Seguramente sea la última presentación de mi poemario «Las ventanas del tiempo» en nuestra ciudad y tengo la suerte de contar como maestra de ceremonia con Isabel Martín Salinas- poeta, cantautora, novelista, dramaturga y gran amiga- , por si queréis acompañarnos en esta tarde, seguro que nos alegrará veros. Será el miércoles 15 de marzo a las 19.30 horas en Casa del Libro de Viapol. ¡Hasta pronto!
Mi agradecimiento a Antonio Abad, editor de Maclein y Parker, por estos carteles tan guapos y por todo , y por supuesto, a la Casa del Libro por su hospitalidad, siempre.
Muchas gracias a todas las amigas y amigos que me acompañaron ayer, fue una delicia de tarde gracias a Isabel y vosotros. Gracias.
El miércoles 1 de febrero a las 19 horas volverán a abrirse las ventanas en Casa del Libro , C/ Velázquez n.8 de Sevilla . En esta ocasión de la mano del profesor, escritor y crítico literario José De María Romero Barea . Por supuesto, me encantará veros y contrastar nuestros paisajes, porque en la lectura:
«… la arboleda despierta
la ciudad se acoda en tu balcón
esperas encontrarte en ella
y encontrarlos»
Muchísimas gracias a quienes me acompañaron ayer en la presentación de mi poemario » Las ventanas del tiempo». Fue una alegría veros y una delicia de tarde . Y cómo no agradecer la magnífica presentación de José De María Romero Barea , una lectura profunda, lúcida, detallada y llena de inteligentes reflexiones. Qué hermoso regalo. Gracias.
En nuestro ciclo de encuentros «El poeta y su voz», estará con nosotros el próximo martes 17 de enero la escritora Carmen Ramos para hablarnos de su trayectoria, de poesía, profundizaremos en su libro «Realidades efímeras» , de sus proyectos… Será a las 19 horas en la librería Casa del Libro de Viapol, Av. de Diego Martínez Barrio 4, Sevilla. Nos alegrará veros en esta interesante charla.
Carmen Ramos (Gibraleón, Huelva, 1968). Economista de profesión. La plaquette Mudanza Interior (Ediciones en Huida, 2010) fue su primera publicación en solitario a la que han seguido los poemarios Poliédrica (Ediciones en Huida, 2011), Las estrellas han hallado otra forma de morir (Guadalturia Ediciones, 2013), Pequeño Tratado de Etología (Lastura Ediciones, 2016), la colección de haikus Utsugi to wasabi (Las hojas del baobab, 2017), Cuaderno de Laboratorio (El Libro Feroz, 2020) y el libro de microrrelatos Más de veinte maneras de lavarse las manos (Lastura Ediciones, 2018). Desde 2015 coordina el proyecto «Completamente viernes» con el que ha organizado talleres literarios, encuentros con autores y acciones poéticas, entre otras actividades. Actualmente tiene una columna mensual en el diario Huelva Ya llamada «Cerca de la Lettera», donde escribe sobre literatura, mujeres y editoriales independiente y es la responsable de la newsletter de poesía ¡Por fin es viernes!
En la página web de la editorial encontramos este resumen: «Toda palabra poética contiene en sí misma algo de rebeldía. Un lector atento podrá desvelar siempre un indicio, la explosión de un grito que en la metáfora se contiene y se amaga. En Las realidades efímeras, Carmen Ramos lanza sobre el mundo un llanto desgarrado en forma de poema que presenta una galería de imágenes en las que consternación y sensibilidad, espanto y esperanza, injusticia y empatía son conceptos que, lejos de contradecirse, se completan. La poeta nos quiere contar una historia, su propia historia, pero también la de todas las cosas que conforman una realidad que se nos ha hecho amarga y enferma. En definitiva, la palabra de Carmen Ramos nos hace a todos cómplices y, a la vez, merecedores de ese aullido que nos redima.»
