Mi reseña del poemario «Digno del barro» de Jesús Cotta

Mi agradecimiento a la revista virtual Rótula y a su editor, José Luis Trullo, por acoger en su espacio mi reseña del poemario de Jesús Cotta, «Digno del barro». Espero que os guste.

https://www.revistarotula.es/2021/11/el-canto-de-la-celebracion.html

Taller de poetas: 1 de diciembre, Jorge Díaz Martínez. Poesía española contemporánea. La poesía de Carlos Pardo.

El miércoles 1 de diciembre a las 19.00 horas en el Taller de poetas, Jorge Díaz Martínez tratará sobre poesía de Carlos Pardo . La clase se impartirá a través de Meet. Interesados contactad en : aalveasanchez@gmail.com

Jorge Díaz Martínez, Doctor en Teoría de la Literatura y del Arte y Literatura Comparada por la Universidad de Granada, ha sido lector de español en universidades de Asia, África y Europa. Actualmente, es profesor de enseñanza secundaria en Andalucía. Ha publicado los libros: Escribiendo mandalas (Ediciones En Huida, 2021), Transbordo. Poemas del metro de Barcelona (La Garúa, 2012), Almizcle y tabaco (Premio Arcipreste de Hita, Pre-Textos, 2005) y La piel de la memoria (Premio Vicente Núñez, Visor, 2004). Como crítico, ha seleccionado y prologado la antología Voces del nuevo siglo. Poesía española contemporánea (2014), traducida y publicada en Armenia por Hakob Simonyan. Y también, junto a Ana Isabel Alvea Sánchez: La vida por delante. Antología de jóvenes poetas andaluces (Ediciones En Huida, 2012). 

blog: http://www.jorgediazmartinez.com/

De Carlos Pardos encontraréis datos de su bibliografía en este enlace : https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Pardo_(escritor)

Podéis leer algún poema de este autor en https://verseando.com/blog/carlos-pardo-presentacion-a-traves-de-sus-poemas/

Ciclo «El poeta y su voz» : Rosario Troncoso. «Nuestra orilla salvaje», 23 de noviembre.

El martes 23 de noviembre a las 19.00 horas podremos hablar con Rosario Troncoso de poesía y , en especial, de su poemario «Nuestra orilla salvaje». Un imprevisto imposibilita a la autora a venir a Sevilla y el encuentro será virtual a través de Meet, desde la librería Casa del Libro de Viapol, Avenida de Diego Martínez Barrio nº 4, Sevilla. Quienes estén interesados podrán contactad conmigo en este correo: aalveasanchez@gmail.com .

Mi compañera Ana Recio Mir, profesora de Lengua y Literatura, Doctora en Filología Hispánica, crítica literaria y poeta, ha realizado la semblanza de la autora y breve reseña del poemario que os dejo a continuación:

«La gaditana Rosario Troncoso es autora de más de una decena de libros y cultiva la poesía y el guión teatral. Es licenciada en Humanidades por la Universidad de Cádiz y máster en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Además es profesora de Lengua y Literatura españolas en secundaria y bachillerato.

En 2012 logró el accésit al XV Premio de Poesía del Ateneo de Sanlúcar de Barrameda por su obra Reconstrucción. Ha dirigido encuentros literarios en Andalucía y es integrante del Centro Andaluz de las Letras. Colabora en medios de comunicación como Onda Cero de Cádiz, y publica artículos literarios en La voz del sur, CaoCultura, y en Diario Bahía de Cádiz, donde han visto la luz sus colaboraciones sobre la enseñanza, la música y hasta sobre el alcalde de la ciudad. Dirige la revista El ático de los gatos, y El ático de los gatitos para niños.

Ha impartido talleres literarios en el Centro penitenciario Puerto III y este año ha sido invitada y ha participado en el Festival Internacional de Poesía de Granada. Es autora de una adaptación didáctica de La Celestina y ha impartido escritura creativa en el programa de Mentorías de la Universidad de Cádiz para alumnado de altas capacidades intelectuales.

La riqueza de sus intereses culturales se plasma en su revista El ático de los gatos o en las páginas de “Magia, brujería y esoterismo en la Historia” publicado por la Universidad de Cádiz.

