Mi agradecimiento a Almudena López Molina y a Ana de Haro por su invitación a participar en este programa de radio que trata de las antologías ( de poesía, narrativa y teatro) desde el punto de vista del editor, del antólogo y del autor, muy completo e interesante. Yo colaboro hablando de la antología de poesía andaluza que coordiné con Jorge Díaz Martínez » La vida por delante. Antología de jóvenes poetas andaluces», publicada en el 2012 por Ediciones en Huida. También podréis escuchar al editor, Martín Lucía. La podéis escuchar en este enlace:
Os dejo aquí mi reseña sobre del poemario- interesante, genuino y peculiar- de Jorge Díaz Martínez, «Escribiendo mandalas» y publicada en el número cien de la Revista virtual En sentido Figurado: «Escribiendo mandalas. Un álbum de vivencias y lecturas.
Jorge Díaz Martínez es doctor en Teoría de la Literatura y del Arte y Literatura Comparada por la Universidad de Granada, lector de español en universidades de Asia, África y Europa. Actualmente, profesor de enseñanza secundaria en Andalucía. Ha publicado los poemarios: Trasbordo. Poemas del metro de Barcelona (La Garúa, 2012), Almizcle y tabaco (Premio Arcipreste de Hita, Pre-Textos, 2005) y La piel de la memoria (Premio Vicente Núñez, Visor, 2004). Como crítico, ha seleccionado y prologado la antología Voces del nuevo siglo. Poesía española contemporánea (2014), traducido y publicado en Armenio, y ha sido uno de los antólogos de La vida por delante. Antología de jóvenes poetas andaluces (Ediciones en Huida, 2012).
La idea de Escribiendo mandalas le vino al autor en su estancia en China como lector de español, cuando leyó las investigaciones de C. G. Jung acerca de estos símbolos, el mandala o círculo. Entonces pensó en aplicar a la literatura cierta idea de mandala, que el dibujo se convirtiera en escritura, una escritura que aparece en la quietud, y decide plasmarla en versos dodecasílabos y en poemas de 144 sílabas con los que construir un glasperlenspiel, título de una novela de Hesse, Juego de abalorios, donde, como dice Eduardo Chivite en su reseña publicada en Culturamas, pretende un discurso lúdico e intelectual con el que reflejar la propia experiencia personal, en la que se incluye la lectora.
Acompañado de las hermosas ilustraciones de María Ortega Estepa, tenemos entre las manos un libro estético y cuidadosamente editado.
Con un estilo que parece directo, desnudo, depurado, en él asoman ocurrentes figuras literarias, saca brillo al lenguaje con ingenio, en poemas donde predomina la visualidad y reflexión. Su poesía se alza normalmente sobre referencias culturales, o bien anécdotas, y a menudo guardan un misterio, se llenan de sugerencias y se abren a la interpretación del lector. Y, a veces, guardan secretos, esconden claves que debe descubrir el lector. Su tono parece testimonial, una voz contenida que piensa lo que dice, por la que asoma una fina ironía o una dulce melancolía.
En cuanto a su contenido, adquieren un papel relevante sus cavilaciones sobre la lectura y el lenguaje, como bien nos indican los versos que inauguran el libro: Sobre el “Manual de estudios literarios/ de los siglos de oro, de Pedro Ruiz Pérez, / la ilustración de Velázquez/ muestra a un lector melancólico/ frente a un voluminoso tomo/ junto al que parece enano”. Con esta écfrasis y el simbolismo de la figura enana quiere reflejar nuestra pequeñez para poder abarcar todo el conocimiento de los libros. Frente al claroscuro barroco prefiere la vida, Tantas líneas/ le andan ya en los ojos/ como hormigas.
Retrata las noches ensimismado en la lectura, la imposibilidad de poder leer todo lo que valga la pena, un Alonso Quijano/inmerso en otras vidas: / la mirada clavada en un papel. En todo el libro se encuentra la contraposición de vida y literatura.
