivos dispuestos a luchar

para seguir estándolo.

Si acumula experiencia, sáquele partido.

Si prevé desenlaces, mejore sus posibles.

En cambio, no cometa

la niñería de dar por sentado.

¿No ha comprendido aún quién es el prestatario?

Pero no desfallezca

en tanto siga aquí

respirando

sintiendo

percibiendo

cada segundo es toda una victoria.

De Matria (2018)

Conferencia impartida por Raquel Lanseros en la Fundación March

https://canal.march.es/es/coleccion/raquel-lanseros-nupcias-incendio-con-agua-38832

Presentación de «Un hombre que no conoce Nueva York «, de Gregorio Dávila de Tena.

Fue un placer presentar este excelente libro y acompañar a Gregorio este día, pronto saldrá una reseña, lo que sí dejo aquí son algunas fotografias que testimonian ese momento, siempre fugaz:

TEMBLOR

No busco tener una lengua propia 

sino el balbuceo callado del arroyo 

el lamento del aire por las grutas de Duino 

o el eco de un oboe donde muere la noche.

Que en mi verso resuene el temblor de un naranjo 

al nevar en la acera, la llovizna en la tumba 

                             donde se hizo mármol 

                             mi padre 

o el clamor olvidado de las lágrimas.

Quizás el susurro de Yepes. ¿No oyes 

las ondas del guijarro en la fuente de plata? 

¿La brisa en la cabeza desnuda de Li Po 

o el pájaro en la jaula de Pizarnik?

No busco una lengua propia, busco el vacío en el cántaro 

y el eco de Valente, el agua estremecida por el Tíbet 

o el silencio 

en la piedra.

Busco un temblor de alegría en mis manos 

el temblor 

y la voz de los cerezos.

Quienes conocemos a Gregorio Dávila de Tena sabemos de su excelente trayectoria literaria, avalada por los premios concedidos: Alma de renacuajo, Premio de Poesía García de la Huerta 2017; Hebra de luzEjercicios sobre el Cántico, Premio de Poesía Pepa Cantarero 2018; Diputación de Jaén; Madre del agua. Por las huellas del Tao, XXII Premio de Poesía Eladio Cabañero 2019; Un temblor en las encinas. Biografía de una mirada, premiado en el I Memorial Ana del Valle, poesía, 2021;  y con Un hombre que no conoce Nueva York ha obtenido el VIII Premio de Poesía Juana Castro y está prologado por Sara Castelar.

No perdáis esta oportunidad para escucharlo y conversar de poesía. Os esperamos

Programación del Taller de poetas

Hemos retomado el Taller de poetas del segundo trimestre, como sabéis, en Casa del Libro de C/Velázquez nº.8. Interesados contactad en aalveasanchez@gmail.com . Os dejo la programación:

Miércoles 12 de enero a las 19.00h.La poesía de Eugénio de Andrade por Ana Isabel Alvea Sánchez

Ana Isabel Alvea Sánchez. Licenciada en Derecho y posteriormente en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad de Granada (2008), Diplomada en Estudios Avanzados (DEA), Postgrado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la misma Universidad (2011).  Formó parte del consejo editorial de la revista literaria y artística www.Ensentidofigurado.com durante varios años. Es crítica literaria, profesora de talleres de poesía y creación literaria y coordinadora de tertulias y encuentros literarios desde 2009. Antóloga, junto a Jorge Díaz Martínez, de La vida por delante. Antología de jóvenes poetas andaluces (2012). Ha publicado los siguientes poemarios: Interiores (Ediciones en huida, 2010), Hallarme yo en el mundo (Ediciones en huida, 2013) Púrpura de Cristal (Torremozas, 2017). Premiado su poemario La pared del caracol en el XXXVI Certamen Poético Ángel Martínez Baigorri, publicado en 2020 por el Ayuntamiento de Lodosa.

Jueves 27 de enero a las 19.00h.Luis Cernuda por Susana Jakfalvi.

Susana Jakfalvi : Doctora en Lenguas y Literaturas Romance. Syracuse University, EUA, 1982. Licenciada y Profesora en Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires, Argentina, 1971.