Mujer trabajadora, antes de Nuestra orilla salvaje (2017) Rosario Troncoso ya había publicado siete poemarios entre los que destacan entre otros Huir de los domingos (2006), Delirios y mareas (2008), Juguetes de Dios (2010), y Eternidad provisional (2016). Ha colaborado también en numerosas revistas como La Gaya ciencia, Estación poesía, Crátera, Maremágnum o Dos orillas y es, además, editora en Takara editorial.

Sus últimos libros son Los ángeles fríos (2019) y En el corazón escamas (2020). Algunos de sus poemas han sido traducidos al hindí, inglés, alemán e italiano. Ha coordinado recientemente una antología de poesía femenina con Carmen Canet titulada Maternidades.

Nuestra orilla salvaje reúne un ramillete de 37 poemas que se organizan en dos secciones: “El abrazo de los extraños” y “El final de las hadas”. El título del volumen parece una declaración de intenciones, como si manifestara su deseo de mostrar al lector lo menos lógico y convencional del ser humano.

En los 26 textos de la primera parte se abordan temas como el paso del tiempo, la muerte, le lejanía, la búsqueda del equilibrio, la aceptación del camino del existir, el triunfo sobre la muerte, el goce del presente o el dolor, entre otros. El rótulo de la segunda parte “El final de las hadas” parece apuntar al fin de la infancia, esa época en que muchas cosas se sueñan o se idealizan. La naturaleza parece ser un refugio, casi un nido para la felicidad, por eso en su vuelo jubiloso las gaviotas “gritan mi nombre”.

En lo que respecta a la métrica, la autora escribe con total libertad, sin ajustarse a las estrofas clásicas, ni buscar premeditadamente la rima. Emplea el endecasílabo combinado con versos de arte menor, como el heptasílabo, en poemas, por lo general, más breves en la primera parte que en la segunda.

Su lengua es clara y cristalina, lo que facilita la comunión con el lector y la emplea de un modo original, sobre todo al usar recursos como la personificación:

Y el odio en las chinchetas

del tablón de noticias.

Es una grosería

Dejarse el cuerpo inútil con corbata.

Poeta de exquisita sensibilidad, su alma se conmueve ante las tragedias cotidianas, como la muerte de un vecino. el último poema del libro, de acendrado lirismo y de temática amorosa, pone la guinda a este excelente poemario»

Por mi parte, en mi lectura he encontrado en este poemario, intimista y confesional, la historia de un derrumbe, de un dificultoso período de crisis personal ; el final de una relación y el principio de una nueva vida. La ruptura y su doloroso duelo en un verso claro y tono contenido por el que nos lleva a sentir las cenizas de lo que ardió, el duro trecho que hay que recorrer, el bullir de todas las emociones que atraviesan por ella: “Inquietud. No toques nada por dentro./ Pues no hay control . Y todo arde» ; hasta llegar a una estoica aceptación y a la idea de que mejor ese paso que vivir enterrados en vida. Al final la aceptación la hace libre.

Se retrata a dos personas distanciadas, dos desconocidos que apenas se entienden, una casa invadida por la desgana, el sentimiento de vacío y de muerte, una muerte que se piensa necesaria para seguir viviendo. Será preciso buscar el equilibrio cuando uno tiene que enfrentarse a la soledad y al hueco que deja un nombre, reunir todas las fuerzas posibles; pero el sujeto poético , de fuerza, parece saber bastante.

Poemas de Antonio Gamoneda

ACARICIAS MI GARGANTA

con tu voz y tu mano lejanísima.

Oscura: bebe en el viento

el olor a tristeza de mis manos.

De La tierra y los labios (1947-1953)

ANTE MI ROSTRO,

Piedras heridas, cuerpos

endurecidos en el dolor.

Piedra viva, fúndete

dentro de mis ojos, dame

tu consistencia, pon

una pequeña eternidad en mí.

(Tímpano románico)

DE LA QUIETUD, UN PÁJARO,

a impulso de su canto,

pensativo se alza.

Y , de pronto,

ya no hay pájaro: lluvia,

cristal vivo, hacia arriba

crece.