Resulta recurrente su negación del lenguaje como medio para encontrar la verdad: Dices que somos las palabras que dicen/ lo que somos/ y te contesto que nada/ verdadero puede ser dicho con ellas. No encuentra mayor verdad que la de los actos o la piel, sobre todo en el amor.Rechaza la afirmación de Ludwig Wittgenstein de que los límites del lenguaje son los límites del pensamiento. Contrasta el taoísmo con el racionalismo occidental en un diálogo amoroso. Arremete contra las palabras, a las que define como disfraces en este teatro de títeres humanos… yo anhelo/ una fiesta feliz de desnudados,/ que a eso hemos venido: / a quitarnos los vestidos. Califica el vocabulario como ruido, ruido abstracto y sin sentido, pero no todas las puertas/ están hechas de conceptos.
Menciona In memory of Sigmund Freud de Auden para cuestionarse la idea de identidad, siente extrañeza respecto a sí mismo: ¿Yo soy este palimpsesto/ o el blanco que había debajo? Y extrañeza respecto a sus decisiones, perdido y desorientado a veces, como nos indica en su poema Hacia el lago brumoso, entreviendo- ninguno de sus poemas está titulado -: Y nada, excepto este poema/ que me explique, realmente, / por qué he venido aquí. El hogar, si lo buscara, parece que se disuelve constantemente, aunque sienta como su familia a toda la sociedad.
No falta el homenaje a la creación y a la escritura en El dibujo se convirtió en escritura. Lamenta todos aquellos textos que se han perdido, aunque agradezca que el Arte permanezca.
Algunos poemas- normalmente los que usa la tercera persona del singular- hacen referencia a sus lecturas: Al final, te has decidido, habla del protagonista de la novela Juego de Abalorios de Herman Hesse. Era el poeta maldito, el artista raro alude a Luis de Góngora. Una casa en el bosque, cerca de un lago, recrea la casa de Carl G. Jung- autor que cita al inicio del poemario-. Ladrillos, memoria, expresa la impresión que le provocó la lectura de De profundis, su tristeza.
En este juego de abalorios hallamos un poema sobre el ajedrez, en este juego uno puede saber las reglas, pero resulta imposible conocer las reglas de la vida y nos sugiere consejos para vivir o tomar decisiones: medir las variantes, mantener la calma/ y saber cambiar. Aprende que resulta fundamental para el equilibrio personal, no tanto jugar muy bien, como saber perder.
El libro nos puede parecer un álbum de fotografías, o más bien, una cinta de vídeo que graba diferentes momentos, vividos o leídos: la feliz armonía nudista en Cabo de Gata, el desengaño en Barceloneta, la diferencia de culturas y costumbres con personas de otros países, las relaciones fugaces o perecederas,los amores malditos, y quién sabe, un poema- o amor- con final abierto.
Dentro de este baúl de recuerdos, una elegía de su juventud romántica, en la que menciona – no gratuitamente- a la generación beat, The road. Una época de trotamundos mochilero cuando solo necesitaba amor y unas monedas. Y siempre, acompañándolo en la vida, entre su sentir y su pensar, la escritura, una manera de pasar página y soltar. ¿Cuánto dolor se oculta/ debajo de unas letras?, se pregunta.
Un libro original que parece recoger con discreción y pudor una serie de vivencias, tal vez las más relevantes- incluidas las que le provocaron algunas lecturas- y reflexiones propias de un teórico de la literatura. Un especialista en literatura que advierte que no se puede vivir solo en el papel y decide salir, como Alonso Quijano, a experimentar los caminos de la vida; un occidental que mira a oriente; un escritor que, curiosamente, niega el lenguaje, o el sentido del lenguaje, y advierte de sus peligros. Una paradoja, como la vida misma.
El próximo jueves 25 de enero a las 19.30 horas nos acompañará Rosario Pérez Cabaña para hablarnos, principalmente, de su último poemario publicado, «Quirón y los otros hombres»; libro que va precedido de un esclarecedor y acertado prólogo de Carlos Serrato. Os recuerdo que el club de lectura «Versos y vinos» se reúne en la librería Casa del Libro, Calle Velázquez nº. 8 de Sevilla.
