El miércoles 1 de febrero a las 19 horas volverán a abrirse las ventanas en Casa del Libro , C/ Velázquez n.8 de Sevilla . En esta ocasión de la mano del profesor, escritor y crítico literario José De María Romero Barea . Por supuesto, me encantará veros y contrastar nuestros paisajes, porque en la lectura:
«… la arboleda despierta
la ciudad se acoda en tu balcón
esperas encontrarte en ella
y encontrarlos»
Muchísimas gracias a quienes me acompañaron ayer en la presentación de mi poemario » Las ventanas del tiempo». Fue una alegría veros y una delicia de tarde . Y cómo no agradecer la magnífica presentación de José De María Romero Barea , una lectura profunda, lúcida, detallada y llena de inteligentes reflexiones. Qué hermoso regalo. Gracias.
El próximo miércoles 25 de enero a las 19 horas, en el Taller de poetas, tendremos un encuentro por Meet con la excelente poeta Raquel Lanseros. Quienes estén interesados escribir a: aalveasanchez@gmail.com
RAQUEL LANSEROS.- Poeta y traductora, es una de las voces más premiadas y reconocidas de la actual poesía en español. Cerca de 200 críticos de más de 100 universidades (Harvard, Oxford, Columbia o Princeton, entre ellas) la han elegido la poeta más relevante en lengua española nacida después de 1970.
Autora de los libros Leyendas del promontorio, Diario de un destello, Los ojos de la niebla, Croniria, Las pequeñas espinas son pequeñas, este último uno de los más vendidos en España en 2014, y Matria. Croniria está publicado en inglés en Estados Unidos, mientras que Diario de un destello en francés se ha publicado en Francia bajo el título de Journal d’un scintillement. En Italia ha publicado Fino a che saremo Itaca, libro recopilatorio de muchos de sus poemas. Además, a partir de su obra se han publicado en España las antologías personales La acacia roja, Un sueño dentro de un sueño y A las órdenes del viento. Su obra ha sido reunida en su totalidad en el volumen Esta momentánea eternidad.
Entre los importantes galardones que ha recibido destacan el Premio de la Crítica 2018 y el Premio Andalucía de la Crítica 2018, el Premio Unicaja de Poesía, el Premio Antonio Machado en Baeza, el Premio del Tren o el Premio Jaén de Poesía, así como un accésit del Premio Adonáis.
De su trabajo como traductora destaca su versión rimada de los poemas de amor de Edgar Allan Poe, publicada en España y El Salvador con el título Poemas de amor; su traducción de una selección de poemas de Lewis Carroll, publicada bajo el título de Poemas; y su traducción de Los ojos de Elsa, el libro más reconocido de Louis Aragon y publicado por primera vez en español. Asimismo, ha publicado obra crítica, como Poesía soy yo, una antología de poetas del siglo XX en español, editada y prologada junto a Ana Merino.
Doctora en Didáctica de la Lengua y la Literatura, Máster en Comunicación Social y Licenciada en Filología inglesa, su obra ha sido parcialmente traducida a numerosos idiomas, e incluida en innumerables antologías y publicaciones literarias de todo el mundo, entre las cuales Poesía ante la incertidumbre ha superado la docena de ediciones en diferentes países. Participa en talleres de creación poética, cursos, festivales y encuentros literarios por todo el mundo, a la vez que colabora con prestigiosas revistas literarias y culturales internacionales.
Forma parte permanente del proyecto literario-teatral Hijos de Mary Shelley, que reúne a poetas, novelistas, dramaturgos y músicos. Es la traductora oficial al español para el proyecto europeo Pop Science, auspiciado por la Universidad de Ginebra, el CERN y la Academia Mundial de la Poesía, del que fue seleccionada representante española.
Que no crezca jamás en mis entrañas esa calma aparente llamada escepticismo. Huya yo del resabio, del cinismo, de la imparcialidad de hombros encogidos. Crea yo siempre en la vida crea yo siempre en las mil infinitas posibilidades.
Engáñenme los cantos de sirenas tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua. Que nunca se parezca mi epidermis a la piel de un paquidermo inconmovible, helado.
Llore yo todavía por sueños imposibles por amores prohibidos por fantasías de niña hechas añicos.
Huya yo del realismo encorsetado. Consérvense en mis labios las canciones, muchas y muy ruidosas y con muchos acordes.
Por si vinieran tiempos de silencio.
—
Yago Bazal de deja ver dos horas
La luna nueva late dentro del corazón de un hombre declarado clandestino.
Es una noche oscura como un crimen.
Yago Bazal avanza monte abajo entre sombras azules que susurran su historia.
Porque los ideales se volvieron ceniza hace tiempo que Yago no hace fuego.
Así, va dejando jirones de sus mejores sueños en las plateadas jaras a su paso.
Lo recuerda muy bien.
Un búho reconoce el rostro tenso a veces decidido a rebelarse contra quienes lo excluyen de los seres humanos aunque otras veces también muestra, de pronto, el cansancio plomizo y demacrado de una lucha sin plazo.
Hay pocos camaradas y mucha escarcha rota.
