En su contraportada se indica: «José de María Romero Barea es autor de una serie poética en construcción cuya intransferible naturaleza ha ido edificando un espacio abierto de reflexión sobre la complejidad y las incertidumbres de la existencia, a la vez que una honda y abismal reflexión sobre el lenguaje. Ese proyecto en progresión titulado Poesía (qué si no) V, se estructura en sucesivas secciones cuyos libros componen recurrentes trilogías, siendo Réplica uno de los elementos que viene a integrar una nueva tríada titulada Palabras en la espiral del aire junto con, los aún inéditos, Negociación y Certeza.
El fluir fractal de su flujo de conciencia pareciera querer dar cuenta de la genealogía de la vida, del friso de una realidad donde “la visión es el sujeto y, a su vez, el objetivo”. La lente en “zoom” de su lenguaje nos hace entrar y salir del encuadre de las palabras, creando una razón borrosa y una lógica difusa que escarbara en una verdad alimentada de tensiones, vibraciones e interacciones. Poemas emergentes que brotan y germinan de los “desconcertantes destellos de un mundo inaceptable no indiferente a la indiferencia”. Un “acto de contrición” que el lector consciente sabrá acometer sin fórmulas preconcebidas, con la actitud, la disposición de la inteligencia y la voluntad libre que este relato demuestra y solicita.»
todas ellas alineadas claro 2.37 kg de recordatorios de lo que no estamos haciendo caja de herramientas del pensamiento no estamos escribiendo las ideas no se escriben solas hijo mío solo la escritura se escribe sola no en pantallas sino en palabras al aire en cámaras de papel de seda pero seamos serios sonriamos al azar papá llévame al zoo batería a punto de»
«dilo
estructura matemática inventario edificio imaginario a punto de ser demolido monumento más que la piedra ¿estas cosas aún tienen sentido? Juegos de salón en diagramas de flujo no se sabe muy bien dónde se inicia dondequiera las flechas de vuelta al resultado no redundante no vamos a ninguna parte nos perseguimos en torno al olvido inventiva en el vacío nada que decir salvo lo incoherente nada que significar si no es»
El próximo encuentro en el ciclo «El poeta y su voz» será con la periodista y escritora Nuria del Saz, con ella hablaremos de poesía y de vida y de su poemario «Matronalia». Nuestro lugar: la librería Casa del Libro de Viapol, Av. De Diego Martínez Barrio nº 4, Sevilla. Estáis invitados.
Nuria del Saz (Sevilla, 1974). Periodista licenciada por la Universidad de Sevilla, ha desarrollado su carrera periodística como presentadora de informativos en Canal Sur. Miembro de la Academia de TV de España. Es autora de tres libros de poemas y una novela.
Actualmente escribe en Eldiario.es y realiza entrevistas en el programa ‘La vida con alma’ que puede seguirse en su canal de Youtube.
Poemarios:
* ALMA ATRAPADA (Ediciones Alfar 2006) (colección Biblioteca de Autores Contemporáneos nº 12).
* PARAÍSO ÍNTIMO (Guadalturia 2011)
Matronalia (Ed. Alfar 2017).
También es coautora del libro POETAS EN BICICLETA (antología poética) publicado por Nuño Editorial en 2007 y de Poetas en el Camino (2008), de la antología Femigrama, Poesía con Voz de Mujer, y Aires de Andalucía de Editorial Algorfa 2018.
En 2013 publica su primera novela, ‘A ciegas en Manhattan’ de carácter autobiográfico.
Galardonada con uno de los premios Tiflos de Poesía 1995.
En Matronalia bullen las emociones y sentimientos, desprende una luz de plenitud, irradia como un sol ternura, amor y cariño. Muestra una mirada maternal al mundo, denunciando nuestra locura y el horror por las injusticias sociales y catástrofes, que podrían ser evitables. Supone, por igual, un canto a la mujer, a la fertilidad y lo femenino, un homenaje a las madres.
Su título procede de una fiesta romana que se celebraba en honor de Juno Lucina, la diosa del parto, de la maternidad y de las mujeres en general.
