
¿QUIÉN SE ACERCA A SUSURRARME AL OÍDO?
Desde el alféizar del pensamiento
me asomo al espejo de las palabras.
Miro extrañada
el limo depositado en el tiempo.
En el estiaje de nuestro acelerado ritmo
quién nada contra la corriente
quién sale de sus aguas
quién se adentra en su azogue
y desde allí
comienza.

VESTIGIOS
-I-
Bajo una bóveda de crucería:
el musgo y la piedra.
El desgaste del tiempo
no logra eliminar
sus vestigios.
-II-
Vitrales de un mosaico
los recuerdos:
el río borra algunos
se deterioran otros.
-III-
Su silencio nos puebla.
-IV-
Nuestro relato duerme
en sus húmedos ojivales.

ILACIÓN
De la urdimbre de mis pensamientos
como de un soto o boscaje trunco
te rescato PASADO
con trasmallos de pesca
como una barca arrastrada a tierra
para convertirse en palabra imagen
y anudar mi presente
y comprender su cauce

MAREA NEGRA
Paseo por una playa blanca y tranquila
una calurosa tarde de agosto.
Una joven corre apresurada a la orilla,
acude en ayuda de una anciana
que tiembla y teme adentrarse en el mar .
La joven le ofrece su mano y juntas se bañan.
La escena me recuerda a mi madre,
ella , inmensa y matriarcal,
flor que brotó de arenosas dunas
y sustentó la vida de los suyos,
tierra firme y fértil donde enraizarse,
una ballena azul de asfalto
y árida carretera
capaz de traernos los océanos al sur.
Me recuerda
todas las manos que en sus días últimos
la sujetaron con dulce amor
para que no se sintiera sola
cuando la fuerza centrífuga de la muerte
la arrastrara.
LA DESPEDIDA
Deseas despedirte de quien fuiste
decirle adiós con la mano
ese gesto definitivo
volver atrás la mirada y ver
que los años ayudaron a desprender
tu caperuza
caída en el suelo
MAIZALES
Son nuestros sueños
maizales que crecen
en las hondonadas de la roca.
¿Acaso cuando nos ilusionamos
no estamos regando
una estepa reseca?
I HAVE A DREAM
El mundo viene a nuestros ojos
y los pies a nuestras ideas.
I have a dream, dijiste.
Todos esos sueños que no terminan
de cumplirse
a los que buscamos sin descanso
aproximarnos,
glaciares que profesan eternidad
y no se funden con las inclemencias.

LA PARED DEL CARACOL
Igual que el caracol
escala
pausado y lento
el blanco roto
de la pared
así quisiera mi paciencia
en la vida
en la escritura
contigo
HORIZONTE
A plena luz del día,
un paisaje apenas visible
velado por la niebla,
como una pared por escribir
a la espera del trazo.
CALÉNDULAS
Las caléndulas reverberan:
su color en la tarde
su aroma en mis dedos
el polen suspendido en el aire
un revuelo de golondrinas
corona el instante
atenazado
por horas de aluminio .

ESPLIEGOS
Vienen a mí los campos de espliegos
en la hora vespertina
los cerros trillados por carreteras
los pensamientos como aves
vienen y van
las palabras nadan de tu boca
a la mía
la línea blanca continua
incita a la demora
en el pasaje
los espliegos ribetean su orilla
lábiles
HOY ES SIEMPRE TODAVÍA
Las olas braman con brío
para romperse en la orilla.
Todo queda en un halo de espuma
que se evapora.
Pero yo sé
de lo eterno:
el continuo movimiento
de la ola.
EL PINO
A veces cuando escribo
divaga mi mirada
entre encarnados tejados
y la ciudad extendida al fondo.
Destaca en el paisaje
a suma altivez de un pino.
Impera noble y sereno,
firme ante los avatares,
un hermoso árbol de navidad
que se eleva por encima de todo
y de todos,
que atiende solo al vuelo
y embellece la mirada de quien lo mira.