El jueves 26 de abril a las 19.30 horas estará en el club de lectura «Versos y vinos» , de la Casa del Libro de Sevilla sito en Calle Velázquez nº 8, el poeta Víctor Jiménez con su poemario editado por Renacimiento «La mesa italiana». Al inicio del libro nos indica: Una mesa italiana es, en teatro y por extensión en cine y televisión, una lectura conjunta con todo el reparto de un guion. Prologado con certero acierto por Juan Lamillar, su prólogo nos revela las entrañas del texto. Víctor Jiménez hace un nostálgico viaje por el cine – todos los poemas llevan títulos de películas conocidas- por las lecturas y las vivencias, como un pasajero del tren de la vida, que recorre los paisajes que conforman su memoria.
NIEBLA EN EL PASADO
Será por este frío y que ando solo
por la calle esta tarde del invierno
en que apenas se ven los edificios
y las sombras que cruzan en silencio;
será por tanta soledad tan fría
y tanta pérdida en los ojos secos,
por lo que ahora veo cómo viene,
con sus padres y hermanos, a mi encuentro,
un niño, un niño que conozco, un niño
que ,de repente, llega de otro tiempo
de ilusiones y luz en la mirada
subiendo el puente que le acerca al cielo.
Y mira y pasa entre la niebla y va,
en esa tarde mágica de enero,
en busca de Tres Magos que le traen,
desde Oriente, regalos, caramelos…
Mas vuelve el frío y sigo solo y sigue
el niño aquel perdiéndose a lo lejos.
UN PASEO POR LAS NUBES
La recogió en la puerta de su casa.
Después de cinco o diez minutos esperándola,
igual que una alborada, salió del ascensor
con un vestido blanco, con el pelo mojado
por la lluvia reciente de la ducha
y una sonrisa que invitaba al beso.
De allí, por lentas calles comerciales,
a la cafetería de costumbre.
Café con leche y confidencias,
el pan con mantequilla y con caricias,
el zumo de naranja de los sueños…
Y fue creciendo el día
y calentando el sol mientras cruzaban
el puente sobre el río
en dirección al centro de la ciudad radiante.
Juntos, solo los dos entre la multitud,
un paseo sin prisa, una breve parada
frente a un escaparate, alguna que otra compra,
una mirada amante, un gesto cómplice…
Todo bajo la brisa azul del cielo.
Amor y vida. Nada insólito.
Su típica mañana de verano.
Nadie, ni ellos siquiera, se creía,
que llevaban sin verse tanto invierno.
UN LUGAR DONDE REFUGIARSE
No es tan fácil dejar atrás el miedo,
el desconcierto, el vértigo, el vacío,
las miradas tan fijas del insomnio,
las preguntas que no contesta nadie.
Como brisa o promesa inesperadas,
nos llega tu llamada para darnos
a la visión de las constelaciones,
a la hermosura quieta de los astros,
del mudo firmamento , una llamada
para alejarnos del desasosiego.
Pero no tienen alas , esta noche,
mis leves ilusiones ni mis sueños
para subir, apenas un instante,
a las altas estrellas. Puedo sólo
mirar este universo de palabras
como hojas al viento, broza humilde,
arrancadas al libro de la vida.
Para poner por medio cielo y tierra
entre mi corazón y tantas sombras,
me basta con entrar en este mundo
de palabras, tan hondas, en el tiempo,
un lugar donde siempre refugiarse.
Para saber más del autor: https://es.wikipedia.org/wiki/V%C3%ADctor_Jim%C3%A9nez_Guerrero