En la contraportada de este libro se indica: «Dar a luz y criar, ser madre y redescubrirse como mujer. Matronalia habla sobre la maternidad, la de la periodista y presentadora invidente Nuria del Saz. Lo hace desde el corazón y las entrañas, pero también desde la reflexión y la consciencia de quien ha sido madre por elección. Nuria comparte lo más íntimo con este libro, invitando a hombres y mujeres a ver más allá de lo evidente, a sentir y empaparse de una vivencia que es tan humana como animal, tan física como espiritual, la maternidad».
En su prólogo o Carta de la autora nos dice que el 27 de octubre de 2007 empezó todo. Se abría una nueva experiencia en la que descubriría otras facetas de ella misma y se situaría en el mundo y en su vida de otro modo, con otra mirada. El nacimiento de su hija supuso un antes y un después. Define el amor maternal como animal, físico, atávico, eléctrico, energético, emocional, espiritual.
Con este primordial y nuevo acontecimiento empieza a conocerse a sí misma en una nueva faceta y desea expresar todo lo que vivía y cómo lo vivía, que fuese su voz, palabras que nacen de su propio aprendizaje sobre la maternidad. Es cierto que nos suele llegar una imagen idealizada de la maternidad, aunque cada vez menos, pues fíjense en la película Cinco deditos. La suya supuso un deseo y voluntad cumplidos.
Otra película relacionada con el tema, actualmente en cartelera y que os aconsejo ver,» The quiet girl», subraya la importancia del amor y los cuidados en la infancia; pone de manifiesto cómo el abandono afecta al desarrollo y a la personalidad de cualquier pequeñín. No es, desde luego, un tema baladí y creo que nos afecta a todos, de un modo u otro.
En un lenguaje cercano y con un estilo directo, vibrante, dando más importancia al significado que a su forma- aunque esta sea cuidada- y en verso libre, empieza a relatar qué es eso de ser madre, «Solo yo hablo en mi nombre», para referir «un amor que desborda».
Estructura el poemario en tres partes. Carne de mi carne transmite su experiencia personal y el sentir de sus hijas, es la parte más amplia. El mar, el agua, las orillas o las olas son elementos naturales muy presentes para representar el parto en su poema Fuerza vital. Los sentidos se despiertan: el aroma de la piel de la bebé, su tacto, su calor. La intimidad que se establece entre la recién nacida y su madre, el abrazo, esa especial comunicación entre ambas que se va creando. Estampas de la vida cotidiana donde el amor, la protección y el cuidado, un paraíso familiar. Felicidad, sentido, salvación, cálido refugio, entrega. Destaco un poema cuyo tono difiere del resto por el uso de la ironía, Alta Tecnología Materna (ATM), en el que alude a la gran capacidad que se adquiere para oír el llanto, calmar, cantar nana, comprender el balbuceo y todo lo necesario de la crianza, desconectándose al momento en un merecido sueño cuando la ocasión lo permite.
Cicatrices en el alma son poemas inspirados en las terribles noticias de las que tiene que informar y cuyas víctimas son los niños, poemas que denuncian el horror: niños que mueren por desnutrición en hospitales del Chad, el parto que fue posible de una madre recién fallecida en accidente de tráfico y cuyo bebé murió poco después, la infancia esclavizada en las minas de Uganda, la historia de la niña yemení de once años que huye para que no la casen, los niños que mueren de hambre en el Sudán o los menores que fallecieron en accidente de autobús al regresar de un partido de fútbol. Enormemente conmovedores, agitan sus versos la conciencia.
Su última parte, Diosas madres, supone una alabanza a la maternidad y a lo femenino, que identifica con la tierra, la luna, las diosas Mawu , diosa creadora, y Yemayá, madre de todos los seres vivos y reina del amor, diosas madres que dan y conservan la vida y aboga por volver a una vida de amor, una vida sabia y esencial.
LA VENTANA DE LA TRISTEZA
Me asomo a la ventana
y veo
las cien guerras permanentes del mundo,
la atmósfera gris de las ciudades intoxicadas,
las tiendas atestadas de productos que caducan,
el hambre de consumo,
el consumo voraz,
la mentira de algunas sonrisas,
los mares sembrados de esqueletos náuticos
y los campos desiertos de espigas…
Me giro
y te veo
con tus zapatos llenos de vida,
las manos tendidas al futuro sin miedo,
siendo emoción en estado puro,
confiada en tu presente tranquilo,
feliz por ser y estar.
