La Asociación Cultural Noches del Baratillo por motivo del CL aniversario de la muerte de Gustavo Adolfo Bécquer, que se celebra en el año 2020, me han solicitado amablemente mi respuesta a la rima XXI: ¿Qué es poesía?
La poesía es poliédrica y no puede apresarse en un definición, pero esta es la que más se aproxima a mi consideración, susceptible de ampliarse:
«Toda la Literatura, como toda disciplina artística, es un modo de conocimiento; pero la Literatura al usar las palabras, concretas y reveladoras, nos acerca más el mundo. Y aporta un conocimiento no solo intelectual, también emotivo, además de un disfrute estético. Maravillosas las horas de lecturas, en su cobijo y abrigo, asomándonos al mundo y al otro. La Poesía goza de estas virtudes, pero para mí, principalmente, es la casa del ser (sí, me vendrá de Heidegger, supongo). Desde su ventana podemos mirar la realidad y mirarnos. Escribimos palabras como quien saca agua del pozo. Desde su alféizar reflexionamos sobre lo que vemos, lo cuestionamos, rememoramos las propias vivencias- y entre ellas estará el eco de las lecturas-, procuramos salvarlas del tiempo y del olvido, nos consolamos. Efectivamente, creo en su efecto catártico- como afirmaba Aristóteles respecto a la tragedia- , poder arrancar las malas hierbas o saber convivir con ellas.
El título de mi segundo poemario, Hallarme yo en el mundo, viene a ser una declaración de lo que supone para mí escribir: una manera de hallarme en el mundo, de planteármelo y confirmarme ante él. ¿Y por qué en poesía? Porque esta se asemeja al fonendoscopio de un médico para auscultar el corazón y escucharnos por dentro, los latidos y los pensamientos.
En mi último poemario, que se publicará en este año, La pared del caracol, se reveló una faceta de la poesía que no había visto antes: dejar testimonio de los sueños y de nuestra rebeldía.
… para no omitir esa parte
la que nada contracorriente
que también somos
y nos pertenece
Afirmaba José Hierro que el poeta dejaba testimonio de su tiempo, también.»