Posiciones Académicas: Profesora Invitada, Literatura Colonial, Cursos de Doctorado, Universidad Andina Simón Bolivar, Quito, Ecuador, 1998. Profesora de Estudios Hispánicos, Northwestern University, Illinois, EUA, 1985-1993. Profesora de Literatura, Escuela Española de Verano, Middlebury College, Vermont, EUA, 1988, 1992. Profesora Adjunta, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Argentina, 1974.

Directora, Programa de Español, Kellogg School of Management, Northwestern University, Illinois, EUA, 1992-1993. Directora, Programa en Sevilla, Northwestern University, Illinois, EUA, 1987-1989 .Directora, Programa de Español, España, Elms College, Massachusetts, EUA, 1985. Jefa, Departamento de Lenguas Modernas, Elms Collega, Massachusetts, EUA, 1984.

Campos de Investigación: Literatura Hispanoamericana; Literatura Colonial Hispanoamericana; Siglo de Oro Español; Literatura española Siglo XX y XXI. Teoría Literaria.

Publicaciones (entre otras):

Capítulo de Libros: En:Sara Castro-Klarén y Christian Fernández (eds.), Inca Garcilaso and Contemporary World-Making (Pittsburgh, PA: University of Pittsburgh Press) 2016). “Translation and writing in the work of Inca Garcilaso de la Vega”, pp154-173.

Libros: Antología mínima. Julio Cortázar. Sevilla: Lautaro Editorial Ibero-americana, 1994. Estudio preliminar y antología. Traducción, escritura y violencia colonizadora. Un estudio de la obra del Inca Garcilaso. Syracuse, New York, Latin American Series, No. 7, Maxwell School of Citizenship and Public Affairs, Syracuse University, 1984.

Traducciones: Victor L. Tapié, Barroco y Clasicismo, Madrid, Cátedra, 1978. Bethany Aram, Regir a la Reina, Marcial Pons, 2001.

Ediciones: 1977-2021 Las armas secretas. Julio Cortázar. Madrid: Cátedra.

Miércoles 9 de febrero a las 19.00h.- Safo de Lesbos y su poesía por Pepe Dorantes

Pepe Dorantes. Licenciado en Filología Clásica por la Universidad de Sevilla. Profesor de latín y griego en institutos de enseñanza secundaria. Se apartó de la docencia por motivos de salud y ahora se dedica íntegramente a la lectura y estudio de la literatura y filosofía. También escribe poesía.

Miércoles 23 de febrero a las 20.00h.Encuentro virtual- por Meet- con Amalia Iglesias Serna.

Amalia Iglesias Serna (Menaza, Aguilar de Campoo, Palencia, España ). Escritora y periodista. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Deusto (Bilbao). Ha dedicado las tres últimas décadas al periodismo escrito y la gestión cultural (El Correo Español, «Culturas» de Diario 16, ABC, Fundación Mapfre…). Trabajó durante diez años, entre 1987 y 1997, en el suplemento “Culturas”, de Diario 16. Durante quince años, desde su creación en 1996, y hasta su clausura en papel en 2011, fue jefa de Redacción de Revista de Libros. Desde 2011colabora en Revista de Occidente y desde 2018 escribe una columna semanal en El Norte de Castilla.

Entre sus libros de poemas destacan: Un lugar para el fuego (Rialp, 1985), premio Adonais en 1984; Memorial de Amauta (Endymion, 1988), premio Alonso de Ercilla del Gobierno Vasco en 1987; la plaquette Mar en sombra (Málaga, 1989); Dados y dudas (Pre-Textos, 1996), accésit del premio Jaime Gil de Biedma en 1995; Lázaro se sacude las ortigas (Abada, 2005), premio Villa de Madrid «Francisco de Quevedo» en 2006; Tótem espantapájaros (Abada Editores) y La sed del río (Reino de Cordelia), Premio de Poesía Ciudad de Salamanca 2016. Sus poemas han aparecido también en antologías como Las diosas blancas (Hiperión, 1985), Ellas tienen la palabra (Hiperión, 1997), Poetas de los ochenta (Mestral, 1988), Antología de la poesía española 1977-1995 (Castalia), Canción de canciones (Mario Muchnik), etc…

Preparó la edición de Algunos lugares de la pintura de María Zambrano. Es antóloga de Poetas en blanco y negro (Abada, 2006), una recopilación en la que se reúnen poemas de 230 poetas iberoamericanos que fueron publicándose previamente en la sección «Contemporáneos» del suplemento cultural de ABC durante varios años y de otras antologías como Sombras di-versas. Diecisiete poetas españolas actuales (1970-1991) (Vaso Roto, 2017), A poema abierto (Universidad de Salamanca, 2020).