Y mis cielos se nublan
de repente
y el corazón se me contrae
con un espasmo,
con esa tristeza lacerante
que parte el alma en dos
o en mil.
¿Hasta cuándo podré evitar
que tú también te asomes a esa ventana?
Fue un placer acompañar a Nuria y una tarde deliciosa.
De derecha a izquierda, junto a mí: Mabel, Isabel Martín Salinas, Andrés Gotor, David Luna del Barco, representantes de la Asociación Aspanri, Ana Deacracia, María Ruiz, Rosario F. Cartes, Gabriel Gil, Diego Bordallo, Javier Sánchez Durán, Manuela Lozano, Carmen Morales y nos acompañó con sus canciones Carlos Llanes.
El pasado sábado, 4 de marzo, estuvimos en el mesón «Campeones», gestionado por la Asociación Aspanridown, una iniciativa que ayuda a la integración e incorporación laboral de personas con síndrome Down o con otra discapacidad. Un buen lugar para tomar una cervecita con su tapa , para almorzar o cenar, en Calle José Luis de Casso nº 18.
Con nosotros recitó un poeta con síndrome Down, David Luna del Barco, fue admirable y nos gustó a todos, desea publicar su poemario y espero que así sea.
Seguramente sea la última presentación de mi poemario «Las ventanas del tiempo» en nuestra ciudad y tengo la suerte de contar como maestra de ceremonia con Isabel Martín Salinas- poeta, cantautora, novelista, dramaturga y gran amiga- , por si queréis acompañarnos en esta tarde, seguro que nos alegrará veros. Será el miércoles 15 de marzo a las 19.30 horas en Casa del Libro de Viapol. ¡Hasta pronto!
Mi agradecimiento a Antonio Abad, editor de Maclein y Parker, por estos carteles tan guapos y por todo , y por supuesto, a la Casa del Libro por su hospitalidad, siempre.
Muchas gracias a todas las amigas y amigos que me acompañaron ayer, fue una delicia de tarde gracias a Isabel y vosotros. Gracias.
Comparto con vosotros, como cada inicio de mes, la revista Disidentes. En marzo, mes en el que se celebra el Día de la Mujer y de la Felicidad, viene con unos magníficos dibujos de Marina Centeno, poemas de Blanca Sánchez, Pepe Dorantes, Alicia B. Barroso, Carlos Peinado Elliot, escuchar los hermosos poemas de Joros, aforismos de Jesús Cotta, jugadas de ajedrez, interesantes artículos ( sobre la felicidad, los cuentos de hadas, la violencia y el poder…), boleros… y mi artículo, en esta ocasión comentario del libro » Turismo y Literatura. Crimen y desafío de los patrimonios invisibles» de Miguel Hermoso Alón ( página 17 a 20). No se pierdan tampoco los Podcast. Anímense a leernos y a escucharnos.
Entre otros premios, se le concedió en 2007 el Premio Nacional de Poesía por Y todos estábamos vivos. También ha recibido en 2016 el Premio de las Letras de Asturias de Filosofía, Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2021) y Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2022)
Libros suyos han sido traducidos a varios idiomas.
Es asimismo autora del ensayo biográfico Teresa de Jesús (2001), de textos para catálogos de artes plásticas (Zush, Kiefer, Vicente Rojo, Tàpies, Juan Soriano, Bienal de Venecia 2001, Broto…) y de numerosos ensayos de reflexión literaria. Ha traducido La religión de mi tiempo y Larga carretera de arena de Pier Paolo Pasolini, y (en colaboración) la antología de Anna Ajmátova y Marina TsvetáievaEl canto y la ceniza, así como El resto del viaje y otros poemas, de Bernard Noël.
Ha sido codirectora de la revista Los Infolios desde 1987, y miembro del consejo editor de la hispano-portuguesa Hablar/Falar de Poesia, creada en 1996; cofundadora de El signo del gorrión, a cuyo consejo editorial perteneció durante sus diez años de vida (1992-2002).
Ha dirigido o coordinado diversos cursos, seminarios y ciclos de poesía contemporánea.
Ha formado parte del proyecto Estudios de Poética, y coordinado la página de poesía «Y todos estábamos vivos» en ABC Cultural.
Libros de Poesía:
El tercer jardín, Ediciones del Faro, Valladolid, 1986.