No es la palabra frío la que agrieta la cara ni amorata los dedos en las botas deshechas.
Es el frío de verdad.
Es el frío espeso de esta primera Navidad después de la derrota pegándosele al cuerpo igual que una serpiente.
En la guerra Yago había odiado las palabras.
Podía notar el pulso tibio como la tierra en las letras de sangre.
Sin embargo, ahora sabe que no son las palabras quienes matan.
Cada letra es un pez en el océano, un árbol florecido, pero hay labios que usan las palabras como se usa una ametralladora.
Fuera se han encendido las farolas ausentes de la calle.
Mientras, suspira muy despacio.
El frío le acompaña como entonces.
Si cierra bien los ojos fatigados.
Yago se puede ver trepando el muro de su propia huerta acallando a sus perros penetrando furtivo en su mísera casa de trigo húmedo y ajo.
Aún puede oír el sollozo desvalido de la mujer que ama al verlo tan delgado y polvoriento.
Todas las noches Yago vuelve a huir monte arriba con pocas provisiones y un beso triste quemándole los labios con los ojos perdidos de los hombres cuyo futuro ha sido demolido.
Todos nosotros somos ahora y para siempre las pisadas de Yago contra la piedra helada, yo soy el pan callado de aquella Nochebuena, tú eres la luna oscura que le ayuda a esconderse.
Y hoy es mil novecientos treinta y nueve.
De Diario de un destello ( 2006)
Un joven poeta recuerda a su padre
Ahora ya sé que pasé por tu vida como pasan los ríos debajo de los puentes indiferentes, turbios, orgullosos con la trivialidad desdibujada de las pequeñas cosas que parecen eternas.
Muchas veces lo obvio se oculta tras un halo de extrañeza tras la costumbre lenta, indistinguible del aura fugitiva de las vivencias únicas.
Es difícil saber que la belleza abrupta del vivir cotidiano tan desinteresada de sí misma nacida sin clamor ni pretensiones es en esencia tan mágica y rotunda que resulta imposible de imitar a propósito.
Y es aún más difícil comprender que la fiesta de las cosas sencillas casi siempre termina mucho antes que la voluntad del festejado.
Inmóvil vi pasar ante mis ojos el desfile callado de tu vida con tus sueños cansados en otoño tus alegrías de puertas para adentro y tus desvelos discretamente cálidos.
Creo acertar si digo que nunca te di nada que no fuese un préstamo a mí mismo.
Te pedí, sin embargo, tantas cosas.
Hoy, inmóvil de nuevo, asisto inerme a este desfile amargo de tu ausencia mientras mi corazón, dividido y atónito, comienza a descubrir, como el poeta, que la vida va en serio.
Te recuerdo. Hace frío y el frío me devuelve aquella forma tuya tan sutil de ofrecerme a la vez un corazón errante la suerte en un casino de Las Vegas la lluvia indescifrable del desierto los versos de Machado en un suburbio.
Ahora ya sé que pasé por tu vida indolente y confiado, sin asombro, como suelen vivir todos los hombres que no conocen todavía la pérdida.
—
LA MUJER HERIDA
Solamente si alguna vez amaste con uñas y con dientes sin red sin salvavidas aciertes a entender el vértigo insondable que se extiende a los pies del desengaño.
Ella creyó encontrar la fuente del principio cuando lo conoció, en medio de la tierra, sin más escudo que su piel de hombre bruñida por el sol igual que el oro viejo.
Lo amó sin precipicios ni preguntas tiernamente, en silencio con esa gratitud voluptuosa que provoca la lluvia en primavera.
Todo era tan sencillo.
Los versos inflamados de poetas infinitos parecían seguirla a todas partes como si el corazón se hubiera convertido en un fiel animal domesticado.
Porque no existe nada que perdure una noche aprendió, como tantos lo hicieran antes y después de ella, que el amor es un río con cataratas propias y remansos ajenos que siempre desemboca en el océano.
Míralo de este modo: la vida te ha enseñado siguiendo su costumbre de incansable maestra cómo el alma dibuja serenas cicatrices sobre viejas heridas.
De Los ojos de la niebla (2008)
—
A LAS ÓRDENES DEL VIENTO
Para todos los que sienten que no están al mando
Me habría gustado ser discípula de Ícaro.
Hubiera sido hermoso festejar
las bodas de Calixto y Melibea.
Me habría gustado ser
un hitita ante la reina Nefertari
el joven Werther en Río de Janeiro
la deslumbrante dama sevillana
por la que Don José rechazó a Carmen.
Yo quisiera haber sido el huerto del poeta
con su verde árbol y su pozo blanco
el inspector fiscal
con el que conversara Maiakovski.
Me habría gustado amarte. Te lo juro.
Sólo que muchas veces la voluntad no basta.
—
BENDITA ALEGRÍA
Te confunden con otras, alegría: ingenuidad, simpleza, candidez, inocencia. Te subestiman con diminutivos sucedáneo de la felicidad eterna hermana pobre de la euforia.
Parecen no acordarse de la helada rutina, cuando las insistencias se vacían de sangre y el espanto aprisiona como un despeñadero.