Alguien tiende

su mano silenciosa,

alguien está diciendo

adiós, adiós sin palabras.

De Sublevación inmóvil (1953-1959)

EXISTÍAN TUS MANOS

Un día el mundo se quedó en silencio;
los árboles, arriba, eran hondos y majestuosos
y nosotros sentíamos bajo nuestra piel
el movimiento de la tierra.

Tus manos fueron suaves en las mías
y yo sentí la gravedad y la luz
y que vivías en mi corazón.

Todo era verdad bajo los árboles,
todo era verdad. Yo comprendía
todas las cosas como se comprende
un fruto con la boca, una luz con los ojos.

YO ME CALLO, YO ESPERO
hasta que mi pasión
y mi poesía y mi esperanza
sean como la que anda por la calle;
hasta que pueda ver con los ojos cerrados
el dolor que ya veo con los ojos abiertos.

De Exentos I (1959-1960)

DESPUÉS DE VEINTE AÑOS.

Cuando yo tenía catorce años,
me hacían trabajar hasta muy tarde.
Cuando llegaba a casa, me cogía
la cabeza mi madre entre sus manos.

Yo era un muchacho que amaba el sol y la tierra
y los gritos de mis camaradas en el soto
y las hogueras en la noche
y todas las cosas que dan salud y amistad
y hacen crecer el corazón.

A las cinco del día, en el invierno,
mi madre iba hasta el borde de mi cama
y me llamaba por mi nombre
y acariciaba mi rostro hasta despertarme.

Yo salía a la calle y aún no amanecía
y mis ojos parecían endurecerse con el frío.

Esto no es justo, aunque era hermoso
ir por las calles y escuchar mis pasos
y sentir la noche de los que dormían
y comprenderlos como a un solo ser,
como si descansaran de la misma existencia,
todos en el mismo sueño.

Entraba en el trabajo.
La oficina

olía mal y daba pena.
Luego,
llegaban las mujeres.
Se ponían
a fregar en silencio.

Veinte años.
He sido
escarnecido y olvidado.
Ya no comprendo la noche
ni el canto de los muchachos sobre las praderas.
Y, sin embargo, sé
que algo más grande y más real que yo
hay en mí, va en mis huesos:

Tierra incansable,
firma
la paz que sabes.
Danos
nuestra existencia a
nosotros
mismos.

CAIGO SOBRE UNAS MANOS

Cuando no sabía

aún que yo vivía en unas manos,

ellas pasaban sobre mi rostro y mi corazón.

Yo sentía que la noche era dulce

como una leche silenciosa. Y grande.

Mucho más grande que mi vida.

Madre:

eran tus manos y la noche juntas.

Por eso aquella oscuridad me amaba.

No lo recuerdo pero está conmigo.

Donde yo existo más, en lo olvidado,

están las manos y la noche.

A veces,

cuando mi cabeza cuelga sobre la tierra

y ya no puedo más y está vacío

el mundo, alguna vez, sube el olvido

aún al corazón.

Y me arrodillo

a respirar sobre tus manos.

Bajo

y tú escondes mi rostro; y soy pequeño;

y tus manos son grandes; y la noche

viene otra vez, viene otra vez.

Descanso

de ser hombre, descanso de ser hombre

AMOR

Mi manera de amarte es sencilla:

te aprieto a mí

como si hubiera un poco de justicia en mi corazón

y yo te la pudiese dar con el cuerpo.

Cuando revuelvo tus cabellos

algo hermoso se forma entre mis manos.

Y casi no sé más. Yo sólo aspiro

a estar contigo en paz y a estar en paz

con un deber desconocido

que a veces pesa también en mi corazón.