Exposición, Ferrol, 1990, premio Ícaro de Literatura.
ella, los pájaros, Diputación, Soria, 1994, premio Leonor de Poesía.
caza nocturna, Ave del Paraíso, Madrid, 1997.
Del ojo al hueso, Ave del Paraíso, Madrid, 2001.
Y todos estábamos vivos, Tusquets, Barcelona, 2006, premio Nacional de Poesía 2007 .
Se publicó una antología, Esa polilla que delante de mí revolotea. Poesía reunida (1982-2008)- su título se corresponde con un verso de un poema de Caza nocturna- y ahora se ha publicado La caída de Ícaro, con prólogo de Amelia Gamoneda, pero no tiene poemas inéditos.
LA CAÍDA DE ÍCARO
1
Los atardeceres se suceden, hace frío
y las casas de adobe en las afueras se reflejan sobre charcos quietos. Tierra removida.
Cézanne elevó la «nature morte» a una altura en que las cosas exteriormente muertas cobran vida, dice Kandinsky.
Vida es emoción. Pero quedará de vosotros lo que ha quedado de los hombres que vivieron antes, previene Lucrecio. Es poco: polvo, alguna imagen tópica y restos de edificios. El alma muere con el cuerpo. El alma es el cuerpo. O tres fotografías quedan, si alguien muere.
También un gesto inexplicable, díscolo para los ojos, desafío, erizado. Cuerpo es lo otro. Irreconocible. Dolor. Sólo cuerpo. Cuerpo es no yo. No yo.
Lo quieto de las cosas en el atardecer. La quietud, por ejemplo, de los edificios. El ensombrecimiento mudo y apagado.
Como ojos, dos piedras azules me miran desde un anillo. Los anillos cuidadosamente extraídos al final. Como aquél de azabache y plata o este otro de un pálido, pálido rosa. Rostros y luces nítidamente se reflejan en él.
En la noche corro por un campo que desciende, corro entre arbustos y choco con algo vivo que trata de ovillarse, de encogerse. Es un niño pequeño, le pregunto quién es y contesta que nadie.
Esta respiración honda y este nudo en la pelvis que se deshace y fluye. Esto soy yo y al mismo tiempo dolor en la nuca y en los ojos.
Terminada la juventud, se está a merced del miedo.
2 Verde. Verde. Agua. Marrón. Todo mojado, embarrado. Es invierno. Es perceptible en el silencio y en brillos como del aire. Yo soy muy pequeña.
Un cuerpo caminando. Un cuerpo solo; lo enfermo en la piel, en la mirada. El asombro, la dureza absoluta en los ojos. Lo impenetrable. La descompensación entre lo interno y lo externo. Un cuerpo enfermo que avanza.
Desde un interior de cristales muy amplios contemplo los árboles. Hay un viento ligero, un movimiento silencioso de hojas y ramas. Como algo desconocido y en suspenso. Más allá. Como una luz sesgada y quieta. Lo verde que hiere o acaricia. Brisa verde. Y si yo hubiera muerto eso sería también así.
La caída de Ícaro (1982-1989)
—
CUANDO VOY A TRABAJAR es de noche, después amanece poco a poco, hace mucho frío aún. A menudo en el cine me parece oír lluvia azotando el tejado, como si no hubiese lugar donde guarecerse. Hoy alguien en un sueño dijo: ten, en esta garrafa hay agua limpia, por si toma moho la del corazón.
—-
VERDE. Las hojas de geranio en la luz gris de la tormenta tiemblan, tensión de nervadura verde oscuro. Te mirabas las manos, nervadura de venas; si los dedos fueran deliciosos, decías. Al caminar apoyaba mi sien contra la tuya y en la noche escuchaba el ruiseñor y el graznido del pavo. Indiferencia de todo, oscuridad. Me llamabas con voz muy baja. Sólo un día reíste.
ella, los pájaros (1989-1992)
—-
SÓLO LO QUE HAGAS y digas eres, incierto lo que piensas, invisible lo que sientes dentro de ti. ¿Qué significa dentro de ti? Nada eres si, como dicen, no es intersubjetivamente comprobado (al menos comprobable). Juan de la Cruz no es más que unos poemas. Emily Dickinson, Edgar Allan Poe, sólo palabras. ¿Qué significa intersubjetivamente? ¿Cuántos sujetos hacen falta? ¿Cuántos que digan a la vez: Juan de la Cruz, Emily Dickinson, Edgar Allan Poe son cimas de la vida humana, cimas de la miseria humana en este hermoso mundo? —
ESCRIBIR el miedo es escribir despacio, con letra pequeña y líneas separadas, describir lo próximo, los humores, la próxima inocencia de lo vivo, las familiares dependencias carnosas, la piel sonrosada, sanguínea, las venas, venillas, capilares
—
ES RARO que seamos tantos en el mundo,
tantos en esta ciudad
y que no haya nadie,
casi nadie a quien no mentir.