No os dejará indiferente la lectura de «Realidades efímeras» , un libro que conmueve y sacude ( tal como exigía Emily Dickinson a la poesía). En él nos retrata realidades difíciles, duras, dolorosas, crueles, donde la desgracia y la fragilidad humana y el miedo se hacen patentes; pero también la resistencia, el valor de la experiencia. Abarca una multiplicidad de temas: crítica social, la condición humana, lo animal en nosotros , la identidad, el tema del género ( el papel de la mujer en la sociedad), la escritura, el decir y usar la voz… En poemas breves, intensos, sugerentes, rotundos, trágicos a veces . Y todo con el uso de un lenguaje coloquial, cercano, la precisión de sus imágenes o el énfasis de las enumeraciones.
Estructurado en cuatro partes: La ciudad santa, La huella de la serpiente, La tentación de la tristeza y Alguien debería contar esta historia. De manera simbólica nos relata sucesos de un verano. El verano suele representar esplendor y alegría, aunque en este caso no es así, o al menos, no solo, pues conlleva dolor y sufrimiento, y ahí esta el recurso del contraste. Nos muestra un verano contrario a una estación paradisíaca y vacacional. Y no solo como un tiempo de crisis personal, sino también social. Y no solo personal, pues parece contar la historia de todos/as. No la historia, más bien las emociones de todos, ya que viene a expresarnos el sentir.
Como hilo que enlaza cada una de sus partes, como puerta de entrada a cada sección, encontramos un poema sobre el verano referente a noticias de actualidad, con los que parece integrar una historia personal dentro de la historia del mundo: El verano de los niños, El verano de Ronald McDonald, el verano de Nik Wallenda, el verano de LauWan, poemas que contienen una denuncia.
En su primera parte nos describe la ciudad como una cárcel, el papel que se le otorga a la mujer, un exterior hostil y grotesco, rodeada de soledad, vacío, muerte, frustración, incendio. Y a su pesar, Pero avanzaremos/ por calles levemente iluminadas…
En La huella de la serpiente nos retrata el dolor, el sufrimiento y el daño y la huella de una serpiente en la arena representa el miedo, lo amenazante que provoca miedo. Aquí el sujeto poético traspasa la noche, lo que la noche simboliza de oscuridad, y despierta.
La tentación de la tristeza muestra un ejemplo de resistencia, de mantenerse porque No duele la herida en la piel, duele la ausencia de herida. Aquí la grieta, la sima, no encontrar salida, la ceguera, la tentación de la tristeza, pero también la astucia.
Nos encontramos con el tema de la identidad, lo animal que puede haber en nosotros, del posible desdoblamiento de quien escribe, la reflexión de para qué la escritura, la extrañeza del vivir, de todo naufragio que se desea contar.
Os dejo como siempre con algunos poemas:
EL VERANO DE LOS NIÑOS
Todo esto sucedió
el verano de los niños,
el verano de los niños en la playa,
el verano de los niños que comían arena en la playa,
el verano de los niños muertos que comían arena en la playa.
—
Me he cosido los ojos.
Ahora hay un pespunte entre mis párpados.
He aprendido que es exactamente así como se inventan los límites.
Mi agradecimiento al equipo de Fonoteca Poesía por este regalo de Navidad y a mi amigo Gregorio; además me hace ilusión estar en la sección de poesía sevillana.
¡Feliz Navidad! Que disfruten estas fiestas con salud, alegría y cariño, a pesar de todo.
El día de mi cumpleaños, es decir, el 16 de diciembre, se publicó en «Estado crítico» la magnífica reseña de Elena Marqués Núñez a mi poemario «Las ventanas del tiempo», titulada Aunque no somos eternos: una lectura aguda, acertada, profunda y hermosa. Me alegra que piense que voy creciendo en mi poesía, ella también va a más como crítica literaria y novelista ( y porque no se anima con la poesía, a pesar de nuestros ruegos). «La casa» es su última novela, publicada en este año 2022. Muy agradecida por esta reseña escrita con tanto cariño y a la revista «Estado crítico». Para quienes quieran leerla :
El martes 13 de diciembre a las 19.00 horas nos acompañará Carlos Torrero , quien nos hablará de su trayectoria literaria, de sus últimos poemarios y , en concreto, de «El mudo de Fisher Town». Será, como es habitual, en Casa del Libro de Viapol, Avda. Diego Martínez Barrio 4, Local 1A, Sevilla.