De Blues castellano (1961-1966)

EL ÓXIDO SE POSÓ EN MI LENGUA

El óxido se posó en mi lengua como el sabor de una desaparición.
El olvido entró en mi lengua y no tuve otra conducta que el olvido,
y no acepté otro valor que la imposibilidad.
Como un barco calcificado en un país del que se ha retirado el mar,
escuché la rendición de mis huesos depositándose en el descanso;
escuché la huida de los insectos y la retracción de la sombra al ingresar en lo que quedaba de mí;
escuché hasta que la verdad dejó de existir en el espacio y en mi espíritu,
y no pude resistir la perfección del silencio.
No creo en las invocaciones pero las invocaciones creen en mí:
han venido otra vez como líquenes inevitables.
La fermentación del verano se introduce en mi corazón y mis manos se deslizan cansadas en la lentitud.
Vienen rostros sin proyectar sombra ni hacer crujir la sencillez del aire;
sin osamenta ni tránsito, como si consistieran únicamente en el contenido de mis ojos, en la unidad de mis palabras, en el espesor de mis oídos.
Son obedientes y yo siento su reunión como una salud que se refugia en la oscuridad.
Es una amistad dentro de mí mismo;
es un estambre urdido por manos que son suaves en el interior de los días.

Vi la muerte rodeada de árboles (árboles más esbeltos que el llanto
de tus hermanas), urces en el fulgor y la serenidad.

Vi sombra azul distribuida en sernas, sólo advertida por los animales tan
antiguos como mi corazón, por emisarios muy cansados;

la deserción sobre la boca que yo amaba (grandes banderas ante los
espejos del suicidio)

la esperanza dentro del acero.

El otoño se expresa como pájaros invisibles. ¿Qué harías tú si tu
memoria estuviera llena de olvido, qué harías tú en
un país al que no querías llegar?

Pesan las máscaras de la pureza, pesan los paños sobre la forma
de la patria.

La vergüenza es la paz. Yo acudiré con mi vergüenza.

Pasan los cuerpos hacia la tortura y otros son ágiles en las posturas del
amor, pero la sabiduría aumenta en cálices más profundos.

¿Qué harías tú si tu memoria estuviera llena de olvido? Todas las
cosas son transparentes: cesan las escrituras y cae lluvia
dentro de los ojos.

Nuestros labios envejecieron en palabras incomprensibles.

De Descripción de la mentira (1975-1976)

DIOS Y SU MÁSCARA. Oyes a los insectos que se alimentan en tu
alma

y, de pronto, un árbol dice su clamor y arde la lengua del
olvido

y todo acaba en transparencia, en formas cuya verdad no se
concede

hasta que las espumas queman el corazón de hombres desconocidos y los caballos hablan de aquella sangre, de aquel aire extinguido en los patios de España,

de aquella tierra sin descanso,

de aquel olvido lleno de sangre.

(Delación del verano)

De Lápidas (1977-1986)

AMÉ TODAS LAS PÉRDIDAS.

Aún retumba el ruiseñor en el jardín invisible.

GRITAN LAS SERPIENTES en las celdas del aire. La ebriedad sube desde las piernas femeninas y tú pones tus labios en sus líquidos.

Coge la flor de la agonía. Aún

Hay humedad en la ceniza que amas.

AMÉ LAS DESAPARICIONES y ahora el último rostro ha salido de mí.

He atravesado las cortinas blancas:

ya solo hay luz dentro de mis ojos.

El libro del frío (1986-1998)

ÉSTA ES LA EDAD DEL HIERRO EN LA GARGANTA. YA.

Te habitas a ti mismo pero te desconoces; vives en una bóveda abandonada

en la que escuchas tu propio corazón

mientras la grasa y el olvido se extienden por tus venas y

te calcificas en el dolor y de tu boca

caen sílabas negras.


Vas hacia lo invisible

y sabes que es real lo que no existe.

Retienes vagamente tus causas y tus sueños

(aún conservas el olor de los suicidas),

te alimentan la ira y la piedad.

Queda poco de ti: vértigo, uñas

y sombras de recuerdos.

Piensas la desaparición. Acaricias

la tiniebla cerebral, bajas al hígado calcinado por la tristeza.

Así es la edad del hierro en la garganta. Ya

todo es incomprensible. Sin embargo,

amas aún cuanto has perdido.

Arden las pérdidas (1993-2003-2004)

CON TUS MANOS CONDUCIDAS por una música que vagamente recuerdas,

dices adiós en el umbral. Ah insensata dulzura,

dices adiós en el umbral y de tus manos se desprende

un instante sin límites.

