
El próximo miércoles 25 de enero a las 19 horas, en el Taller de poetas, tendremos un encuentro por Meet con la excelente poeta Raquel Lanseros. Quienes estén interesados escribir a: aalveasanchez@gmail.com
RAQUEL LANSEROS.- Poeta y traductora, es una de las voces más premiadas y reconocidas de la actual poesía en español. Cerca de 200 críticos de más de 100 universidades (Harvard, Oxford, Columbia o Princeton, entre ellas) la han elegido la poeta más relevante en lengua española nacida después de 1970.
Autora de los libros Leyendas del promontorio, Diario de un destello, Los ojos de la niebla, Croniria, Las pequeñas espinas son pequeñas, este último uno de los más vendidos en España en 2014, y Matria. Croniria está publicado en inglés en Estados Unidos, mientras que Diario de un destello en francés se ha publicado en Francia bajo el título de Journal d’un scintillement. En Italia ha publicado Fino a che saremo Itaca, libro recopilatorio de muchos de sus poemas. Además, a partir de su obra se han publicado en España las antologías personales La acacia roja, Un sueño dentro de un sueño y A las órdenes del viento. Su obra ha sido reunida en su totalidad en el volumen Esta momentánea eternidad.
Entre los importantes galardones que ha recibido destacan el Premio de la Crítica 2018 y el Premio Andalucía de la Crítica 2018, el Premio Unicaja de Poesía, el Premio Antonio Machado en Baeza, el Premio del Tren o el Premio Jaén de Poesía, así como un accésit del Premio Adonáis.
De su trabajo como traductora destaca su versión rimada de los poemas de amor de Edgar Allan Poe, publicada en España y El Salvador con el título Poemas de amor; su traducción de una selección de poemas de Lewis Carroll, publicada bajo el título de Poemas; y su traducción de Los ojos de Elsa, el libro más reconocido de Louis Aragon y publicado por primera vez en español. Asimismo, ha publicado obra crítica, como Poesía soy yo, una antología de poetas del siglo XX en español, editada y prologada junto a Ana Merino.
Doctora en Didáctica de la Lengua y la Literatura, Máster en Comunicación Social y Licenciada en Filología inglesa, su obra ha sido parcialmente traducida a numerosos idiomas, e incluida en innumerables antologías y publicaciones literarias de todo el mundo, entre las cuales Poesía ante la incertidumbre ha superado la docena de ediciones en diferentes países. Participa en talleres de creación poética, cursos, festivales y encuentros literarios por todo el mundo, a la vez que colabora con prestigiosas revistas literarias y culturales internacionales.
Forma parte permanente del proyecto literario-teatral Hijos de Mary Shelley, que reúne a poetas, novelistas, dramaturgos y músicos. Es la traductora oficial al español para el proyecto europeo Pop Science, auspiciado por la Universidad de Ginebra, el CERN y la Academia Mundial de la Poesía, del que fue seleccionada representante española.
( Información obtenida de su página web: Inicio (raquellanseros.com)
Os dejo algunos poemas suyos:
INVOCACIÓN
Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo.
Huya yo del resabio,
del cinismo, de la imparcialidad de hombros encogidos.
Crea yo siempre en la vida
crea yo siempre
en las mil infinitas posibilidades.
Engáñenme los cantos de sirenas
tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua.
Que nunca se parezca mi epidermis
a la piel de un paquidermo inconmovible,
helado.
Llore yo todavía
por sueños imposibles
por amores prohibidos
por fantasías de niña hechas añicos.
Huya yo del realismo encorsetado.
Consérvense en mis labios las canciones,
muchas y muy ruidosas y con muchos acordes.
Por si vinieran tiempos de silencio.
—
Yago Bazal de deja ver dos horas
La luna nueva late dentro del corazón
de un hombre declarado clandestino.
Es una noche oscura como un crimen.
Yago Bazal avanza monte abajo
entre sombras azules que susurran su historia.