Ayer leía fragmentos
de prosa autobiográfica,
alguien se describía salvaje
o masoquista en un desierto
africano y hablaba con un ojo
puesto en su salvajez —así decía—
y otro puesto en Europa;
resultaba curioso
que no hubiera manera de tomárselo en serio.
Qué distinto hablaría, pensé,
una mujer, ciertas mujeres cuyos nombres
me vinieron a la cabeza,
o que bien ese otro
modo de no contar las cosas y contarlas
que algunos hombres tienen
si no son en exceso afirmativos
o mercaderes; no mentir,
no mirarse el ombligo, no ser
delicuescente, no llegar
al decálogo.
Caza nocturna (1992-1996)
—
FULGOR de los espinos y el musgo, casa
no hay para nadie, en los bosques
moramos
—
EL FRÍO que sentías por los animales
del bosque estaba en ti
igual
que el miedo sube
sagrado lo que indica
que anidando en el centro
de quien lo siente corre
por las paredes de su pecho, insecto
en la pared de los patios interiores.
Del ojo al hueso (1997-2000)
—
CON LA LUNA de marzo llegó
la foto y todos
estábamos vivos;
palabras
de velocidad
de esa sustancia
que es veloz
y gira y se desprende;
lenta, la luna
vuelve mes a mes
—
EN MI CASA me escondo por si alguien
me quisiera ver que no me vea
me escondo ahora
que es diciembre con la luz
apagada
( ¿eres
tú quien llama a la desgracia?
-desgracia, ven- ¿eres tú?)
hedor animal de la guarida
donde el frío donde
paredes y negra
de trapos
—
UN ALMA pájaro vuelve y te llama,
vuelve diciéndote: ven, vamos
por el sendero este, junto al arroyo. Lo oyes
como como si el canto llegara desde lejos, sin
abrir los ojos dejas que lo repita: el sendero este
junto al arroyo. Un lugar así te parece
de cuando recios pies no hollaran aún la hierba,
de antes de que el río bajara tan oscuro y aquel cuerpo
flotara junto a varas de mimbre. Qué despacio recuerdas
y vuelves, es del gozo ese canto, no
ruiseñor ni mirlo sino otro más tuyo, pájaro
que llamara a la senda y frescura. Ya voy, ya
voy, vas a decirle, y te demoras por oírlo de nuevo.
Y todos estábamos vivos (2001-2005)
—
¿Qué esperas, corazón? ¿qué quieres de mí?
¿Y aquél, Zenón de Elea, que se cortó la lengua
de un mordisco
y se la escupió al tirano?
El ángel bueno el ángel
malo dice: lo soportable lo
insoportable.
Quedan como la quietud
las tomó (¿a una señal de peligro?
¿en un instante preciso de la caída
de la luz? ¿por un trabajo o alambique
interior?), en un panal de rica miel.
Del otro acepto todo lo que no
insoportablemente me desagrada
lo acepto de corazón (¿quién puede aceptar
de corazón lo insoportable, casi
–eso que no se soporta– inhumano?).
Lo que hay de único y que hace de alguien alguien no puede ser comunicado.
Algunas palabras hablan
de la actitud; tolerante es actitud
de quien puede, el otro
es tolerado. ¿Quién
eres tú?
El ángel bueno el ángel
malo dice: qué
ideología.
La historia de las mujeres muestra que la historia
ha sido tolerante con las mujeres (el peldaño
donde se desarrollaba su vida estaba
un peldaño por debajo del peldaño
donde se desarrollaba la vida de los hombres
de quienes ellas dependían). La protección
arrulla si no mata –¿será el amor?–.
El sol nos diluye nos destensa y repliega
como azucarillos nos disuelve nada
dulces, en el mar de calor nos deshacemos.