En 2004 la Real Academia de Poesía de Córdoba le concedió la Medalla de Oro Don Luis de Góngora. En 2007 fue nombrada Presidenta Ejecutiva de la Comisión Nacional para la Conmemoración del Centenario de Machado en Soria. Es co-guionista, junto con la también poeta Julia Piera, del documental: Antonio Gamoneda: Escritura y alquimia (2009). En 2019 obtuvo la Beca a la Creación de la Fundación Castilla y León, para escribir el libro de poemas Leer da tiempo, que será publicado en los próximos meses por la editorial Abada.

Miércoles 9 de marzo a las 19.00h.- Poesía española contemporánea: Juan Carlos Reche por Jorge Díaz Martínez

Doctor en Teoría de la Literatura y del Arte y Literatura Comparada por la Universidad de Granada, ha sido lector de español en universidades de Asia, África y Europa. Actualmente, es profesor de enseñanza secundaria en Andalucía. Ha publicado los libros: Escribiendo mandalas (Ediciones En Huida, 2021), Transbordo. Poemas del metro de Barcelona (La Garúa, 2012), Almizcle y tabaco (Premio Arcipreste de Hita, Pre-Textos, 2005) y La piel de la memoria (Premio Vicente Núñez, Visor, 2004). Como crítico, ha seleccionado y prologado la antología Voces del nuevo siglo. Poesía española contemporánea (2014), traducida y publicada en Armenia por Hakob Simonyan. Y también, junto a Ana Isabel Alvea Sánchez: La vida por delante. Antología de jóvenes poetas andaluces (Ediciones En Huida, 2012). 

blog: http://www.jorgediazmartinez.com/

Miércoles 23 de marzo a las 19.00h.La poesía de Nuno Júdice por Ana Isabel Alvea Sánchez.

Licenciada en Derecho y posteriormente en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad de Granada (2008), Diplomada en Estudios Avanzados (DEA), Postgrado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la misma Universidad (2011).  Formó parte del consejo editorial de la revista literaria y artística www.Ensentidofigurado.com durante varios años. Es crítica literaria, profesora de talleres de poesía y creación literaria y coordinadora de tertulias y encuentros literarios desde 2009. Antóloga, junto a Jorge Díaz Martínez, de La vida por delante. Antología de jóvenes poetas andaluces (2012). Ha publicado los siguientes poemarios: Interiores (Ediciones en huida, 2010), Hallarme yo en el mundo (Ediciones en huida, 2013) Púrpura de Cristal (Torremozas, 2017). Premiado su poemario La pared del caracol en el XXXVI Certamen Poético Ángel Martínez Baigorri, publicado en 2020 por el Ayuntamiento de Lodosa.

Poemas de Eugénio de Andrade

El miércoles 12 de enero a las 19 horas en Casa del Libro, C/ Velázquez n.8, Sevilla, retomamos el Taller de poetas con la poesía de Eugénio de Andrade, os dejo algunos de sus poemas traducidos por Ángel Campos Pámpano, de la antología Todo el oro del día:

CASI NADA

El amor

es un ave temblando

en las manos de un niño.

Se sirve de palabras

porque ignora

que las mañanas más limpias

no tienen voz.

               Primeros poemas (1941-1944)

A UN CEREZO EN FLOR

Despertar, ser en la mañana de abril

la blancura de este cerezo;

arder de las hojas a la raíz,

florecer de esta manera o dar versos.

Abrir los brazos, acoger en las ramas

al viento, a la luz, a lo que sea;

sentir el tiempo, fibra a fibra,

tejiendo el corazón de una cereza.

                           Las manos y los frutos (1948)

CONSEJO

Sé paciente: espera

que la palabra madure

y se desprenda como un fruto

al pasar el viento que la merezca.

Los amantes sin dinero (1950)

SERÁN PALABRAS

Diremos prado bosque

primavera,

todo cuanto digamos

sólo es para decir

que fuimos jóvenes.

Diremos madre amor

un barco,

y sólo diremos

que nada hay

para llevarse al corazón.