Este es un poemario que reflexiona y habla del amor , de la pasión y el deseo , del eterno instante, del dolor en las relaciones, pero también de la identidad ( los espejos en los que nos miramos) y de la intensidad en el vivir . A veces dulce y a veces amargo . Escrito con belleza e inteligencia, con un imaginario propio y preciso: Yo lo único que busco son metáforas/ absurdas y usadas como los pomos de las puertas y las agujas de los relojes,/ reconocibles como las lunas de los armarios . Potente su poesía, en él las lecturas y la vida se entrecruzan y sus versos se ensamblan con varios personajes: el mítico y dulce centauro Quirón y su lúcida luz la tuya de dolientes verdades descrito en hermosos y delicados poemas. Y los otros hombres:Raimond Carver , en cuyos poema recrea lo que serían los últimos días de Raimond y Tess Gallagher, Bernhard y Onetti. Os dejo algunos poemas para ir abriendo boca:
¿Recuerdas la llanura?
Todo era una densa nube
cuando avanzabas ávido de mí
hasta el pozo donde yo te aguardaba mansamente.
Abrevabas entonces en mis muslos
y yo peinaba mis crines
en espera de la noche.
NOS DOLÍA
(Sin fe, hemos venido aquí
esta mañana con estómagos
y corazones vacíos)
Nos dolía el corazón de hambre.
Lo traíamos vacío desde temprano
A veces pienso que esta época terminará dejándonos el corazón sin trigo.
Qué cosa tan ajena un mundo sin trigo y con manos grandes.
Yo solo quiero trigo para ofrecértelo,
nací para eso,
para sellar tus labios con espigas y rozar
tu pecho con el pan grande y sagrado de mis ganas,
sobre todo, en días como estos,
donde la amnesia y los insectos en celo
acechan las farolas.
Darte trigo, sencillamente, antes de que una mañana
la lluvia nos encuentre muertos
con el corazón vacío y el estómago latiendo.
LOS OTROS HOMBRES
(A los otros hombres los encontré en la dirección opuesta)
-1-
A los otros hombres los encontré en la dirección opuesta.
Más allá de las tareas programadas para mí,
justo siguiendo la caída de las nubes
allá por las aceras donde crecen asombradas suelas
y se levanta la Alta Escuela de los locos
y los tenidos por locos
en el borroso poblado de Scherzhauserfeld,
exactamente en la bifurcación que separa
Reichenhaller Strasse
de la avenida desde donde entro en mi casa:
allí comencé a encontrar a los otros hombres.
Aquellos hombres me mostraron espuelas fraguadas
con cortezas de encinas,
me dieron a leer millones de páginas cosidas por los hilos
que desbrozaban las ancianas en las puertas de sus chozas,
me entregaron sus dientes,
sus olfatos,
sus ropas arrugadas y su fe.
Llegaban sigilosos con espejos en las manos
que me ofrecían como ofrecen sus cestos las azafatas
en los palacios árabes,
cestos llenos de asombradas sardinas o
de aceites perfumados.
En todos aquellos espejos me miré para saber quién era.
Pero todos me devolvieron mi viva imagen.
-2-
(A los hombres que encontré en la dirección opuesta
los instalé en la trastienda del sótano donde aprendí
todo cuanto voy a saber
a partir de ahora).
Preparé un plato con pan para los invitados a mi vida.
Les abrí la casa, la llené de aire y posibilidades, creo recordar.
Bebí con ellos hasta perder el olvido.
Me regalaron sus dientes sin promesas. Sus dentelladas tibias.
Llegaron con las manos llenas de flores aún vivas.
Me hicieron regalos
y llagas y madre
y espíritu.
De alguno recuerdo sus ofrendas y sus versos.
De otros apenas el sabor de sus bocas y sus espaldas
lanzadas a otras vidas.
De todos el sonido de sus pasos.
Para los invitados a mi muerte, he preparado ricos manjares
de los que derraman jugos por el cuello buscando la cintura.
Se acaba de publicar mi reseña del último poemario de Israel Álvarez, Atlas. Agradecer nuevamente a la revista literaria y artística, Luz cultural, su labor de difusión y promoción a la cultura.
Israel Álvarez ( 1986) cursa el Grado de Historia en la Universidad de Sevilla. Autor miembro del Centro Andaluz de las Letras, ha publicado en diversos medios digitales. Atlas es su tercer poemario, publicó en el año 2013 El leteo, de Bohodón Ediciones, y en el 2014, Demiurgo, con Ediciones en Huida.
En la Feria del Libro de Sevilla de este año presenté el libro del poeta Sevillano Tobías Campos Fernández , «Zona», publicado por Ediciones en Huida.