No recojas el guante, te lo ruego, olvida el desafío que lanza la ignorancia. No nos dejes perdidos en medio de qué océano, sin tu luz, alegría, la de las manos anchas la que convierte el alma en lugar habitable.
Desatiende el rumor de las trincheras, la retórica vana de los oportunistas. Tú eres el destilado de libertad más único, el orgasmo espontáneo del espíritu.
Bienhallada alegría la pura de sabor la complaciente tú que vives y reinas en el tuétano limpio ahora y en el albor de toda hora quédate con nosotros.
—
LOS HECHOS SON OKUPAS
Qué tozudez más seca tiene esto que llamamos realidad para entendernos. Qué terca se revuelve contra el cielo. La intersección más áspera donde mueren los sueños.
La he echado de mi casa innumerables veces y siempre reaparece bajo cualquier pretexto.
Os juro, un día de éstos acabo cometiendo un desvarío. No volváis nunca más, verdades como puños no sigáis invadiendo mi morada.
Dejadme disfrutar a solas de mis pérdidas.
De Croniria (2009)
En este vídeo podemos ver a la autora hablando de su poemario «Las pequeñas espinas son pequeñas»:
Y en este enlace la poeta recitando un poema de «Las pequeñas espinas son pequeñas»:
Quién diría que han gestado a todos los seres humanos del planeta cuando de la riqueza poseen nada más un arañazo. Acarician la piel de los ancianos. Riegan con leche el alma de los niños. Pintan cuadros que firman sus amantes.
Son una de cada dos personas muertas. Una de cada dos personas vivas. Llevan siglos mirando desde lejos las hazañas ajenas en los escaparates de la Historia.
No es extraño que muchas desafíen las costumbres las miradas mugrientas las amenazas con forma de cuchillo el dolor del estigma. Un castigo es más soportable que una jaula.
Nada en ellas escapa al escrutinio de otros. ¿Cómo iban a perdonar que el pensamiento no se pueda extirpar ni adormecer?
Dejemos de una vez los disimulos. Ya no estamos a tiempo de tener un pasado glorioso. Pero todo el futuro seguirá agonizando hasta que no sea suyo lo que les pertenece.
—
MORENA CLARA
Estrella de plata,
la que más reluce,
¿por qué me llevas
por este calvario
llenito de cruces?
Antonio Quintero y Pascual Guillén
Fuiste una anciana de diecisiete años
porque la vida supo salvarse en ti a sí misma.
Demasiado espigada para un tiempo de luto
tú ibas
a caballo
sobre el firmamento.
El animoso monte revienta de colores.
Ya casi es primavera.
¿Quién iba a imaginar que fuera a ser la última?
Desde tu tornavoz, el apuntador dicta: Cuando se marchaba
no intentó mirarla
ni lanzó un quejío
ni le dijo adiós.
Tú sueñas con el sol sobre las tablas
como el brote comienza a bailar con el viento.
Es mayo y es España.
Mil novecientos treinta y seis el año.
Tu juventud escucha los aplausos caer
rescoldos de horizonte y manantial.
Pero ya las estrellas están brotando enfermas.
Han llegado a la era turbios hombres.
Gritan mucho y golpean los pies contra el camino.
Golondrinas sin alas, los niños dicen: ¡guerra!
Guerra, esa flor maligna
que brota solamente de los suelos muertos.
La noche que tendieron duró infinitos años.
Y tú, cieguecita sobre las tinieblas
a pasito lento.
No te dejaron ser
joven
ni actriz
ni libre.
Pero nunca lograron
hacerte maldecir tu limosna de vida
ni desclavarte a Dios del corazón
ni acallar tus susurros de inmortalidad.
Siempre tuviste diecisiete años
porque la vida nunca se resigna
y aun herida, marchita, apaleada
espera su ocasión
espera siempre
poder resucitar
morena
y clara.
—
LA LENGUA NECESITA UNA ESCAPADA
Descansando un momento del ruido con la mano se aparta el sudor agotada de utilitarismo saturada de trivialidad vuelve a ser el motor primigenio que toma conciencia.
Le horrorizan los mismos epítetos las idénticas cartas de amor sueña con adjetivos exóticos con orillas de verbos abiertos alejadas del tedio mimético y el lugar común.
El lenguaje se mira al espejo que refleja vigor y belleza se acaricia el armónico torso se despoja de ropajes viejos armoniza al concierto del cosmos su respiración.
Durante unos instantes es libre fuerte, joven, poderoso y pleno sin grilletes de usuarios insulsos sin el yugo de la menudencia se sumerge en su lago sonoro donde es dios del país de la idea y reencuentra el calor de su amada por fin, la poesía.
—
DESMONTANDO EL ANTROPONCENTRISMO
Que la naturaleza y usted tienen distintos planes
no es más que una obviedad
y- dicho sea de paso-
no habla a su favor que todavía no se haya dado cuenta.
Ella ve la cadena, usted el eslabón.
No la malinterprete
no es que el humano entendimiento suyo
le sea indiferente. Pero si hay que escoger
ella prefiere
la fuerza
el entusiasmo
el empuje sin desvanecimiento.