«El mudo de Fisher Town» es un libro de un único poema, en cuyo cauce hallamos: una defensa de la poesía, de la Literatura, de la cultura y del lenguaje y una búsqueda de otro modo de decir; un sujeto poético que escribe para entender el mundo y como medio de cambiar el orden de las cosas (quien habla, que no tiene que coincidir con la persona que escribe, claro está) ; una mirada crítica a la sociedad, el sentir del paso del tiempo y diversas reflexiones metaliterarias. Desde el inicio -tal como podemos leer más adelante- nos indica algunos temas de los que trata: «…del fugaz paso/ del tiempo y, de la hierba húmeda/ y -cómo no- del amor.»
Escrito con un lenguaje coloquial , con el que logra intensidad, con ironía y en tono conversacional. Aunque no pretenda un poema convencional, tradicional, con el lenguaje lírico de costumbre, sí contiene lirismo , buenas y novedosas imágenes.
En una constante referencia intertextual alude a grandes poetas: Blas de Otero, Vallejo, Félix Grande, Charles Simic, Cavafis, Verlaine, Rimbaud, Juan Cobos Wilkis, Benedetti, Bukowski, Robert Frost , Pound, Brodsky,Emily Dickinson o el gran Whitman, y otros.
Puede entenderse también como un mosaico de diferentes piezas, un continuo diálogo ( ¿o monólogo?) con un tú-a veces nos puede parecer una obra de teatro- . Y como es propio en una conversación, se va pasando de un tema a otro, retratando una vida, en esta sociedad, mientras se plantea cuestiones propias de un taller de escritura, los entresijos de escribir el/este poema.
Hay un juego de voces, un juego de desdoblamiento de voces: a veces usa la tercera persona del singular- «alguien abre una puerta y empieza el circo…», semejante a las acotaciones de las obras teatrales-; no obstante, predomina la primera persona del singular, en conversación con un tú. ¿Y quién es ese yo parlante? El propio mudo de Fisher Town, el protagonista, quien también podría ser ese tú.
El espacio del poema es la playa y su tiempo, el verano.
Significativo su recurso de sacar a relucir el artificio al escribir un poema en el propio texto: «Las-mo-tos-dea-gua:cinco»; o cuando dice: «¿No te extraña esa expresión?/ Mo-tos-de-a-gua».
Entre sus planteamientos relativos a la escritura de este género están: su concepción de la poesía, dónde hallarla, cómo escribir un poema en el siglo XXI, cuál será su ritmo (¿acaso continuar con la métrica, qué razón de ser tiene el cómputo silábico?), la importancia del lenguaje en la sociedad, cuál es el lenguaje de la poesía ( en este sentido parece apostar por el lenguaje común- para Cernuda cualquier palabra podía ser poética- e imágenes novedosas, tal vez repudie la rareza, o la busque, ese extrañamiento que sorprende al lector). ¿Es la poesía verdad o impostura? ¿Por qué escribir?
En el prólogo del escritor Isaac Páez se resalta la voz veraz, real y contraria a imposturas del autor. La voz rebelde que se aburre con los versos medidos , tal como constató Huysmans en Á rebours: » Lo que más le horrorizaba era la floja ejecución de unos hexámetros que sonaban a hojalata hueca, alargando la cantidad variable de las palabras según el rasero inmutable de una prosodia pedante y seca». Y según el prologuista, a quien cito literalmente: «El mudo de Fisher Town es, además, un poema que ahonda en la reflexión de lo que somos, en los patrones culturales de un mundo en crisis y en lo que para mí es la virtud más atrayente de esta obra: la disección de nuestra sociedad a partir y a través de la reflexión sobre el propio lenguaje».