Diremos tierra mar

o madreselva,

pero sin música en la sangre

serán palabras sólo,

y sólo palabras, lo que diremos.

                       Mar de septiembre (1961)

DESPEDIDA

Coge

todo el oro del día

en el tallo más alto

de la melancolía.

                       Ostinato Rigore (1964)

PLAZA DE LA MALA STRANA

Amo a estas palomas, a estos niños.

La eternidad no puede ser sino así:

palomas y niños haciendo

de la luz incomparable de la mañana

el lugar inocente del poema.

                             Escritura de la tierra (1974)

EL MURO ES blanco

y bruscamente

sobre el blanco del muro cae la noche.

Hay un caballo próximo al silencio,

una piedra fría sobre la boca,

piedra ciega de sueño.

Te amaría si vinieses ahora

o inclinases

tu rostro sobre el mío tan puro

y tan perdido,

oh vida.

                 

Materia solar (1980)

ME ASOMBRA QUE ESTOS OJOS aun duren todavía,

que sus piedras mojadas

se hayan demorado tanto en reflejar

un cielo extenuado

en lugar de aprender con la lluvia

a morder el suelo.

                                       El peso de la sombra (1982)

HAZ UNA LLAVE, aunque sea pequeña,

entra en la casa.

Consiente en la dulzura, ten piedad

de la materia de los sueños y de las aves.

Invoca el fuego, la claridad, la música

de los flancos.

No digas piedra, di ventana.

No seas como la sombra.

Di hombre, di niño, di estrella.

Repite las sílabas

donde la luz es feliz y se demora.

Vuelve a decir: hombremujerniño.

Donde la belleza es más nueva.

                                            Blanco en lo blanco (1984)

SUR

Era verano, había el muro.

En la plaza, la única evidencia

eran las palomas, el ardor

de la cal. De pronto

el silencio sacudió sus crines,

corrió hacia el mar.

Pensé: deberíamos morir así.

Así: arder en el aire.

                        El otro nombre de la tierra (1988)

EL ARTE DE LOS VERSOS

Toda ciencia está aquí,

en el modo que tiene esta mujer,

de los alrededores de Cantão,

o de los campos de Alpedrinha,

de regar cuatro o cinco bancales

de coles: mano certera

con el agua,

intimidad con la tierra

,empeño del corazón.

Así se hace el poema.

                  Cercano al decir (1992)

HAY DÍAS

Hay días en que creemos
que toda la basura del mundo nos cae
encima. Después
al asomarnos a la terraza vemos
a los niños que corren por el malecón
cantando.
No sé sus nombres. Uno
u otro se me parece.
Quiero decir: al niño que fui
cuando llegué a ser
luminosa presencia de la gracia
o de la alegría.
Una sonrisa se abre entonces
en un verano antiguo.
Y dura, dura todavía.

                 Los lugares de la lumbre (1998)

Taller de poetas: 1 de diciembre, Jorge Díaz Martínez. Poesía española contemporánea. La poesía de Carlos Pardo.

El miércoles 1 de diciembre a las 19.00 horas en el Taller de poetas, Jorge Díaz Martínez tratará sobre poesía de Carlos Pardo . La clase se impartirá a través de Meet. Interesados contactad en : aalveasanchez@gmail.com

Jorge Díaz Martínez, Doctor en Teoría de la Literatura y del Arte y Literatura Comparada por la Universidad de Granada, ha sido lector de español en universidades de Asia, África y Europa. Actualmente, es profesor de enseñanza secundaria en Andalucía. Ha publicado los libros: Escribiendo mandalas (Ediciones En Huida, 2021), Transbordo. Poemas del metro de Barcelona (La Garúa, 2012), Almizcle y tabaco (Premio Arcipreste de Hita, Pre-Textos, 2005) y La piel de la memoria (Premio Vicente Núñez, Visor, 2004). Como crítico, ha seleccionado y prologado la antología Voces del nuevo siglo. Poesía española contemporánea (2014), traducida y publicada en Armenia por Hakob Simonyan. Y también, junto a Ana Isabel Alvea Sánchez: La vida por delante. Antología de jóvenes poetas andaluces (Ediciones En Huida, 2012). 

blog: http://www.jorgediazmartinez.com/

De Carlos Pardos encontraréis datos de su bibliografía en este enlace : https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Pardo_(escritor)

Podéis leer algún poema de este autor en https://verseando.com/blog/carlos-pardo-presentacion-a-traves-de-sus-poemas/

Poemas de Antonio Gamoneda

ACARICIAS MI GARGANTA

con tu voz y tu mano lejanísima.