Ama los seres vivos dispuestos a luchar
para seguir estándolo.
Si acumula experiencia, sáquele partido.
Si prevé desenlaces, mejore sus posibles.
En cambio, no cometa
la niñería de dar por sentado.
¿No ha comprendido aún quién es el prestatario?
Pero no desfallezca
en tanto siga aquí
respirando
sintiendo
percibiendo
cada segundo es toda una victoria.
De Matria (2018)
Conferencia impartida por Raquel Lanseros en la Fundación March
Fue un placer presentar este excelente libro y acompañar a Gregorio este día, pronto saldrá una reseña, lo que sí dejo aquí son algunas fotografias que testimonian ese momento, siempre fugaz:
TEMBLOR
No busco tener una lengua propia
sino el balbuceo callado del arroyo
el lamento del aire por las grutas de Duino
o el eco de un oboe donde muere la noche.
Que en mi verso resuene el temblor de un naranjo
al nevar en la acera, la llovizna en la tumba
donde se hizo mármol
mi padre
o el clamor olvidado de las lágrimas.
Quizás el susurro de Yepes. ¿No oyes
las ondas del guijarro en la fuente de plata?
¿La brisa en la cabeza desnuda de Li Po
o el pájaro en la jaula de Pizarnik?
No busco una lengua propia, busco el vacío en el cántaro
y el eco de Valente, el agua estremecida por el Tíbet
o el silencio
en la piedra.
Busco un temblor de alegría en mis manos
el temblor
y la voz de los cerezos.
Quienes conocemos a Gregorio Dávila de Tena sabemos de su excelente trayectoria literaria, avalada por los premios concedidos: Alma de renacuajo, Premio de Poesía García de la Huerta 2017; Hebra de luz. Ejercicios sobre el Cántico, Premio de Poesía Pepa Cantarero 2018; Diputación de Jaén; Madre del agua. Por las huellas del Tao, XXII Premio de Poesía Eladio Cabañero 2019; Un temblor en las encinas. Biografía de una mirada, premiado en el I Memorial Ana del Valle, poesía, 2021; y con Un hombre que no conoce Nueva York ha obtenido el VIII Premio de Poesía Juana Castro y está prologado por Sara Castelar.
No perdáis esta oportunidad para escucharlo y conversar de poesía. Os esperamos
Hemos retomado el Taller de poetas del segundo trimestre, como sabéis, en Casa del Libro de C/Velázquez nº.8. Interesados contactad en aalveasanchez@gmail.com . Os dejo la programación:
Miércoles 12 de enero a las 19.00h.– La poesía de Eugénio de Andrade por Ana Isabel Alvea Sánchez
Ana Isabel Alvea Sánchez. Licenciada en Derecho y posteriormente en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad de Granada (2008), Diplomada en Estudios Avanzados (DEA), Postgrado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la misma Universidad (2011). Formó parte del consejo editorial de la revista literaria y artística www.Ensentidofigurado.com durante varios años. Es crítica literaria, profesora de talleres de poesía y creación literaria y coordinadora de tertulias y encuentros literarios desde 2009. Antóloga, junto a Jorge Díaz Martínez, de La vida por delante. Antología de jóvenes poetas andaluces (2012). Ha publicado los siguientes poemarios: Interiores (Ediciones en huida, 2010), Hallarme yo en el mundo (Ediciones en huida, 2013) Púrpura de Cristal (Torremozas, 2017). Premiado su poemario La pared del caracol en el XXXVI Certamen Poético Ángel Martínez Baigorri, publicado en 2020 por el Ayuntamiento de Lodosa.
Jueves 27 de enero a las 19.00h.– Luis Cernuda por Susana Jakfalvi.
Susana Jakfalvi : Doctora en Lenguas y Literaturas Romance. Syracuse University, EUA, 1982. Licenciada y Profesora en Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires, Argentina, 1971.
Posiciones Académicas: Profesora Invitada, Literatura Colonial, Cursos de Doctorado, Universidad Andina Simón Bolivar, Quito, Ecuador, 1998. Profesora de Estudios Hispánicos, Northwestern University, Illinois, EUA, 1985-1993. Profesora de Literatura, Escuela Española de Verano, Middlebury College, Vermont, EUA, 1988, 1992. Profesora Adjunta, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Argentina, 1974.
Directora, Programa de Español, Kellogg School of Management, Northwestern University, Illinois, EUA, 1992-1993. Directora, Programa en Sevilla, Northwestern University, Illinois, EUA, 1987-1989 .Directora, Programa de Español, España, Elms College, Massachusetts, EUA, 1985. Jefa, Departamento de Lenguas Modernas, Elms Collega, Massachusetts, EUA, 1984.
Campos de Investigación: Literatura Hispanoamericana; Literatura Colonial Hispanoamericana; Siglo de Oro Español; Literatura española Siglo XX y XXI. Teoría Literaria.
Publicaciones (entre otras):
Capítulo de Libros: En:Sara Castro-Klarén y Christian Fernández (eds.), Inca Garcilaso and Contemporary World-Making (Pittsburgh, PA: University of Pittsburgh Press) 2016). “Translation and writing in the work of Inca Garcilaso de la Vega”, pp154-173.