Desde el principio nos retrata la vida como un circo, un espectáculo, un lugar incomprensible. En cuanto a su final, inesperado, sin duda. Y mientras… pues lo hablaremos en el encuentro, estos son meros apuntes que apuntalan mi lectura.
Lean este poemario, una interesante propuesta y buena lectura, y vengan con nosotros a comentarlo el próximo martes, la entrada es libre.
Dejo aquí su inicio:
«Alguien abre una puerta
y empieza el circo:
unas motos de agua
como insectos cojos
cruzan el paisaje.
¿Qué hacer con sus ruidosos vientres
y ese olor tan repulsivo
de carne a la brasa
debajo de las sábanas?
Oh, la poesía, siempre tan aburrida
de-ba-jo-de-las-sá-ba-nas: ocho, siete
ocupándose del fugaz paso
del tiempo, y de la hierba húmeda
y-cómo no- del amor. ..»
—
Una de sus definiciones de poesía:
«La poesía es vértigo
de hocino en Meteora;
una peluca
que pongas como te la pongas
deja cráneo al raso;
una lengua
amputada
envuelta en papel de estraza
sobre un mostrador de Pino Habana Negro
en un ultramarinos
que boquea
pero abre cada nuevo día.
Recuerda: el lenguaje ha muerto.
Volvamos al lenguaje.»
—
«Por eso escribes,
para crear
un nuevo orden,
más hipnótico:
Un salto de esquí.
Yo soy uno de esos
que esperan dos horas
a hacer la digestión
para bañarme tras
un poema copioso.
Soy el que se araña la cara
leyendo a Vallejo
y escuchando El carnaval
de los animales.
El que renegó
de su pueblo
para acabar queriendo
vivir en un pueblo.
¿Quién eres tú?
Hay algo terrible, dirás,
en el hecho de ver a alguien
inmerso en un libro.
¿Es que no le interesa la vida?
Recuerda: Leer es vivir. «
—
«Oh, la soledad tampoco tiene horarios. Se ríe de mí. Soy una butaca vacía delante de una pantalla de cine que nadie ve. A ti también te pasa ¿verdad? Que no te lee ni tu madre. Ni tu padre. Ni tu hermana. Ni tu hija. Tu mujer, a veces. Tus amigos: Uff, un poema.
Te pido con tus viejos ojos una mirada nueva, te pido pájaros naranjas en la llanura abisal de la tristeza: No es tan difícil.
Ahora naces en cada parpadeo. Todo es virgen, de nuevo, si tú quieres, caballos azules puñales que te arrullan, cosas así.
Inclínate ahora con esos ojos que gatean, ponte el babero y observa la palabra
ferry
oruga
bicicleta
¿No es para estremecerse?
No, no te escondas. ¿A dónde vas? No corras. Recuerda: Tu cerebro puede tener los techos bajos como el cráneo de una lagartija. Pero la poesía es una forma de ser de mirar de morir.
Yo soy el mudo que habla en diferido; esto es, como todos.
El poeta no es mejor que tú. Pero sale ahí fuera, ebrio de vida a recoger palabras arrumbadas y las engrasa en su regazo para liberarte de la noche. Oh, poeta chamán de letraheridos chatarrero de bien te doy las gracias. Tu oficio consiste en poner esos huesos en fila uno tras otro y reconstruir el esqueleto de cualquier animal, planta o cosa. Tal es el desafío. Pero recuerda: Ninguna pieza debe sobrar.
No me gusta tu oficio. No-me-gus-ta-tuo-fi-cio, siete. Verso anapéstico raro, versión 2. ¿Y a quién le importa? Soy el arquitecto de este edificio sin ascensor. Sólo a él me debo, tal es el desafío. ¿Cómo podemos ser tan distintos ocupando el mismo asiento entre las sombras?»