Oscura: bebe en el viento

el olor a tristeza de mis manos.

De La tierra y los labios (1947-1953)

ANTE MI ROSTRO,

Piedras heridas, cuerpos

endurecidos en el dolor.

Piedra viva, fúndete

dentro de mis ojos, dame

tu consistencia, pon

una pequeña eternidad en mí.

(Tímpano románico)

DE LA QUIETUD, UN PÁJARO,

a impulso de su canto,

pensativo se alza.

Y , de pronto,

ya no hay pájaro: lluvia,

cristal vivo, hacia arriba

crece.

Alguien tiende

su mano silenciosa,

alguien está diciendo

adiós, adiós sin palabras.

De Sublevación inmóvil (1953-1959)

EXISTÍAN TUS MANOS

Un día el mundo se quedó en silencio;
los árboles, arriba, eran hondos y majestuosos
y nosotros sentíamos bajo nuestra piel
el movimiento de la tierra.

Tus manos fueron suaves en las mías
y yo sentí la gravedad y la luz
y que vivías en mi corazón.

Todo era verdad bajo los árboles,
todo era verdad. Yo comprendía
todas las cosas como se comprende
un fruto con la boca, una luz con los ojos.

YO ME CALLO, YO ESPERO
hasta que mi pasión
y mi poesía y mi esperanza
sean como la que anda por la calle;
hasta que pueda ver con los ojos cerrados
el dolor que ya veo con los ojos abiertos.

De Exentos I (1959-1960)

DESPUÉS DE VEINTE AÑOS.

Cuando yo tenía catorce años,
me hacían trabajar hasta muy tarde.
Cuando llegaba a casa, me cogía
la cabeza mi madre entre sus manos.

Yo era un muchacho que amaba el sol y la tierra
y los gritos de mis camaradas en el soto
y las hogueras en la noche
y todas las cosas que dan salud y amistad
y hacen crecer el corazón.

A las cinco del día, en el invierno,
mi madre iba hasta el borde de mi cama
y me llamaba por mi nombre
y acariciaba mi rostro hasta despertarme.

Yo salía a la calle y aún no amanecía
y mis ojos parecían endurecerse con el frío.

Esto no es justo, aunque era hermoso
ir por las calles y escuchar mis pasos
y sentir la noche de los que dormían
y comprenderlos como a un solo ser,
como si descansaran de la misma existencia,
todos en el mismo sueño.

Entraba en el trabajo.
La oficina

olía mal y daba pena.
Luego,
llegaban las mujeres.
Se ponían
a fregar en silencio.

Veinte años.
He sido
escarnecido y olvidado.
Ya no comprendo la noche
ni el canto de los muchachos sobre las praderas.
Y, sin embargo, sé
que algo más grande y más real que yo
hay en mí, va en mis huesos:

Tierra incansable,
firma
la paz que sabes.
Danos
nuestra existencia a
nosotros
mismos.

CAIGO SOBRE UNAS MANOS

Cuando no sabía

aún que yo vivía en unas manos,

ellas pasaban sobre mi rostro y mi corazón.

Yo sentía que la noche era dulce

como una leche silenciosa. Y grande.

Mucho más grande que mi vida.

Madre:

eran tus manos y la noche juntas.

Por eso aquella oscuridad me amaba.

No lo recuerdo pero está conmigo.

Donde yo existo más, en lo olvidado,

están las manos y la noche.

A veces,

cuando mi cabeza cuelga sobre la tierra

y ya no puedo más y está vacío

el mundo, alguna vez, sube el olvido

aún al corazón.

Y me arrodillo

a respirar sobre tus manos.

Bajo

y tú escondes mi rostro; y soy pequeño;

y tus manos son grandes; y la noche

viene otra vez, viene otra vez.

Descanso

de ser hombre, descanso de ser hombre

AMOR

Mi manera de amarte es sencilla:

te aprieto a mí

como si hubiera un poco de justicia en mi corazón

y yo te la pudiese dar con el cuerpo.