Libros: Antología mínima. Julio Cortázar. Sevilla: Lautaro Editorial Ibero-americana, 1994. Estudio preliminar y antología. Traducción, escritura y violencia colonizadora. Un estudio de la obra del Inca Garcilaso. Syracuse, New York, Latin American Series, No. 7, Maxwell School of Citizenship and Public Affairs, Syracuse University, 1984.
Traducciones: Victor L. Tapié, Barroco y Clasicismo, Madrid, Cátedra, 1978. Bethany Aram, Regir a la Reina, Marcial Pons, 2001.
Ediciones: 1977-2021 Las armas secretas. Julio Cortázar. Madrid: Cátedra.
Miércoles 9 de febrero a las 19.00h.- Safode Lesbosy su poesía por Pepe Dorantes
Pepe Dorantes. Licenciado en Filología Clásica por la Universidad de Sevilla. Profesor de latín y griego en institutos de enseñanza secundaria. Se apartó de la docencia por motivos de salud y ahora se dedica íntegramente a la lectura y estudio de la literatura y filosofía. También escribe poesía.
Miércoles 23 de febrero a las 20.00h.– Encuentro virtual- por Meet- con Amalia Iglesias Serna.
Amalia Iglesias Serna (Menaza, Aguilar de Campoo, Palencia, España ). Escritora y periodista. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Deusto (Bilbao). Ha dedicado las tres últimas décadas al periodismo escrito y la gestión cultural (El Correo Español, «Culturas» de Diario 16, ABC, Fundación Mapfre…). Trabajó durante diez años, entre 1987 y 1997, en el suplemento “Culturas”, de Diario 16. Durante quince años, desde su creación en 1996, y hasta su clausura en papel en 2011, fue jefa de Redacción de Revista de Libros. Desde 2011colabora en Revista de Occidente y desde 2018 escribe una columna semanal en El Norte de Castilla.
Entre sus libros de poemas destacan: Un lugar para el fuego (Rialp, 1985), premio Adonais en 1984; Memorial de Amauta (Endymion, 1988), premio Alonso de Ercilla del Gobierno Vasco en 1987; la plaquette Mar en sombra (Málaga, 1989); Dados y dudas (Pre-Textos, 1996), accésit del premio Jaime Gil de Biedma en 1995; Lázaro se sacude las ortigas (Abada, 2005), premio Villa de Madrid «Francisco de Quevedo» en 2006; Tótem espantapájaros (Abada Editores) y La sed del río (Reino de Cordelia), Premio de Poesía Ciudad de Salamanca 2016. Sus poemas han aparecido también en antologías como Las diosas blancas (Hiperión, 1985), Ellas tienen la palabra (Hiperión, 1997), Poetas de los ochenta (Mestral, 1988), Antología de la poesía española 1977-1995 (Castalia), Canción de canciones (Mario Muchnik), etc…
Preparó la edición de Algunos lugares de la pintura de María Zambrano. Es antóloga de Poetas en blanco y negro (Abada, 2006), una recopilación en la que se reúnen poemas de 230 poetas iberoamericanos que fueron publicándose previamente en la sección «Contemporáneos» del suplemento cultural de ABC durante varios años y de otras antologías como Sombras di-versas. Diecisiete poetas españolas actuales (1970-1991) (Vaso Roto, 2017), A poema abierto (Universidad de Salamanca, 2020).
En 2004 la Real Academia de Poesía de Córdoba le concedió la Medalla de Oro Don Luis de Góngora. En 2007 fue nombrada Presidenta Ejecutiva de la Comisión Nacional para la Conmemoración del Centenario de Machado en Soria. Es co-guionista, junto con la también poeta Julia Piera, del documental: Antonio Gamoneda: Escritura y alquimia (2009). En 2019 obtuvo la Beca a la Creación de la Fundación Castilla y León, para escribir el libro de poemas Leer da tiempo, que será publicado en los próximos meses por la editorial Abada.
Miércoles 9 de marzo a las 19.00h.- Poesía española contemporánea: Juan Carlos Reche por Jorge Díaz Martínez
Doctor en Teoría de la Literatura y del Arte y Literatura Comparada por la Universidad de Granada, ha sido lector de español en universidades de Asia, África y Europa. Actualmente, es profesor de enseñanza secundaria en Andalucía. Ha publicado los libros: Escribiendo mandalas (Ediciones En Huida, 2021), Transbordo. Poemas del metro de Barcelona (La Garúa, 2012), Almizcle y tabaco (Premio Arcipreste de Hita, Pre-Textos, 2005) y La piel de la memoria (Premio Vicente Núñez, Visor, 2004). Como crítico, ha seleccionado y prologado la antología Voces del nuevo siglo. Poesía española contemporánea (2014), traducida y publicada en Armenia por Hakob Simonyan. Y también, junto a Ana Isabel Alvea Sánchez: La vida por delante. Antología de jóvenes poetas andaluces (Ediciones En Huida, 2012).