TUS CABELLOS EN MIS MANOS, su resplandor atravesado por enjambres

invisibles, por instantes que no cesan de abandonarme;

tus cabellos entre dos falsas eternidades.

Ah extrañeza llena de luz: tus cabellos

en mis manos.

SOBRE EL ESTANQUE

las palomas giran en torno a tu cabeza.

Cuando sus alas rozan tus cabellos yo me inclino y veo tu claridad en el agua

y yo estoy en tu claridad y me desconozco:

estoy coronado de palomas

dentro del agua. En ti.

Cecilia (2000-2004 y 2018)

*Poemas de Esta luz. Poesía reunida. Volumen I, Galaxia Gutenberg

Poemas de mi libro «La pared del caracol»

¿QUIÉN SE ACERCA A SUSURRARME AL OÍDO?

Desde el alféizar del pensamiento

me asomo al espejo de las palabras.

Miro extrañada

el limo depositado en el tiempo.

En el estiaje de nuestro acelerado ritmo

quién nada contra la corriente

quién sale de sus aguas

quién se adentra en su azogue

y desde allí

                       comienza.

VESTIGIOS

-I-

Bajo una bóveda de crucería:

el musgo y la piedra.

El desgaste del tiempo

no logra eliminar

sus vestigios.

-II-

Vitrales de un mosaico

los recuerdos:

el río borra algunos

se deterioran otros.

-III-

Su silencio nos puebla.

-IV-

Nuestro relato duerme

en sus húmedos ojivales.

ILACIÓN

De la urdimbre de mis pensamientos

como de un soto o boscaje trunco

te rescato  PASADO

con trasmallos de pesca

como una barca arrastrada a tierra

para convertirse en palabra imagen

y anudar mi presente

y comprender su cauce

MAREA NEGRA

Paseo por una playa blanca y tranquila

una calurosa tarde de agosto.

Una joven corre apresurada a la orilla,

acude en ayuda de una anciana

que tiembla y teme adentrarse en el mar .

La joven le ofrece su mano y juntas se bañan.

La escena me recuerda a mi madre,

ella , inmensa y matriarcal,

flor que brotó de arenosas dunas

y sustentó la vida de los suyos,

tierra firme y fértil donde enraizarse,

una ballena azul de asfalto

y árida carretera

capaz de traernos los océanos al sur.

Me recuerda

todas las manos que en sus días últimos

la sujetaron con dulce amor

para que no se sintiera sola

cuando la fuerza centrífuga de la muerte

la arrastrara.

LA DESPEDIDA

Deseas despedirte de quien fuiste

decirle adiós con la mano

ese gesto definitivo

volver atrás la mirada y ver

que los años ayudaron a desprender

tu caperuza

caída en el suelo

MAIZALES

Son nuestros sueños

maizales que crecen

en las hondonadas de la roca.

¿Acaso cuando nos ilusionamos

no estamos regando

una estepa reseca?

I HAVE A DREAM

El mundo viene a nuestros ojos

y los pies a nuestras ideas.

I have a dream, dijiste.

Todos esos sueños que no terminan

de cumplirse

a los que buscamos sin descanso

aproximarnos,

glaciares que profesan eternidad

y no se funden con las inclemencias.

LA PARED DEL CARACOL

Igual que el caracol

escala

pausado y lento

el blanco roto

de la pared

así quisiera mi paciencia

en la vida

en la escritura

contigo

HORIZONTE

A plena luz del día,

un paisaje apenas visible

velado por la niebla,

como una pared por escribir

a la espera del trazo.

CALÉNDULAS

Las caléndulas reverberan:

su color en la tarde

su aroma en mis dedos

el polen suspendido en el aire

un revuelo de golondrinas

corona el instante

atenazado

por horas de aluminio .

ESPLIEGOS

Vienen a mí los campos de espliegos

en la hora vespertina

los cerros trillados por carreteras

los pensamientos como aves

vienen y van

las palabras nadan de tu boca

a la mía

la línea blanca continua

incita a la demora

en el pasaje

los espliegos ribetean su orilla

lábiles

HOY ES SIEMPRE TODAVÍA

Las olas braman con brío

para romperse en la orilla.

