DANIEL GARCÍA FLORINDO

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PATRIMONIO

 

Sueño con tu presencia viva a veces,

que vives en un barco en el océano

pero no puedo hablar contigo.

Te hallas en alta mar, libre y a salvo.

Han pasado ya más de veinte años

del cáncer y los tres meses de vida,

de la noche postrera y los cristales rotos,

pero nada he perdido de tu plantel incólume,

de la raíz regada con nobleza y amor.

Conservo el patrimonio de un gran roble

cuando alcanzo a mirarte más allá

del verano feliz, de aquellas noches viejas,

más allá de aquel niño que me llama

cuando sé que estarías orgulloso,

cuando en sueños pacíficos te atisbo

y no puedo decirte nada.

Cuando soy más valiente que yo mismo

sé que tú estás conmigo. Me dejaste

tu ejemplo como un faro en el océano,

tu alegría de ser bueno e inocente,

tu dignidad de roble que salva mis naufragios.

ILEGALES

La escena se repite en el vaivén

de una marea enferma

con los días amnésicos y las noches radiadas

de este país patético y en crisis permanente

sin moral ni vergüenza sin justicia

palabras pervertidas en las ondas

hablan de inmigraciones ilegales

pero son solo gente que naufragan

que intentaron nadar contracorriente

en la tempestad que nos espera

había que intentarlo nadar sobre la vida

sortear la tormenta vivir sobre la nada

había que intentarlo hasta la extenuación

hasta la oscura noche sin aliento

                                        al otro lado están

tras la pantalla de plasma y las palabras pervertidas

nuestras propias conciencias

a salvo en las campanas de cristal

donde estallan las olas que reclaman

el precio escaso de la vida humana

los cuerpos ahogados que se hundieron

los cuerpos que flotaron como cruces

los cuerpos cercenados en las vallas

con cuchillas precisas del Gobierno

con redondas cuchillas del Gobierno

con cuchillas malditas del Gobierno

del interior maldito del Gobierno.

CUANTO DURE LO ETERNO

El buen amor no tiene dudas, pero interroga

con su cuerpo curvado,

cuánto dura lo eterno,

cuánto dura el camino

de un cuerpo que se enreda

en la confusa luz de un día que se nubla.

de Las nubes transitorias, Guadalturia, 2015

Daniel García Florindo (Córdoba, 1973) es editor de diversos proyectos educativos relacionados con la enseñanza de la lengua y literatura hispánica, tras una etapa en la que ejerció la docencia de la misma materia en centros de enseñanza secundaria y universitaria en Sevilla y en Lisboa, ciudad esta última donde fue profesor del Instituto Cervantes, entre otras instituciones (Lycée Français Charles Lepierre, Universidade Nova, Instituto Español Giner de los Ríos o la Consejería de Educación de la embajada de España en Lisboa). Durante y tras su etapa universitaria dirigió distintas aventuras editoriales, como la antología El siglo expira 1995-1999 (última poesía en Córdoba) (Aula de Cultura Filosofía y Letras, 1999) o, junto a Juan Carlos Reche, la colección de plaquettes y lecturas literarias «La nube de Goku» (lecturas del Can-Can, 1999-2000). Ha cultivado la crítica literaria en diversos medios impresos y digitales. Muchos de estos trabajos pueden consultarse en este blog. Desarrolló su investigación de postgrado estudiando la obra del poeta Juan Bernier, del que ha realizado la edición de su Poesía completa (Pre-Textos, 2011), así como el estudio-antología titulado La compasión pagana (Universidad de Córdoba, 2011). Es autor de los poemarios Cuadernos de Lisboa (Ediciones En Huida, 2011) y Amanecer en Pensilvania (rapsodias yanquis) (Ediciones En Huida, 2014) –edición ilustrada, revisada y ampliada de su primer libro Amanecer en Pennsylvania (Cuadernos de Sandua, 2001)–. Las nubes transitorias (Guadalturia-Extraversos, 2015) conforma su tercer libro de poesía.
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LORENZO OLIVÁN

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VÉRTIGO

Duermes al borde siempre

del mismo precipicio.

De pronto a veces saltas hacia atrás.

Y aunque por el momento te libras de caer,

no te libras del vértigo.

LÍMITES

No existe el horizonte que ahora ves,

es sólo una ficción que el ojo crea,

el reconocimiento de su falta

de ambición al mirar, la ingente suma

de todos sus fracasos, la metáfora

de las limitaciones que conoce.

Detrás de aquella raya, queda un mar

que tus dos ojos niegan, tachan, hunden.

Acostumbra a tu mente- más osada-

a saltar por encima de ti mismo.

PAISAJE TRAS LA PIEDRA

Tú levanta la piedra por si acaso,

por más que sea gris, opaca, plana,

y se aferre a un pedazo

limitado de tierra.

Por si acaso, levántala.

Los días

remotos en que el mundo

se te ofrecía igual que una naranja

te enseñaron que a veces hay detrás

un paisaje imprevisto.

Ciudades diminutas en relieve,

laberintos de calles,

casas de extraños seres de tinieblas,

de la lombriz, del grillo, de la araña…

Si hay suerte, en blanco y negro, la película

vertiginosa de algún hormiguero,

siempre la misma y siempre diferente.

AUSENCIA

Tu ausencia llena todo

el espacio que tú y yo compartíamos.

Se hace dueña del aire, se  introduce

en el último hueco de la casa,

impregna cada prenda.

De repente

fija sus hondos ojos sobre mí,

y tras verter en mi interior el peso

de tanta soledad irremediable,

acabo siendo todo yo tan solo

ausencia. Sólo ausencia.

Poemas de Puntos de Fuga, XIII Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe, Visor de Poesía, 2001.