Porque los ideales se volvieron ceniza
hace tiempo que Yago no hace fuego.
Así, va dejando jirones de sus mejores sueños
en las plateadas jaras a su paso.
Lo recuerda muy bien.
Un búho reconoce el rostro tenso
a veces decidido a rebelarse
contra quienes lo excluyen de los seres humanos
aunque otras veces también muestra, de pronto,
el cansancio plomizo y demacrado
de una lucha sin plazo.
Hay pocos camaradas
y mucha escarcha rota.
No es la palabra frío la que agrieta la cara
ni amorata los dedos en las botas deshechas.
Es el frío de verdad.
Es el frío espeso
de esta primera Navidad después de la derrota
pegándosele al cuerpo igual que una serpiente.
En la guerra Yago había odiado las palabras.
Podía notar el pulso
tibio como la tierra
en las letras de sangre.
Sin embargo, ahora sabe
que no son las palabras quienes matan.
Cada letra es un pez en el océano,
un árbol florecido,
pero hay labios que usan las palabras
como se usa una ametralladora.
Fuera se han encendido
las farolas ausentes de la calle.
Mientras, suspira muy despacio.
El frío le acompaña como entonces.
Si cierra bien los ojos fatigados.
Yago se puede ver
trepando el muro de su propia huerta
acallando a sus perros
penetrando furtivo en su mísera casa
de trigo húmedo y ajo.
Aún puede oír el sollozo desvalido
de la mujer que ama
al verlo tan delgado y polvoriento.
Todas las noches Yago vuelve a huir monte arriba
con pocas provisiones y un beso triste quemándole los labios
con los ojos perdidos de los hombres
cuyo futuro ha sido demolido.
Todos nosotros somos ahora y para siempre
las pisadas de Yago contra la piedra helada,
yo soy el pan callado de aquella Nochebuena,
tú eres la luna oscura que le ayuda a esconderse.
Y hoy es mil novecientos treinta y nueve.
De Diario de un destello ( 2006)
Un joven poeta recuerda a su padre
Ahora ya sé que pasé por tu vida
como pasan los ríos debajo de los puentes
indiferentes, turbios, orgullosos
con la trivialidad desdibujada
de las pequeñas cosas que parecen eternas.
Muchas veces lo obvio
se oculta tras un halo de extrañeza
tras la costumbre lenta, indistinguible
del aura fugitiva de las vivencias únicas.
Es difícil saber
que la belleza abrupta del vivir cotidiano
tan desinteresada de sí misma
nacida sin clamor ni pretensiones
es en esencia tan mágica y rotunda
que resulta imposible de imitar a propósito.
Y es aún más difícil
comprender que la fiesta de las cosas sencillas
casi siempre termina
mucho antes que la voluntad del festejado.
Inmóvil vi pasar ante mis ojos
el desfile callado de tu vida
con tus sueños cansados en otoño
tus alegrías de puertas para adentro
y tus desvelos discretamente cálidos.
Creo acertar si digo
que nunca te di nada que no fuese
un préstamo a mí mismo.
Te pedí, sin embargo, tantas cosas.
Hoy, inmóvil de nuevo, asisto inerme
a este desfile amargo de tu ausencia
mientras mi corazón, dividido y atónito,
comienza a descubrir, como el poeta,
que la vida va en serio.
Te recuerdo. Hace frío
y el frío me devuelve
aquella forma tuya tan sutil
de ofrecerme a la vez un corazón errante
la suerte en un casino de Las Vegas
la lluvia indescifrable del desierto
los versos de Machado en un suburbio.
Ahora ya sé que pasé por tu vida
indolente y confiado, sin asombro,
como suelen vivir todos los hombres
que no conocen todavía la pérdida.
—
LA MUJER HERIDA
Solamente si alguna vez amaste
con uñas y con dientes
sin red
sin salvavidas
aciertes a entender el vértigo insondable
que se extiende a los pies del desengaño.