Todo queda en un halo de espuma

que se evapora.

Pero yo sé

de lo eterno:

el continuo movimiento

de la ola.

EL PINO

A veces cuando escribo

divaga mi mirada

entre encarnados tejados

y la ciudad extendida al fondo.

Destaca en el paisaje

a suma altivez de un pino.

Impera noble y sereno,

firme ante los avatares,

un hermoso árbol de navidad

que se eleva por encima de todo

y de todos,

que atiende solo al vuelo

y embellece la mirada de quien lo mira.

Poemas de Isabel Bono

El pasado 3 de noviembre tuvimos en el Taller de poetas un encuentro virtual con la escritora- poeta y narradora- Isabel Bono. Nos encantó charlar con ella, la admiraba como poeta y como persona es una delicia, fue muy lindo e inspirador, y lo pasamos muy bien, se nos pasó el tiempo volando. Os dejo algunos poemas suyos:

ROMA TERMINI (RUMBO NORTE)

esta lluvia

no va a detenerme

yo solo estoy de paso

esta lluvia

no es mía

HE TENIDO UN SUEÑO

una casa vacía

que llegaras cansado

jarra de limonada en la mesa

no entiendo por qué no

                                 De Los días felices (2003)

LA MADUREZ DE REPENTE

La madurez de repente

un día cualquiera.

Con el tiempo justo

para huir de los espejos.

Te atrapa la mirada fija,

el gesto breve,

la cabeza alta;

no queda más remedio que rendirse.

La madurez de repente

un día cualquiera,

y ya somos intrusos

en nuestros propios cuerpos.

El intruso (1987)

LA LOCURA DECIDE

el loco desearía otro destino

no mentir

no hablar

cambiar cien veces de domicilio

hasta darle esquinazo

nada

ni un collar de brasas

podría detenerla cuando besa

Contra todo pronóstico (1994)

aquí y ahora

saberlo todo

y que todo queme

                               de Juegos reunidos Geyper (2009)

deseo tener pájaros en la cabeza

tempestad y verano                

lo no dicho

deseo dudas cicatrices tu boca

piedra y desierto

que entre raíces crezca la hierba

deseo otra piel arena sueños

abismo memoria vidas

el comienzo sin final

siempre tuve deseos de ser hombre

gato adoquín insecto obra maestra

madera de violín partitura

lienzo pincel amarillo de cadmio

campo de trigo con o sin cuervos

cristal de sal nuez moscada

higuera tronco de olivo

saco de algarrobas

el azul de los témpanos

la lluvia

el mar rojo

toda tu sangre

serlo todo a la vez

y recordarlo

de Algo de invierno (2011)

deriva

no teníamos en común

más que la monotonía del verano

no nos unía

más que la cadena de mentiras

que forjábamos a la hora de la siesta

para sentirnos más valientes, menos solos

nos unía reinar sobre jardines ajenos

nos unía ver crecer la hiedra

cubriendo un tronco seco

La chispa, ¿de qué vida?

la vida sucedía

idéntica

verano tras verano

en un patio

lleno de macetas de helecho

incapaces de aprender de los mayores

fuerza paciencia, la palabra futuro

estudiábamos la cal de las paredes

vasos comunicantes

confiados y confusos

nombramos cuanto vimos

todo nos pertenecía

cuando bajaba la marea

las rocas perforadas por el mar

la playa muda

nuestros cuerpos dormidos

dando origen

al sueño de las algas

y todo brillaba

de Lo seco (2017)

Poema Alguien :

Isabel Bono – Alguien dice en PoetiCAL Málaga en mp3(18/03 a las 15:48:06) 01:42 10853258 – iVoox

siempre es la luz culpable de cada caída

busco una palabra

lucha

y digo, ¿por qué ahora?

ganarle unos metros a la oscuridad

dijo alguien

y no hay más

solo se trata de eso

una vez

cada vez

todas las veces

Me muero (2021)

Mi reseña de «Un temblor en las encinas. Biografía de una mirada» de Gregorio Dávila de Tena

Mi agradecimiento a la revista Culturamas y al profesor, poeta y crítico literario Jesús Cárdenas Sánchez por la publicación de mi reseña sobre el poemario «Un temblor en las encinas. Biografía de una mirada» de Gregorio Dávila de Tena.