Para que algo permanezca en la memoria tiene que haberse grabado a fuego; sólo lo que no cesa de doler permanece en la memoria.
Los grajos junto a las ovejas es
su interés el excremento verdes
transparentes alamillos.
La voz de la pérdida dice: qué raro no volver
a oír su voz.
Le parecían ángeles
aquellos pájaros en tránsito
garzas, martinetes y garzas
al pie de la charca y la laguna.
Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero. También si dos durmieren juntos, se calentarán; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra el uno, dos estarán contra él; y cordón de tres dobleces no presto se rompe.
Perros merodean cerca
de un zorro, opaco
el mundo en su espesor
olores que identifican.
No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto, sean pocas tus palabras.
¿Qué sabes de lo verde, centinela,
verde de invierno, miedo?
Sin casi mantillo brota
pura luciérnaga o savia
hueco trasluz.*
* Con la incorporación de fragmentos de Décio Pignatari, Nietzsche y el Ecclesiastés Lo solo del animal (2006-2011).
Si queréis conocer con cierto nivel de concreción los criterios de Interpretación del Patrimonio que Miguel Hermoso ha utilizado para las rutas durante estos años y algunos temas relacionados más con sus contenidos, acaba de editar, “Turismo y Literatura”, que se suma a otros dos títulos sobre temas relacionados con las rutas, como son “San Luis. Arte, mensaje y enigma” y “Dueños de un mundo que no basta. Los Jesuitas. Protagonistas y dinamismos” (en caso de querer adquirirlos podréis contacta con Librería Nuño. San Luis, 23 Sevilla 41003. También podrán enviarlos si contactáis con ellos en 954 904 147 o 660 794 192). EL 9 de FEBRERO, jueves, ha sido la presentación en la Biblioteca Pública Infanta Elena de Sevilla (18:30) y yo tuve el placer de de acompañar al autor, junto a dos buenos amigos y declamadores excelentes: Rosa María García Barja y Pedro Bautista Abellán.
Profundizar en el disfrute de nuevas o poco conocidas formas de entender la literatura en la degustación y apreciación de nuestro patrimonio, es la propuesta de esta publicación.
El autor nos habla de la utilización de la literatura como herramienta interpretativa. Importancia de la literatura para promocionar, difundir y consolidar el patrimonio. Hace referencia, como no podía ser de otro modo, al turismo en nuestro país, cómo logró abrir la mentalidad de una sociedad conservadora en un régimen dictatorial y modernizarnos un poco.
Resulta muy interesante la exposición de escritores extranjeros que viajaron durante siglos por España y dejaron su relato del viaje por escrito, forjando una imagen de nuestro país como exótico, oriental, el ideal romántico que creo que impera. Estos libros o guías inspiraron a otros extranjeros a conocernos. Así “Manual para viajeros por España y lectores en casa” publicado en 1844 por Richard Ford, y mucho más anécdotas e interesantes datos encontraréis en este libro.
Como cada mes en este V ciclo de encuentros «El poeta y su voz», podremos charlar con un poeta, y en esta ocasión será Jesús Beades y su último poemario, «Orden de alejamiento», publicado por Visor, al lograr el áccesit en el XXXII Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma. Será el 14 de febrero a las 20 horas en Casa del Libro Viapol, Av. de Diego Martínez Barrio 4, Sevilla. La participación es libre y gratuita, hasta completar aforo. Normalmente es a las 19 horas, pero por circunstancias sobrevenidas lo hemos tenido que atrasar a las 20 horas.
Jesús Beades (Sevilla, 1978) es poeta, músico, traductor y maestro. También colabora como crítico literario en varios medios y es redactor en la revista Númenor -revista que surgió en el colegio Altair-. Ha publicado los libros Tierra firme (2000), Centinelas (2003), La ciudad dormida (2005), Tibidabo 10 (2018) y su antología Resumiendo (2021). Entre sus traducciones destacan los poemas de Chesterton en Canciones de La taberna errante (2020). Su casa virtual es https://jesusbeades.com/
La contraportada del libro nos indica lo siguiente: «Orden de alejamiento es el testimonio de una relación tóxica. Como si fuese un único poema fragmentado, sus versos comienzan por la primera ilusión que enciende el amor y enseguida dan paso a un territorio hostil de confusión, en el que cada movimiento es una nueva caída inevitable. Así, sin dar un momento de tregua, estas páginas avanzan sobre un filo cortante donde la luz y la oscuridad se unen y separan, adentrándose en el trauma, la desesperación, la nostalgia de un pasado mejor -que acaso nunca haya existido- y el deseo de olvido. Este libro, visceral y lírico, irónico y valiente, enseña el abismo que todo amor oculta y en el que siempre se puede caer.»