A Tobías le gusta e interesa el teatro, de estudiante formó parte del movimiento teatral universitario, incluso ha escrito algunas obras dramáticas. Siente una especial predilección por el teatro del absurdo, especialmente por Beckett -gusto que compartimos-, en quien encontramos lo absurdo de un modo poético. Esta antigua tendencia ha salido a relucir en este poemario, un libro de poemas dialogados con huellas de Beckett y de su teatro, como comprobamos leyendo su primer poema, La ojera parlante de Beckett; aunque no es la única influencia, pues también dejan su impronta la lectura de Anne Carson o Clarice Lispector, entre otros.
Este texto supone un giro en el estilo de su autor al adentrarse en una mayor experimentación e innovación, muy acorde con la poética que siempre ha defendido. En él se rompe la sintaxis, se deconstruye el lenguaje, a fin de crear formalmente un discurso incoherente e ilógico que retrate lo absurdo de nuestras vidas. En estos poemas podemos encontrar belleza, lirismo, humor, absurdo y tristeza , a partes iguales. Nos lleva a reflexionar – como suele ocurrir con la poesía de Tobías- sobre diversos temas: poemas intimistas sobre el ser- sus deseos y sentimientos-, sobre la incomunicación, la relación con el otro. No es la suya una mirada que se quede en la superficie de lo que habla , va indagando en el fondo del contenido del poema, igual que lo hace en su forma. Dejo una pequeña muestra.
TOBÍAS CAMPOS FERNÁNDEZ: Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, de su obra poética podemos citar títulos comoInventario de nieblas, Finalista Premio Barro (Sevilla (1999),La mirada inicial(Ed Cultural Myrtos, Córdoba 2007),Lugar de las gacelas, ganador Certamen de Poesía Marc Granell, Villa D’Almussafes”(Publicación en 2008 Ed edicions 96),La rotación del puzzle, finalista premio Artífice, Loja (Publicación en 2008 Ed Ayuntamiento de Loja; Llaves extremas( Ed. Vitruvio, 2010); Campo base ( Ed. Alfar, 2012); Las horas abiertas ( Ediciones en Huida, 2012); Zona ( Ediciones en Huida, 2015). Algunos de sus poemas se han recogido en la antología colectivaNosotros(Ed lautaro Sevilla 1993), a cargo del poeta Angel Leyva. También cultiva el género teatral con obras comoAusentes,Mil RostrosoReo en el puzzle. Desde el año 2000 imparte cursos y talleres de creación literaria en diversos centros e instituciones. Como artista plástico ha llevado a cabo diversas exposiciones de pintura tanto individuales como colectivas.
Siguiendo el refrán más vale tarde que nunca dejo aquí algún testimonio del recital que gustosamente compartí con el poeta venezolano, pero afincado hace mucho tiempo en Sevilla, se puede decir que adoptado con cariño por los sevillanos, David González Lobo. Creo que era Mario Álvarez Porro, también poeta y amigo, quien nos hacía la foto.
El pasado jueves, 23 de enero, Rosario Troncoso presentó su antología en Jerez, en la Fundación Caballero Bonald, junto a Martín Lucía , en representación de la editorial Ediciones en Huida, y algunas autoras recogidas en esta antología: Josefa Parra, Isabel de Rueda, Inmaculada Calderón o Amaya Blanco y una servidora, encantada de estar entre ellas.
Esta antología de mujeres poetas fue presentada el pasado viernes en Red House, Sevilla. Coordinada por Rosario Troncoso, con el entusiasmo y la energía que la caracterizan, y editada por Ediciones en Huida, editorial sevillana que lleva un interesante recorrido. Yo solo pude acercarme para saludar, pues me coincidía con otro recital, pero estaba deseando abrir esa nube de poesía y leer a las compañeras. El prólogo es de Antonia Víñez Sánchez y las autoras : Amaya Blanco, Ana Isabel Alvea, Ana Pérez Cañamares, Ana Rodríguez Callealta, Carmen Moreno, Inma Calderón, Isabel de Rueda, Isabel Ordaz , Josefa Parra, Julia Conejo, Luisa Futoransky, Olga Bernad, Raquel Lanseros, Rocío Hernández Triano, Rosario Pérez Cabaña, Rosario Troncoso y Sara Castelar Lorca. Yo, encantada y agradecida de estar también aquí.