Cuando revuelvo tus cabellos

algo hermoso se forma entre mis manos.

Y casi no sé más. Yo sólo aspiro

a estar contigo en paz y a estar en paz

con un deber desconocido

que a veces pesa también en mi corazón.

De Blues castellano (1961-1966)

EL ÓXIDO SE POSÓ EN MI LENGUA

El óxido se posó en mi lengua como el sabor de una desaparición.
El olvido entró en mi lengua y no tuve otra conducta que el olvido,
y no acepté otro valor que la imposibilidad.
Como un barco calcificado en un país del que se ha retirado el mar,
escuché la rendición de mis huesos depositándose en el descanso;
escuché la huida de los insectos y la retracción de la sombra al ingresar en lo que quedaba de mí;
escuché hasta que la verdad dejó de existir en el espacio y en mi espíritu,
y no pude resistir la perfección del silencio.
No creo en las invocaciones pero las invocaciones creen en mí:
han venido otra vez como líquenes inevitables.
La fermentación del verano se introduce en mi corazón y mis manos se deslizan cansadas en la lentitud.
Vienen rostros sin proyectar sombra ni hacer crujir la sencillez del aire;
sin osamenta ni tránsito, como si consistieran únicamente en el contenido de mis ojos, en la unidad de mis palabras, en el espesor de mis oídos.
Son obedientes y yo siento su reunión como una salud que se refugia en la oscuridad.
Es una amistad dentro de mí mismo;
es un estambre urdido por manos que son suaves en el interior de los días.

Vi la muerte rodeada de árboles (árboles más esbeltos que el llanto
de tus hermanas), urces en el fulgor y la serenidad.

Vi sombra azul distribuida en sernas, sólo advertida por los animales tan
antiguos como mi corazón, por emisarios muy cansados;

la deserción sobre la boca que yo amaba (grandes banderas ante los
espejos del suicidio)

la esperanza dentro del acero.

El otoño se expresa como pájaros invisibles. ¿Qué harías tú si tu
memoria estuviera llena de olvido, qué harías tú en
un país al que no querías llegar?

Pesan las máscaras de la pureza, pesan los paños sobre la forma
de la patria.

La vergüenza es la paz. Yo acudiré con mi vergüenza.

Pasan los cuerpos hacia la tortura y otros son ágiles en las posturas del
amor, pero la sabiduría aumenta en cálices más profundos.

¿Qué harías tú si tu memoria estuviera llena de olvido? Todas las
cosas son transparentes: cesan las escrituras y cae lluvia
dentro de los ojos.

Nuestros labios envejecieron en palabras incomprensibles.

De Descripción de la mentira (1975-1976)

DIOS Y SU MÁSCARA. Oyes a los insectos que se alimentan en tu
alma

y, de pronto, un árbol dice su clamor y arde la lengua del
olvido

y todo acaba en transparencia, en formas cuya verdad no se
concede

hasta que las espumas queman el corazón de hombres desconocidos y los caballos hablan de aquella sangre, de aquel aire extinguido en los patios de España,

de aquella tierra sin descanso,

de aquel olvido lleno de sangre.

(Delación del verano)

De Lápidas (1977-1986)

AMÉ TODAS LAS PÉRDIDAS.

Aún retumba el ruiseñor en el jardín invisible.

GRITAN LAS SERPIENTES en las celdas del aire. La ebriedad sube desde las piernas femeninas y tú pones tus labios en sus líquidos.

Coge la flor de la agonía. Aún

Hay humedad en la ceniza que amas.

AMÉ LAS DESAPARICIONES y ahora el último rostro ha salido de mí.

He atravesado las cortinas blancas:

ya solo hay luz dentro de mis ojos.

El libro del frío (1986-1998)

ÉSTA ES LA EDAD DEL HIERRO EN LA GARGANTA. YA.

Te habitas a ti mismo pero te desconoces; vives en una bóveda abandonada

en la que escuchas tu propio corazón

mientras la grasa y el olvido se extienden por tus venas y

te calcificas en el dolor y de tu boca

caen sílabas negras.


Vas hacia lo invisible

y sabes que es real lo que no existe.

Retienes vagamente tus causas y tus sueños

(aún conservas el olor de los suicidas),

te alimentan la ira y la piedad.

Queda poco de ti: vértigo, uñas

y sombras de recuerdos.