Mi lectura de «Canto a quien» de Iván Onia

Os dejo aquí mi reseña del último poemario de Ivan Onia, «Canto a quien» , publicado por Ultramarina Editorial. Es un libro por el que pongo la mano en el fuego, una caja de prodigios la poesía de Iván.

Mi agradecimiento a la revista Culturamas y al profesor, poeta, crítico literario y editor Jesús Sánchez Cárdenas por la edición de la reseña:

Presentación del poemario «Digno del barro» de Jesús Cotta y » Roma y otros destinos» de Eduardo del Pino

El miércoles 10 de noviembre a las 20.00 horas Jesús Cotta y yo presentamos su último poemario «Digno del barro», publicado por Renacimiento. Una poesía vitalista y alegre, una celebración de la vida y el amor, seguro que os contagiaréis de su mirada.

LA GRAVEDAD Y LA GRACIA

Bajo el chubasco va corriendo un niño

feliz de haber prestado su paraguas.

el agua le ha calado hasta los huesos,

pero él ríe, acelera , brinca y salva.

Y espanta a una serpiente con sus risas

que vuelan hasta un olmo y allí cantan

en los sueños que tienen los valientes

después de haber luchado con las gárgolas.

Y no cabe en el mundo su alegría

y nada es más veloz que sus zancadas.

El vendaval no puede detenerlo

aunque él no sabe adónde va ni nada.

Se ha vuelto loca el agua, truenan rayos,

el campo

entero huye en desbandada,

menos en dirección contraria al río

y el niño que ha prestado su paraguas.

NO ME BASTA

No me basta la luz, el mar, el aire.

De todo eso he nacido y no soy suyo,

nada soy a su lado y quiero más.

Yo soy el barro deseando un alma,

soy la tierra buscándose el origen.

¿Por qué tanta belleza no me basta?

¿Por qué andaré buscando yo otra cosa,

un daimon, un cometa, un arca, un grial,

el coro de los santos y las ánimas,

un Ser que sea más que el infinito?

¿Y por qué, si son tantas las estrellas,

son siempre pocas para tanta noche?

JESÚS COTTA cuenta que buscando frases que animaran a sus alumnos a ser buenos y felices se aficionó a leer sentencias y aforismos. A un aforismo le pide que ilumine un poco la oscuridad del mundo, y a un poema, que aumente el número de cosas bellas que hay en él.

Es narrador, ensayista, poeta , traductor y aforista. Ha publicado la novela Las vírgenes prudentes (Mono Azul Editora, 2005) y los ensayos Topicario. Arpones contra el pensamiento simple (Almuzara, 2005), Ulises y las sirenas ( 2009) , y Manual de ayuda contra los libros de autoayuda( 2011); los libros de aforismos Cometario (2015), Motas de polen (Cypress editorial, 2020) y Homo mysticus (Cypress editorial, 2021) y los poemarios A merced de los pájaros, Menos la luna y yo, Niños al hombro y este es su cuarto libro de poesía.

Y aún hay más, a las 19.00 horas será la presentación de «Roma y otros destinos» de Eduardo del Pino, profesor de Filología Latina en la Universidad de Cádiz, por Fidel Villegas. Os esperamos: Casa del Libro, C/ Velázquez nº8, Sevilla

Fotografía de José Luis Trullo

EL POEMA

Tú, silueta tan leve,

que en este río quedas un instante

cuando el barco se va,

en tu temblor abrazo

todo lo que he perdido

lo que no encontraré.

DE RÍOS Y ESTUARIOS

(LIVERPOOL)

Era la Apología de Platón

o su Banquete erótico

o aquella travesía de Odiseo,

y un niño los vertía en su lenguaje.

Era el trinar continuo de los pájaros

que emboscados en árboles inmensos,

piando en la plaza junto al río grande,

acunaban su estudio.

Hoy, junto al río Mersey

y los muelles de Liverpool,

juntos nosotros solos

bajo este oscuro manto de agua,

he comprendido al fin que cualquier río

me lleva siempre a ti.