Miércoles 23 de marzoa las 19.00h.– La poesía de Nuno Júdice por Ana Isabel Alvea Sánchez.
Licenciada en Derecho y posteriormente en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad de Granada (2008), Diplomada en Estudios Avanzados (DEA), Postgrado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la misma Universidad (2011). Formó parte del consejo editorial de la revista literaria y artística www.Ensentidofigurado.com durante varios años. Es crítica literaria, profesora de talleres de poesía y creación literaria y coordinadora de tertulias y encuentros literarios desde 2009. Antóloga, junto a Jorge Díaz Martínez, de La vida por delante. Antología de jóvenes poetas andaluces (2012). Ha publicado los siguientes poemarios: Interiores (Ediciones en huida, 2010), Hallarme yo en el mundo (Ediciones en huida, 2013) Púrpura de Cristal (Torremozas, 2017). Premiado su poemario La pared del caracol en el XXXVI Certamen Poético Ángel Martínez Baigorri, publicado en 2020 por el Ayuntamiento de Lodosa.
El miércoles 12 de enero a las 19 horas en Casa del Libro, C/ Velázquez n.8, Sevilla, retomamos el Taller de poetas con la poesía de Eugénio de Andrade, os dejo algunos de sus poemas traducidos por Ángel Campos Pámpano, de la antología Todo el oro del día:
CASI NADA
El amor
es un ave temblando
en las manos de un niño.
Se sirve de palabras
porque ignora
que las mañanas más limpias
no tienen voz.
Primeros poemas (1941-1944)
A UN CEREZO EN FLOR
Despertar, ser en la mañana de abril
la blancura de este cerezo;
arder de las hojas a la raíz,
florecer de esta manera o dar versos.
Abrir los brazos, acoger en las ramas
al viento, a la luz, a lo que sea;
sentir el tiempo, fibra a fibra,
tejiendo el corazón de una cereza.
Las manos y los frutos (1948)
CONSEJO
Sé paciente: espera
que la palabra madure
y se desprenda como un fruto
al pasar el viento que la merezca.
Los amantes sin dinero (1950)
SERÁN PALABRAS
Diremos prado bosque
primavera,
todo cuanto digamos
sólo es para decir
que fuimos jóvenes.
Diremos madre amor
un barco,
y sólo diremos
que nada hay
para llevarse al corazón.
Diremos tierra mar
o madreselva,
pero sin música en la sangre
serán palabras sólo,
y sólo palabras, lo que diremos.
Mar de septiembre (1961)
DESPEDIDA
Coge
todo el oro del día
en el tallo más alto
de la melancolía.
Ostinato Rigore (1964)
PLAZA DE LA MALA STRANA
Amo a estas palomas, a estos niños.
La eternidad no puede ser sino así:
palomas y niños haciendo
de la luz incomparable de la mañana
el lugar inocente del poema.
Escritura de la tierra (1974)
EL MURO ES blanco
y bruscamente
sobre el blanco del muro cae la noche.
Hay un caballo próximo al silencio,
una piedra fría sobre la boca,
piedra ciega de sueño.
Te amaría si vinieses ahora
o inclinases
tu rostro sobre el mío tan puro
y tan perdido,
oh vida.
Materia solar (1980)
ME ASOMBRA QUE ESTOS OJOS aun duren todavía,
que sus piedras mojadas
se hayan demorado tanto en reflejar
un cielo extenuado
en lugar de aprender con la lluvia
a morder el suelo.
El peso de la sombra (1982)
HAZ UNA LLAVE, aunque sea pequeña,
entra en la casa.
Consiente en la dulzura, ten piedad
de la materia de los sueños y de las aves.
Invoca el fuego, la claridad, la música
de los flancos.
No digas piedra, di ventana.
No seas como la sombra.
Di hombre, di niño, di estrella.
Repite las sílabas
donde la luz es feliz y se demora.
Vuelve a decir: hombre, mujer, niño.
Donde la belleza es más nueva.
Blanco en lo blanco (1984)
SUR
Era verano, había el muro.
En la plaza, la única evidencia
eran las palomas, el ardor
de la cal. De pronto
el silencio sacudió sus crines,
corrió hacia el mar.
Pensé: deberíamos morir así.
Así: arder en el aire.
El otro nombre de la tierra (1988)
EL ARTE DE LOS VERSOS
Toda ciencia está aquí,
en el modo que tiene esta mujer,
de los alrededores de Cantão,
o de los campos de Alpedrinha,
de regar cuatro o cinco bancales
de coles: mano certera
con el agua,
intimidad con la tierra
,empeño del corazón.
Así se hace el poema.
Cercano al decir (1992)
HAY DÍAS
Hay días en que creemos que toda la basura del mundo nos cae encima. Después al asomarnos a la terraza vemos a los niños que corren por el malecón cantando. No sé sus nombres. Uno u otro se me parece. Quiero decir: al niño que fui cuando llegué a ser luminosa presencia de la gracia o de la alegría. Una sonrisa se abre entonces en un verano antiguo. Y dura, dura todavía.