Ella creyó encontrar la fuente del principio
cuando lo conoció, en medio de la tierra,
sin más escudo que su piel de hombre
bruñida por el sol igual que el oro viejo.
Lo amó sin precipicios ni preguntas
tiernamente, en silencio
con esa gratitud voluptuosa
que provoca la lluvia en primavera.
Todo era tan sencillo.
Los versos inflamados de poetas infinitos
parecían seguirla a todas partes
como si el corazón se hubiera convertido
en un fiel animal domesticado.
Porque no existe nada que perdure
una noche aprendió, como tantos lo hicieran
antes y después de ella,
que el amor es un río con cataratas propias
y remansos ajenos
que siempre desemboca en el océano.
Míralo de este modo: la vida te ha enseñado
siguiendo su costumbre de incansable maestra
cómo el alma dibuja
serenas cicatrices sobre viejas heridas.
De Los ojos de la niebla (2008)
—
A LAS ÓRDENES DEL VIENTO
Para todos los que sienten que no están al mando
Me habría gustado ser discípula de Ícaro.
Hubiera sido hermoso festejar
las bodas de Calixto y Melibea.
Me habría gustado ser
un hitita ante la reina Nefertari
el joven Werther en Río de Janeiro
la deslumbrante dama sevillana
por la que Don José rechazó a Carmen.
Yo quisiera haber sido el huerto del poeta
con su verde árbol y su pozo blanco
el inspector fiscal
con el que conversara Maiakovski.
Me habría gustado amarte. Te lo juro.
Sólo que muchas veces la voluntad no basta.
—
BENDITA ALEGRÍA
Te confunden con otras, alegría:
ingenuidad, simpleza,
candidez,
inocencia.
Te subestiman con diminutivos
sucedáneo de la felicidad
eterna hermana pobre de la euforia.
Parecen no acordarse de la helada rutina,
cuando las insistencias se vacían de sangre
y el espanto aprisiona como un despeñadero.
No recojas el guante, te lo ruego,
olvida el desafío que lanza la ignorancia.
No nos dejes perdidos en medio de qué océano,
sin tu luz, alegría,
la de las manos anchas
la que convierte el alma en lugar habitable.
Desatiende el rumor de las trincheras,
la retórica vana de los oportunistas.
Tú eres el destilado de libertad más único,
el orgasmo espontáneo del espíritu.
Bienhallada alegría
la pura de sabor
la complaciente
tú que vives y reinas en el tuétano limpio
ahora y en el albor de toda hora
quédate con nosotros.
—
LOS HECHOS SON OKUPAS
Qué tozudez más seca
tiene esto que llamamos realidad
para entendernos.
Qué terca se revuelve contra el cielo.
La intersección más áspera donde mueren los sueños.
La he echado de mi casa innumerables veces
y siempre reaparece bajo cualquier pretexto.
Os juro, un día de éstos
acabo cometiendo un desvarío.
No volváis nunca más, verdades como puños
no sigáis invadiendo mi morada.
Dejadme disfrutar a solas de mis pérdidas.
De Croniria (2009)
En este vídeo podemos ver a la autora hablando de su poemario «Las pequeñas espinas son pequeñas»:
Y en este enlace la poeta recitando un poema de «Las pequeñas espinas son pequeñas»:
UNA DE DOS
Quién diría que han gestado a todos los seres humanos
del planeta
cuando de la riqueza poseen nada más un arañazo.
Acarician la piel de los ancianos.
Riegan con leche el alma de los niños.
Pintan cuadros que firman sus amantes.
Son una de cada dos personas muertas.
Una de cada dos personas vivas.
Llevan siglos mirando desde lejos las hazañas ajenas
en los escaparates de la Historia.
No es extraño que muchas desafíen las costumbres
las miradas mugrientas
las amenazas con forma de cuchillo
el dolor del estigma.
Un castigo es más soportable que una jaula.
Nada en ellas escapa al escrutinio de otros.