Poemario intimista y confesional, en él se retrata con un lenguaje coloquial, tono conversacional y escenas cotidianas -solo necesita unas breves pinceladas, bañadas de realismo, para transmitirnos la historia y su sentir- la ruptura de una relación de pareja. La historia nos puede recordar las obras teatrales ¿Quién teme a Virginia Woolf? o Danza Macabra, en cuanto al reflejo del deterioro de un matrimonio. Poemas de gran visualidad, un rasgo de la escritura de Gil de Biedma, como si el lector estuviera viendo diferentes fotogramas. Parece una poesía heredera de la estética de nuestro gran poeta catalán, quien influyó, junto a otros de su generación, como Ángel González, en los llamados poetas de la experiencia; aunque introduce Jesús rasgos innovadores que aportan modernidad, como es la ausencia de signos de puntuación y otro uso del lenguaje.
Lo íntimo, lo subjetivo, puede convertirse en político. La poesía objetiviza una experiencia y la reflexiona o analiza, nos la hace revivir. Estas eran algunas cuestiones inherentes a la poética de Gil de Biedma. Y en este libro, Jesús Beades nos hace revivir las emociones de su duelo con versos intensos y afilados: el desengaño, el dolor, la tristeza, la nostalgia, la incertidumbre de futuro y el apego a un amor que fue luz y vida y pasión para convertirse en desdicha y dolor y odio. En sus páginas se pasa por todos estos sentimientos , hay un proceso de transformación, pues se inicia con el sufrimiento y el enorme esfuerzo para olvidar y se llega a la aceptación, al deseo de vivir en paz y estar bien, a bendecir aquel amor que le ha arrastrado a los infiernos, a bendecir todos los amores. Decía Eliot que el poema debía convertirse en la emoción misma, y Jesús lo logra y con fuerza nos lo transmite. En esta evolución la fe le ayuda, como dice expresamente en su poema Cruz.
En cuanto al ritmo, cuestión importante en poesía, está en consonancia con su emoción, una agitación, nerviosismo o agobio, todo el poema es un bloque de versos continuos sin signos de puntuación, un flujo de conciencia o monólogo, en versos blancos; o bien, una conversación con un tú, quien fue su pareja. Se canta, se canta el derribo de una relación y cómo se lleva.
El lenguaje usado también aporta modernidad, nada de retóricas vacías, en un estilo sobrio y preciso, de una gran naturalidad para tratar nuestro dolor. Una voz que nos habla desde su intimidad para retratarnos a todos, pues como decía Antonio Machado: «…porque en amor locura es lo sensato».
No obstante, profundizaremos más el martes 14 de febrero, solo dejaros algunos poemas:
Comparto la Revista Disidentes del mes de febrero. Viene con interesantes artículos de opinión, buenos poemas, preciosas fotografías de Rosario Muñoz , mi artículo «Diálogo entre teoría literaria y poesía» (en la página 32), podéis además escuchar los estupendos poemas de Juan Orozco, da gusto oír lo bien que recita y mucho más. Espero que lo disfruten.
El miércoles 1 de febrero a las 19 horas volverán a abrirse las ventanas en Casa del Libro , C/ Velázquez n.8 de Sevilla . En esta ocasión de la mano del profesor, escritor y crítico literario José De María Romero Barea . Por supuesto, me encantará veros y contrastar nuestros paisajes, porque en la lectura:
«… la arboleda despierta
la ciudad se acoda en tu balcón
esperas encontrarte en ella
y encontrarlos»
Muchísimas gracias a quienes me acompañaron ayer en la presentación de mi poemario » Las ventanas del tiempo». Fue una alegría veros y una delicia de tarde . Y cómo no agradecer la magnífica presentación de José De María Romero Barea , una lectura profunda, lúcida, detallada y llena de inteligentes reflexiones. Qué hermoso regalo. Gracias.