El miércoles 1 de diciembre a las 19.00 horas en el Taller de poetas, Jorge Díaz Martínez tratará sobre poesía de Carlos Pardo . La clase se impartirá a través de Meet. Interesados contactad en : aalveasanchez@gmail.com
Jorge Díaz Martínez, Doctor en Teoría de la Literatura y del Arte y Literatura Comparada por la Universidad de Granada, ha sido lector de español en universidades de Asia, África y Europa. Actualmente, es profesor de enseñanza secundaria en Andalucía. Ha publicado los libros: Escribiendo mandalas (Ediciones En Huida, 2021), Transbordo. Poemas del metro de Barcelona (La Garúa, 2012), Almizcle y tabaco (Premio Arcipreste de Hita, Pre-Textos, 2005) y La piel de la memoria (Premio Vicente Núñez, Visor, 2004). Como crítico, ha seleccionado y prologado la antología Voces del nuevo siglo. Poesía española contemporánea (2014), traducida y publicada en Armenia por Hakob Simonyan. Y también, junto a Ana Isabel Alvea Sánchez: La vida por delante. Antología de jóvenes poetas andaluces (Ediciones En Huida, 2012).
Un día el mundo se quedó en silencio; los árboles, arriba, eran hondos y majestuosos y nosotros sentíamos bajo nuestra piel el movimiento de la tierra.
Tus manos fueron suaves en las mías y yo sentí la gravedad y la luz y que vivías en mi corazón.
Todo era verdad bajo los árboles, todo era verdad. Yo comprendía todas las cosas como se comprende un fruto con la boca, una luz con los ojos.
—
YO ME CALLO, YO ESPERO hasta que mi pasión y mi poesía y mi esperanza sean como la que anda por la calle; hasta que pueda ver con los ojos cerrados el dolor que ya veo con los ojos abiertos.
De Exentos I (1959-1960)
DESPUÉS DE VEINTE AÑOS.
Cuando yo tenía catorce años, me hacían trabajar hasta muy tarde. Cuando llegaba a casa, me cogía la cabeza mi madre entre sus manos.
Yo era un muchacho que amaba el sol y la tierra y los gritos de mis camaradas en el soto y las hogueras en la noche y todas las cosas que dan salud y amistad y hacen crecer el corazón.
A las cinco del día, en el invierno, mi madre iba hasta el borde de mi cama y me llamaba por mi nombre y acariciaba mi rostro hasta despertarme.
Yo salía a la calle y aún no amanecía y mis ojos parecían endurecerse con el frío.
Esto no es justo, aunque era hermoso ir por las calles y escuchar mis pasos y sentir la noche de los que dormían y comprenderlos como a un solo ser, como si descansaran de la misma existencia, todos en el mismo sueño.
Entraba en el trabajo. La oficina
olía mal y daba pena. Luego, llegaban las mujeres. Se ponían a fregar en silencio.
Veinte años. He sido escarnecido y olvidado. Ya no comprendo la noche ni el canto de los muchachos sobre las praderas. Y, sin embargo, sé que algo más grande y más real que yo hay en mí, va en mis huesos:
Tierra incansable, firma la paz que sabes. Danos nuestra existencia a nosotros mismos.
—
CAIGO SOBRE UNAS MANOS
Cuando no sabía
aún que yo vivía en unas manos,
ellas pasaban sobre mi rostro y mi corazón.
Yo sentía que la noche era dulce
como una leche silenciosa. Y grande.
Mucho más grande que mi vida.
Madre:
eran tus manos y la noche juntas.
Por eso aquella oscuridad me amaba.
No lo recuerdo pero está conmigo.
Donde yo existo más, en lo olvidado,
están las manos y la noche.
A veces,
cuando mi cabeza cuelga sobre la tierra
y ya no puedo más y está vacío
el mundo, alguna vez, sube el olvido
aún al corazón.
Y me arrodillo
a respirar sobre tus manos.
Bajo
y tú escondes mi rostro; y soy pequeño;
y tus manos son grandes; y la noche
viene otra vez, viene otra vez.
Descanso
de ser hombre, descanso de ser hombre
—
AMOR
Mi manera de amarte es sencilla:
te aprieto a mí
como si hubiera un poco de justicia en mi corazón
y yo te la pudiese dar con el cuerpo.
Cuando revuelvo tus cabellos
algo hermoso se forma entre mis manos.
Y casi no sé más. Yo sólo aspiro
a estar contigo en paz y a estar en paz
con un deber desconocido
que a veces pesa también en mi corazón.
De Blues castellano (1961-1966)
—
EL ÓXIDO SE POSÓ EN MI LENGUA
El óxido se posó en mi lengua como el sabor de una desaparición. El olvido entró en mi lengua y no tuve otra conducta que el olvido, y no acepté otro valor que la imposibilidad. Como un barco calcificado en un país del que se ha retirado el mar, escuché la rendición de mis huesos depositándose en el descanso; escuché la huida de los insectos y la retracción de la sombra al ingresar en lo que quedaba de mí; escuché hasta que la verdad dejó de existir en el espacio y en mi espíritu, y no pude resistir la perfección del silencio. No creo en las invocaciones pero las invocaciones creen en mí: han venido otra vez como líquenes inevitables. La fermentación del verano se introduce en mi corazón y mis manos se deslizan cansadas en la lentitud. Vienen rostros sin proyectar sombra ni hacer crujir la sencillez del aire; sin osamenta ni tránsito, como si consistieran únicamente en el contenido de mis ojos, en la unidad de mis palabras, en el espesor de mis oídos. Son obedientes y yo siento su reunión como una salud que se refugia en la oscuridad. Es una amistad dentro de mí mismo; es un estambre urdido por manos que son suaves en el interior de los días.
