El viernes 13 de diciembre tuve una lectura en la Biblioteca Pública del pueblo El Saucejo. En el camino tuve un imprevisto ( no me había pasado nunca antes en mis 13 años de carnet de conducir): se encendió el piloto del líquido refrigerante. Ese símbolo no hacía más que palpitar y descubrimos que le faltaba lo que se llama algo así como «refrigerante». Paramos en una gasolinera a la altura de Alcalá de Guadaira , uno de los hombres que trabaja allí amablemente nos asesoró ( cualquier asunto del coche nos parece un fenómeno paranormal, poco más o menos), incluso él mismo le echó el agua refrigerante – que no era el indicado en el librito del coche, que aconsejaba uno de color morado, y este líquido era de un amarillo muy vistoso- , pero nos dijo que no importaba, nos fue de gran ayuda. La segunda persona que nos ayudó en el trayecto fue un vecino anónimo de El Saucejo, que nos llevó en su coche a la biblioteca, y sin pensárselo dos veces, nos vería muy despistados. Conseguimos llegar a las 19 horas o casi, pocos minutos de retraso, un apuro que yo llevaba. El público, como suele ocurrir, muy interesado, atento, amable, participativo y muy interesante.
Juan Román, el bibliotecario y técnico de cultura del pueblo, en el momento de mi presentación
En esta foto leía el poema » Lluvia de colores» , que siempre acompaño con el vídeo realizado con los cuadros de mi amigo poeta Tobías Campos y, por supuesto, siempre lo indico.
Como es costumbre, algunos poemas los acompaño de vídeos con fotos de Diego Jesús Romero Jaime, a quien pertenecen también estas fotos del evento.
Mi agradecimiento a Juan por su cordialidad y hospitalidad, a Carmen por su gran simpatía y compromiso, a Diego y demás asistentes, con quienes compartí poesía y opiniones, por su interés . Después de la lectura, continuamos, y lo pasamos también muy bien con ellos. Gracias