¿Cómo iban a perdonar que el pensamiento
no se pueda extirpar ni adormecer?
Dejemos de una vez los disimulos.
Ya no estamos a tiempo de tener un pasado glorioso.
Pero todo el futuro seguirá agonizando
hasta que no sea suyo lo que les pertenece.
—
MORENA CLARA
Estrella de plata,
la que más reluce,
¿por qué me llevas
por este calvario
llenito de cruces?
Antonio Quintero y Pascual Guillén
Fuiste una anciana de diecisiete años
porque la vida supo salvarse en ti a sí misma.
Demasiado espigada para un tiempo de luto
tú ibas
a caballo
sobre el firmamento.
El animoso monte revienta de colores.
Ya casi es primavera.
¿Quién iba a imaginar que fuera a ser la última?
Desde tu tornavoz, el apuntador dicta: Cuando se marchaba
no intentó mirarla
ni lanzó un quejío
ni le dijo adiós.
Tú sueñas con el sol sobre las tablas
como el brote comienza a bailar con el viento.
Es mayo y es España.
Mil novecientos treinta y seis el año.
Tu juventud escucha los aplausos caer
rescoldos de horizonte y manantial.
Pero ya las estrellas están brotando enfermas.
Han llegado a la era turbios hombres.
Gritan mucho y golpean los pies contra el camino.
Golondrinas sin alas, los niños dicen: ¡guerra!
Guerra, esa flor maligna
que brota solamente de los suelos muertos.
La noche que tendieron duró infinitos años.
Y tú, cieguecita sobre las tinieblas
a pasito lento.
No te dejaron ser
joven
ni actriz
ni libre.
Pero nunca lograron
hacerte maldecir tu limosna de vida
ni desclavarte a Dios del corazón
ni acallar tus susurros de inmortalidad.
Siempre tuviste diecisiete años
porque la vida nunca se resigna
y aun herida, marchita, apaleada
espera su ocasión
espera siempre
poder resucitar
morena
y clara.
—
LA LENGUA NECESITA UNA ESCAPADA
Descansando un momento del ruido
con la mano se aparta el sudor
agotada de utilitarismo
saturada de trivialidad
vuelve a ser el motor primigenio
que toma conciencia.
Le horrorizan los mismos epítetos
las idénticas cartas de amor
sueña con adjetivos exóticos
con orillas de verbos abiertos
alejadas del tedio mimético
y el lugar común.
El lenguaje se mira al espejo
que refleja vigor y belleza
se acaricia el armónico torso
se despoja de ropajes viejos
armoniza al concierto del cosmos
su respiración.
Durante unos instantes es libre
fuerte, joven, poderoso y pleno
sin grilletes de usuarios insulsos
sin el yugo de la menudencia
se sumerge en su lago sonoro
donde es dios del país de la idea
y reencuentra el calor de su amada
por fin, la poesía.
—
DESMONTANDO EL ANTROPONCENTRISMO
Que la naturaleza y usted tienen distintos planes
no es más que una obviedad
y- dicho sea de paso-
no habla a su favor que todavía no se haya dado cuenta.
Ella ve la cadena, usted el eslabón.
No la malinterprete
no es que el humano entendimiento suyo
le sea indiferente. Pero si hay que escoger
ella prefiere
la fuerza
el entusiasmo
el empuje sin desvanecimiento.
Ama los seres vivos dispuestos a luchar
para seguir estándolo.
Si acumula experiencia, sáquele partido.
Si prevé desenlaces, mejore sus posibles.
En cambio, no cometa
la niñería de dar por sentado.
¿No ha comprendido aún quién es el prestatario?
Pero no desfallezca
en tanto siga aquí
respirando
sintiendo
percibiendo
cada segundo es toda una victoria.
De Matria (2018)
Conferencia impartida por Raquel Lanseros en la Fundación March
https://canal.march.es/es/coleccion/raquel-lanseros-nupcias-incendio-con-agua-38832