Carlos Torrero (Cuenca, 1979). Es licenciado en Ciencias de la Información. Y ha trabajado en distintos medios de comunicación. Especialmente en televisión. Es autor del libro de poemas La hibernación de los moluscos (2017) y del libro de cuentos Lejos del Champagne (2019). Además, varias de sus piezas de literatura breve han sido recogidas en distintas antologías y revistas especializadas. Publica regularmente en http://www.doctorgoodfellowbooks.com, web destinada al fomento de la lectura y a la crítica literaria. El mudo de Fisher Town es su segundo poema(rio) publicado. En el 2022 ha publicado en Argentina su último poemario, Los hombres que beben cerveza no son como yo.
Un día tan significativo, como el Día de las escritoras, la editorial Maclein y Parker anunciaba en su página web como una de sus novedades mi poemario «Las ventanas del tiempo». Por fin se abren sus ventanas.
Estará en las librerías a partir del 27 de octubre .
Rocío Fernández Berrocal- doctora, profesora, investigadora, especialista en Juan Ramón Jiménez y miembro del proyecto «El legado de las mujeres»- lo presentará el miércoles 2 de noviembre a las 18 horas en la Feria del Libro de Sevilla, Espacio Unia. Huelga decir lo contenta que estoy; tanto por formar parte de esta nueva casa, una editorial muy competente que cuida con esmero todo el proceso de edición del libro, con un equipo responsable, atento y amable, como porque Rocío me acompañe en esta puesta de largo. Y habrá otras sorpresas.
En la propia página podéis leer el comienzo del libro
Sinopsis
El paso del tiempo nos abre la mirada a la comprensión, abre ventanas desde las que podemos asomarnos y ver nuestra vida. Estamos en este mundo por un tiempo y cada cual elige cómo avivarlo o darle sentido. A través de las historias de cuatro vecinos de un mismo bloque, los poemas de Las ventanas del tiempo nos muestran tragedias y dificultades, resistencia y resiliencia. Y también fraternidad, siempre necesaria. Haciendo referencia a cuadros, obras de teatro o películas, Ana Isabel Alvea Sánchez enfrenta al lector a temas universales y esenciales con el estilo directo y preciso que la define.
Primero nació Silvia, después fueron creándose los restantes personajes literarios: Virginia, Pablo y Laura.
Ante las dificultades y obstáculos, en nuestro discurrir por este mundo, cada cual se pregunta qué nos mueve, qué nos hace resistir o , simplemente, como dice Olvido García Valdés, dónde está la vida.
Presentación de » Las ventanas del tiempo».
Muy agradecida a todos los amigos, poetas y familiares que me acompañaron en la presentación; agradecida a Rocío Fernández Berrocal por su sensible, inteligente, atenta y profunda mirada, hizo una presentación que todos los asistentes felicitaron; a mi hermana Laura, que acudió a pesar de su tendinitis, y recitó estupendamente un poema; a mi sobrino Álvaro, a quien todo le cuesta mucho más que a nosotros ( y lo que más, leer); a mi cuñada Ana y a mi sobrino Gonzalo , quien quiso verme a pesar de perderse sus clases de baile ( que conste que yo no quería que faltara al baile, con lo que le gusta); a mi amiga Isabel Martín Salinas , compuso una hermosa canción con mi poema «Cadena humana» y puso el broche final embelleciendo el acto. Por supuesto, a Maclein y Parker, es todo un placer formar parte de su gran casa, y a la Feria del Libro. A todos y todas, también a quienes no pudieron acudir, como si hubiesen estado conmigo. Gracias por las fotografías de Julia Linares Perez , María Ruiz Ocaña , Ana Recio Mir , Diego Jesús Romero Jaime , Rosario Cartes. Gracias. Sólo espero que os guste el paisaje de estas ventanas. Un abrazo.