Piensas la desaparición. Acaricias

la tiniebla cerebral, bajas al hígado calcinado por la tristeza.

Así es la edad del hierro en la garganta. Ya

todo es incomprensible. Sin embargo,

amas aún cuanto has perdido.

Arden las pérdidas (1993-2003-2004)

CON TUS MANOS CONDUCIDAS por una música que vagamente recuerdas,

dices adiós en el umbral. Ah insensata dulzura,

dices adiós en el umbral y de tus manos se desprende

un instante sin límites.

TUS CABELLOS EN MIS MANOS, su resplandor atravesado por enjambres

invisibles, por instantes que no cesan de abandonarme;

tus cabellos entre dos falsas eternidades.

Ah extrañeza llena de luz: tus cabellos

en mis manos.

SOBRE EL ESTANQUE

las palomas giran en torno a tu cabeza.

Cuando sus alas rozan tus cabellos yo me inclino y veo tu claridad en el agua

y yo estoy en tu claridad y me desconozco:

estoy coronado de palomas

dentro del agua. En ti.

Cecilia (2000-2004 y 2018)

*Poemas de Esta luz. Poesía reunida. Volumen I, Galaxia Gutenberg

Poemas de mi libro «La pared del caracol»

¿QUIÉN SE ACERCA A SUSURRARME AL OÍDO?

Desde el alféizar del pensamiento

me asomo al espejo de las palabras.

Miro extrañada

el limo depositado en el tiempo.

En el estiaje de nuestro acelerado ritmo

quién nada contra la corriente

quién sale de sus aguas

quién se adentra en su azogue

y desde allí

                       comienza.

VESTIGIOS

-I-

Bajo una bóveda de crucería:

el musgo y la piedra.

El desgaste del tiempo

no logra eliminar

sus vestigios.

-II-

Vitrales de un mosaico

los recuerdos:

el río borra algunos

se deterioran otros.

-III-

Su silencio nos puebla.

-IV-

Nuestro relato duerme

en sus húmedos ojivales.

ILACIÓN

De la urdimbre de mis pensamientos

como de un soto o boscaje trunco

te rescato  PASADO

con trasmallos de pesca

como una barca arrastrada a tierra

para convertirse en palabra imagen

y anudar mi presente

y comprender su cauce

MAREA NEGRA

Paseo por una playa blanca y tranquila

una calurosa tarde de agosto.

Una joven corre apresurada a la orilla,

acude en ayuda de una anciana

que tiembla y teme adentrarse en el mar .

La joven le ofrece su mano y juntas se bañan.

La escena me recuerda a mi madre,

ella , inmensa y matriarcal,

flor que brotó de arenosas dunas

y sustentó la vida de los suyos,

tierra firme y fértil donde enraizarse,

una ballena azul de asfalto

y árida carretera

capaz de traernos los océanos al sur.

Me recuerda

todas las manos que en sus días últimos

la sujetaron con dulce amor

para que no se sintiera sola

cuando la fuerza centrífuga de la muerte

la arrastrara.

LA DESPEDIDA

Deseas despedirte de quien fuiste

decirle adiós con la mano

ese gesto definitivo

volver atrás la mirada y ver

que los años ayudaron a desprender

tu caperuza

caída en el suelo

MAIZALES

Son nuestros sueños

maizales que crecen

en las hondonadas de la roca.

¿Acaso cuando nos ilusionamos

no estamos regando

una estepa reseca?

I HAVE A DREAM

El mundo viene a nuestros ojos

y los pies a nuestras ideas.

I have a dream, dijiste.

Todos esos sueños que no terminan

de cumplirse

a los que buscamos sin descanso

aproximarnos,

glaciares que profesan eternidad

y no se funden con las inclemencias.

LA PARED DEL CARACOL

Igual que el caracol

escala

pausado y lento

el blanco roto

de la pared

así quisiera mi paciencia

en la vida

en la escritura

contigo

HORIZONTE

A plena luz del día,

un paisaje apenas visible

velado por la niebla,

como una pared por escribir

a la espera del trazo.

CALÉNDULAS

Las caléndulas reverberan:

su color en la tarde

su aroma en mis dedos

el polen suspendido en el aire

un revuelo de golondrinas

corona el instante

atenazado

por horas de aluminio .

