Presentación de «Física Elemental » de María AR

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Este sábado-26 de noviembre a las 20 horas-  en la librería Un gato en bicicleta,  tengo el gusto de presentar el nuevo poemario de la poeta María AR. Y el 21 de diciembre será en la Casa del Libro de Sevilla. Os esperamos.

Veranos de la infancia

limones amarillos

sobre la tapia blanca.

 

 

Lo que esconden las palabras

La Sed

desordenado origen

del deSeo

 

 

Ya es tres de mayo, amor

y está lloviendo.

 

Sigue lloviendo

y aún hace frío.

 

¡No avanzas, Primavera!

 

No avanzas

porque no olvido.

 

 

 

 

 

 

 

 

CLUB DE LECTURA: LA CASA ROJA, de Juan Carlos Mestre

 

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El próximo jueves 17 de noviembre a las 19.30 horas en la Casa del Libro de Sevilla, como siempre, el club de lectura Versos y vinos se reunirá para hablar del poemario que fue Premio Nacional de Poesía 2009: La casa roja, de Juan Carlos Mestre.  En esta ocasión la tertulia será coordinada  por Concha Romero Martín.

 

Alguien anda diciendo que en las afueras de la ciudad hay una casa roja. Una casa donde los cardenales negros sacrifican papagayos a la voz del diluvio. El diluvio tiene las barbas blancas como el sauce de la jurisprudencia un domingo de bodas. Los predicadores aman la tempestad y golpean con sus Biblias de nácar la erección de los guardiamarinas. Las familias beben alcohol, se santiguan, recolectan insectos. El niño de la lámina se masturba plácidamente con la transparencia. La rosa de Jericó huele a vainilla. Alguien anda diciendo que en las afueras de la ciudad hay una casa roja. Una casa cuya ilusión está llena de peces, el pez de San Pedro, la conciencia del delfín encerrada en el aro de la bahía desierta. Lorenzo de Médicis tenía una casa roja, los maniquíes de Bizancio tenían una casa roja. Mi corazón es una casa roja con escamas de vidrio, mi corazón es la caseta de los bañistas cuya eternidad es breve como columna de lágrimas. El minotauro hace rodar sus ojos por el acantilado de las estrellas, la herida del anochecer hace su nido en la arena. Yo hablo con alas, yo hablo con lava de lo ardido y humo de diamante. La geometría bebe veneno, en el canto de los pájaros suena la armonía del baile de los muertos. En la casa roja hay una mesa blanca, en la mesa blanca hay una caja de plata con la nada del sábado. La intemperie gime contra los muros, la tristeza gime contra los mármoles. El profeta tuvo una casa de papiro a la orilla del lago, la muchacha del ghetto vivió en la casa de las preguntas. Mi mano izquierda luce un anillo de agua, en el camafeo de la supersticiosa brilla el mercurio de la temperatura. Lo que canto es lumbre, caballos lo que canto contra la aritmética y los números. Alguien anda diciendo que en las afueras de la ciudad hay una casa roja, una casa bajo el índice del cielo y el negro nenúfar de la amante devota. El muchacho con ojos de ebonita ama la enfermedad y el rubí de los reyes. Las mujeres hermosas sueñan con acuarelas, sueñan con garzas y volúmenes y súbitos prodigios sobre las alfombras de lana. Yo vivo extraviado entre dos rosas de sangre, la que tiñe la calamidad de impaciente belleza, la que tiñe la aurora con su astro eucarístico. Mi voluntad tiene la cólera del orfebre, mi capricho tiene el óxido de tu frente de hierro. Nadie cruza los bosques malignos, nadie sobre la yerba de la muerte escucha el desconsolado discurso de las ceremonias asiduas. Yo veo el arco iris, yo veo la patria de los músicos y el olivo de los evangelios. Mi casa es una casa roja bajo la fibra de un rayo, mi casa es la visión y la beldad de una isla. Aquí cabe la gala del mandarín y la escrupulosa usura de las edades antiguas- Esta casa mira al norte hacia las lagunas de los helechos, esta casa mira al sudeste azotada por el aliento de los que piden limosna.
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Presentación de «El Bajísimo», de Christian Bobin

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El próximo jueves 10 de noviembre, a las 19 horas, en la Casa del Libro de Sevilla , hablaremos de un hermoso libro que he conocido gracias a su traductora, Alicia Martínez, quien hace todo lo posible por darlo a conocer en España. Alicia es una mujer que logra fácilmente contagiar su entusiasmo por todo lo que ama, y precisamente amor , una abundancia de amor, es lo que encontramos en este poema: amor y cuidado en la edición, en su buena labor de traducción, en la talentosa prosa poética de su autor. Pero no solo, también belleza y profundidad, una interesante mirada a nuestro mundo , que contrasta con la vida y el pensamiento de San Francisco de Asís.  Me parece necesario hoy resaltar su persona y su fraternidad, tal vez siempre será necesario. «Como al comienzo de un amor, decimos, me quedo aquí, lo he encontrado todo»- dice Christian Bobin, y seguro que este libro vivirá en el lector.

La belleza viene del amor, el amor viene de la atención. La atención simple a lo simple, la atención humilde a los humildes, la atención viva a toda vida.

 

Ante el amor no hay ningún adulto, no hay más que niños, más que esa inocencia que es abandono, despreocupación , mente perdida. La edad suma. La experiencia acumula. La razón construye. La inocencia no cuenta nada, no amontona nada, no edifica nada. La inocencia es siempre nueva, se va siempre a los comienzos del mundo, a los primeros pasos del amor. El hombre de razón es un hombre acumulado, amontonado, construido. El hombre inocente es lo contrario de un hombre cargado sobre sí mismo: es un hombre liberado de sí, renaciendo en el total nacimiento de todo.

 

Os invito a ser como la tierra desnuda, olvidada de sí misma, acogiendo igualmente la lluvia que la golpea y el sol que la reseca. Y decir a los otros: buscáis la perfección en los desiertos de vuestro espíritu. Pero yo no os pido ser perfectos. Os pido ser amantes.

 

Esperáis del amor que os colme. Pero el amor no colma nada- ni el hueco que tenéis en la mente, ni ese abismo que tenéis en el corazón. El amor es vacío más que plenitud. El amor es la plenitud del vacío. Es , os lo recuerdo, una cosa incomprensible. Pero aquello que es imposible de comprender es muy simple de vivir.

 

Sobre Christian Bobin: https://es.wikipedia.org/wiki/Christian_Bobin