—
Vi la muerte rodeada de árboles (árboles más esbeltos que el llanto de tus hermanas), urces en el fulgor y la serenidad.
Vi sombra azul distribuida en sernas, sólo advertida por los animales tan antiguos como mi corazón, por emisarios muy cansados;
la deserción sobre la boca que yo amaba (grandes banderas ante los espejos del suicidio)
la esperanza dentro del acero.
El otoño se expresa como pájaros invisibles. ¿Qué harías tú si tu memoria estuviera llena de olvido, qué harías tú en un país al que no querías llegar?
Pesan las máscaras de la pureza, pesan los paños sobre la forma de la patria.
La vergüenza es la paz. Yo acudiré con mi vergüenza.
Pasan los cuerpos hacia la tortura y otros son ágiles en las posturas del amor, pero la sabiduría aumenta en cálices más profundos.
¿Qué harías tú si tu memoria estuviera llena de olvido? Todas las cosas son transparentes: cesan las escrituras y cae lluvia dentro de los ojos.
Nuestros labios envejecieron en palabras incomprensibles.
De Descripción de la mentira (1975-1976)
DIOS Y SU MÁSCARA. Oyes a los insectos que se alimentan en tu alma
y, de pronto, un árbol dice su clamor y arde la lengua del olvido
y todo acaba en transparencia, en formas cuya verdad no se concede
hasta que las espumas queman el corazón de hombres desconocidos y los caballos hablan de aquella sangre, de aquel aire extinguido en los patios de España,
de aquella tierra sin descanso,
de aquel olvido lleno de sangre.
(Delación del verano)
De Lápidas (1977-1986)
AMÉ TODAS LAS PÉRDIDAS.
Aún retumba el ruiseñor en el jardín invisible.
—
GRITAN LAS SERPIENTES en las celdas del aire. La ebriedad sube desde las piernas femeninas y tú pones tus labios en sus líquidos.
Coge la flor de la agonía. Aún
Hay humedad en la ceniza que amas.
—
AMÉ LAS DESAPARICIONES y ahora el último rostro ha salido de mí.
He atravesado las cortinas blancas:
ya solo hay luz dentro de mis ojos.
El libro del frío (1986-1998)
—
ÉSTA ES LA EDAD DEL HIERRO EN LA GARGANTA. YA.
Te habitas a ti mismo pero te desconoces; vives en una bóveda abandonada
en la que escuchas tu propio corazón
mientras la grasa y el olvido se extienden por tus venas y
te calcificas en el dolor y de tu boca
caen sílabas negras.
Vas hacia lo invisible
y sabes que es real lo que no existe.
Retienes vagamente tus causas y tus sueños
(aún conservas el olor de los suicidas),
te alimentan la ira y la piedad.
Queda poco de ti: vértigo, uñas
y sombras de recuerdos.
Piensas la desaparición. Acaricias
la tiniebla cerebral, bajas al hígado calcinado por la tristeza.
Así es la edad del hierro en la garganta. Ya
todo es incomprensible. Sin embargo,
amas aún cuanto has perdido.
Arden las pérdidas (1993-2003-2004)
CON TUS MANOS CONDUCIDAS por una música que vagamente recuerdas,
dices adiós en el umbral. Ah insensata dulzura,
dices adiós en el umbral y de tus manos se desprende
un instante sin límites.
—
TUS CABELLOS EN MIS MANOS, su resplandor atravesado por enjambres
invisibles, por instantes que no cesan de abandonarme;
tus cabellos entre dos falsas eternidades.
Ah extrañeza llena de luz: tus cabellos
en mis manos.
—
SOBRE EL ESTANQUE
las palomas giran en torno a tu cabeza.
Cuando sus alas rozan tus cabellos yo me inclino y veo tu claridad en el agua
y yo estoy en tu claridad y me desconozco:
estoy coronado de palomas
dentro del agua. En ti.
Cecilia (2000-2004 y 2018)
*Poemas de Esta luz. Poesía reunida. Volumen I, Galaxia Gutenberg
El pasado 3 de noviembre tuvimos en el Taller de poetas un encuentro virtual con la escritora- poeta y narradora- Isabel Bono. Nos encantó charlar con ella, la admiraba como poeta y como persona es una delicia, fue muy lindo e inspirador, y lo pasamos muy bien, se nos pasó el tiempo volando. Os dejo algunos poemas suyos:
Pueden encontrar las reflexiones de Paul Celan sobre el lenguaje y la poesía en su discurso de Bremen. Os dejo un enlace del interesante blog «La calle del Orco» en el que podréis leerlo.