ESPLIEGOS

Vienen a mí los campos de espliegos

en la hora vespertina

los cerros trillados por carreteras

los pensamientos como aves

vienen y van

las palabras nadan de tu boca

a la mía

la línea blanca continua

incita a la demora

en el pasaje

los espliegos ribetean su orilla

lábiles

HOY ES SIEMPRE TODAVÍA

Las olas braman con brío

para romperse en la orilla.

Todo queda en un halo de espuma

que se evapora.

Pero yo sé

de lo eterno:

el continuo movimiento

de la ola.

EL PINO

A veces cuando escribo

divaga mi mirada

entre encarnados tejados

y la ciudad extendida al fondo.

Destaca en el paisaje

a suma altivez de un pino.

Impera noble y sereno,

firme ante los avatares,

un hermoso árbol de navidad

que se eleva por encima de todo

y de todos,

que atiende solo al vuelo

y embellece la mirada de quien lo mira.

Poemas de Isabel Bono

El pasado 3 de noviembre tuvimos en el Taller de poetas un encuentro virtual con la escritora- poeta y narradora- Isabel Bono. Nos encantó charlar con ella, la admiraba como poeta y como persona es una delicia, fue muy lindo e inspirador, y lo pasamos muy bien, se nos pasó el tiempo volando. Os dejo algunos poemas suyos:

ROMA TERMINI (RUMBO NORTE)

esta lluvia

no va a detenerme

yo solo estoy de paso

esta lluvia

no es mía

HE TENIDO UN SUEÑO

una casa vacía

que llegaras cansado

jarra de limonada en la mesa

no entiendo por qué no

                                 De Los días felices (2003)

LA MADUREZ DE REPENTE

La madurez de repente

un día cualquiera.

Con el tiempo justo

para huir de los espejos.

Te atrapa la mirada fija,

el gesto breve,

la cabeza alta;

no queda más remedio que rendirse.

La madurez de repente

un día cualquiera,

y ya somos intrusos

en nuestros propios cuerpos.

El intruso (1987)

LA LOCURA DECIDE

el loco desearía otro destino

no mentir

no hablar

cambiar cien veces de domicilio

hasta darle esquinazo

nada

ni un collar de brasas

podría detenerla cuando besa

Contra todo pronóstico (1994)

aquí y ahora

saberlo todo

y que todo queme

                               de Juegos reunidos Geyper (2009)

deseo tener pájaros en la cabeza

tempestad y verano                

lo no dicho

deseo dudas cicatrices tu boca

piedra y desierto

que entre raíces crezca la hierba

deseo otra piel arena sueños

abismo memoria vidas

el comienzo sin final

siempre tuve deseos de ser hombre

gato adoquín insecto obra maestra

madera de violín partitura

lienzo pincel amarillo de cadmio

campo de trigo con o sin cuervos

cristal de sal nuez moscada

higuera tronco de olivo

saco de algarrobas

el azul de los témpanos

la lluvia

el mar rojo

toda tu sangre

serlo todo a la vez

y recordarlo

de Algo de invierno (2011)

deriva

no teníamos en común

más que la monotonía del verano

no nos unía

más que la cadena de mentiras

que forjábamos a la hora de la siesta

para sentirnos más valientes, menos solos

nos unía reinar sobre jardines ajenos

nos unía ver crecer la hiedra

cubriendo un tronco seco

La chispa, ¿de qué vida?

la vida sucedía

idéntica

verano tras verano

en un patio

lleno de macetas de helecho

incapaces de aprender de los mayores

fuerza paciencia, la palabra futuro

estudiábamos la cal de las paredes

vasos comunicantes

confiados y confusos

nombramos cuanto vimos

todo nos pertenecía

cuando bajaba la marea

las rocas perforadas por el mar

la playa muda

nuestros cuerpos dormidos

dando origen

al sueño de las algas

y todo brillaba

de Lo seco (2017)

Poema Alguien :

Isabel Bono – Alguien dice en PoetiCAL Málaga en mp3(18/03 a las 15:48:06) 01:42 10853258 – iVoox

siempre es la luz culpable de cada caída

busco una palabra

lucha

y digo, ¿por qué ahora?

ganarle unos metros a la oscuridad

dijo alguien

y no hay más

solo se trata de eso

una vez

cada vez

todas las veces

Me muero (2021)