Encuentro con Gonzalo Gragera y su libro «La suma que nos resta»

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El próximo jueves 16 de mayo a las 19.30 horas tenemos como invitado, en nuestro ciclo de encuentros «El poeta y su voz», al joven poeta sevillano Gonzalo Gragera, con quien hablaremos de poesía, y en particular de su poemario «La suma que nos resta» ( Premio de Poesía Joven RNE 2017) . Será en la Casa del Libro, C/ Velázquez n.8, Sevilla. Estáis invitados y nos alegrará compartir versos, reflexiones y vino con vosotros. La libreria nos invita a una copa de manzanilla por gentileza del Grupo de Bodegas de José Estévez.

La suma que nos resta se asienta sobre tres pilares, que casi se corresponden con su tres capítulos:

En su primera parte,  La luz y sus nombres, prima cierto intimismo, en el que lo personal trasciende y abarca al otro. El poeta puede ser cualquier lector, escribe y piensa sobre temas universales partiendo de la memoria y la vivencia particular: el paraíso de la infancia, la juventud, el tránsito al árido mundo adulto, el descubrimiento del amor y de lo que es importante en la vida, sus propios dioses, el paso del tiempo…

Su segundo capítulo, Victoria Station,  nos muestra una interesante mirada crítica al ser contemporáneo y a nuestro modo de vida: los hombres como pétalos y naipes/ recorren los pasillos sin oxígeno/… Es el hombre nacido en nuestro tiempo./ Las siete en la estación. Es hora punta./ Están los hombres, todos, ya, dormidos. Retrata un individuo que se mueve por inercia, sin hacerse preguntas , sin  valores, ni ideas- menos aún utópicas- ni credos ni fe; el ser contemporáneo como un autómata en su inmenso y frío vacío.

El final del libro, La suma que nos resta,  enlaza con el primer poema que abre el poemario,  Consideraciones previas, creando una estructura circular, iniciando y cerrándose el poemario con la reflexión metapoética sobre la poesía y su escritura. Concibe la poesía como descubrimiento o revelación,  capaz de alumbrar ambigüedades o enigmas. Escribir consiste en ofrecer, ofrecerse, dar todo o casi todo: impresiones, pensamientos, vivencias. Escribir es una resta que en los otros puede convertirse en suma. Y ahí se enlaza con el primer poema, en el cual se dirige al lector – como Baudelaire en su poema Al lector- , en el que afirma buscar la precisión, no poder ofrecer salvación ni respuesta alguna; pero sí que el lector se pueda encontrar en sus versos.

En cuanto a la forma, tiene un estilo sobrio, ,  poesía muy depurada , una esencialidad elegante, no falto de sentimiento contenido ni de sutil ironía, preciso en su lenguaje coloquial e imágenes, pero sugerente gracias a las elipsis y los silencios. Verso con ritmo, resalta en su poesía las enumeraciones y paralelismos , que también confieren ritmo al poema. Sin querer ser pedante, respiran en los poemas las referencias culturales, de modo inevitable porque es un gran lector , porque las lecturas nos conforman y porque contrapone una vida de lecturas a una vida más simple, libros de la maleta/ con los que ni tributo ni cotizo.

Como siempre, os dejo algunos poemas para abrir boca.

 

2007

Ni Horario ni Aristóteles.

Ni Leopardi ni Papini.

Ni Chesterton ni Kundera.

Ni Ortega ni Krahe.

Sólo una terraza

y tus diecisiete

para saber de qué se hacía

lo único que aquí importa:

para saber qué es eso

de llevar el mundo en los labios

 

DAMA DE NOCHE

La noche como un peso inabarcable,

inmensa y decidida.

La ausente gravedad

dibuja los contornos

de acequias y parterres.

El mar es un adiós,

una mano distante,

despedida de espumas

y de sales amargas.

Lo observas, lo contemplas,

con la O de tus ojos;

los mares como muros

en donde tu memoria es la pintada

de jóvenes sin ecos.

 

La noche como un peso inagotable.

Y la dama de noche,

aquel olor perenne,

imitando el propósito

de estas horas oscuras:

sin espacio ni tiempo,

las ramas- o los brazos- de la madre

cuyo perfume evoca tus ayeres.

 

MALABARES

A pesar del qué tal todo,

y decir que vas tirando.

 

De los cajeros, el día veinte.

Del comprobante de saldo.

 

De las diputaciones, asesores,

gabinetes, despachos.

 

De estos martes y miércoles

con las eses del sábado.

 

De los saludos esquivos

de vecinos malhumorados.

 

Del que entiende de vinos

y te enseña cómo catarlos.

 

Del IPC, del Euríbor,

del correo certificado.

 

A pesar de todo esto,

reunir valor para intentarlo.

 

Para apostar de trapecista

entre las sílabas del fracaso.

 

 

Todo, o casi, lo has dado.

Sobre la mesa has diseminado

lo poco que te pertenece:

lecturas, impresiones, otoños.

 

Ya de ti mucho no queda.

Eres resta en manos de otros.

Un número , como cualquiera,

que se deshoja en notas y apuntes.

 

Consumido.

¿Entiendes estas cifras decrecientes?

 

Todo, o casi todo, lo has dado.

Resta de ti que en otros, quizá, es suma.

 

Ahora sopla en el título

y apaga la penúltima mecha.

 

Sola se queda

una vela encendida.

 

GONZALO GRAGERA. Sevilla, 1991. Escritor y lector. Autor de dos poemarios: Génesis (Jirones de Azul) y La vida y algo más (La Isla de Siltolá). Ha publicado sus poemas en revistas como Quimera Piedra del Molino, y han sido recogidos en la antología de poesía joven Nacer en otro tiempo (Renacimiento). Actualmente, es colaborador en la cadena COPE, en la revista cultural Zenda y en el periódico digital The Objective. Su libro La suma que nos resta ganó Premio de Poesía Joven de Radio Nacional de España 2017 (Editorial Pre-Textos). Su blog: latrastienda.org

 

 

 

 

 

18 de mayo: Encuentro con Juan Lamillar y su libro «Extraña geografía»

PORTADA EXTRAÑA GEOGRAFÍA

Para culminar el club de lectura de poesía en esta temporada tenemos la suerte de contar con la presencia del poeta y crítico, Juan Lamillar, quien nos hablará de su último poemario publicado, Extraña geografía. Será el 18 de mayo en La Casa del Libro de Sevilla, sito en Calle Velázquez nº 8 , a las 19.30 horas. 

En este libro trata varios temas, pero se enraíza principalmente en el sentir del paso del tiempo, y lo hace con una poesía contenida, serena, reflexiva , a veces melancólica. No obstante, también nos habla del proceso de escritura: memoria de otro ser que ahora se adentra/ en ignoradas lindes;  o de la fotografía, testimonio del tiempo, diferentes formas de atrapar el instante escurridizo, pero ya ahondaremos sobre sus versos el próximo jueves 18 de mayo. Y como viene siendo habitual, dejo aquí algunos poemas del libro:

LA VIDA

Esto es la vida:

empózate en su fango

y rescata, de su lecho revuelto,

esas briznas de oro

que a veces nos concede,

los fragmentos esquivos de la dicha.

Éstos son su aspereza, su tensión,

su misterio. Sumérgete en el agua

purísima del miedo,

en el claro barrizal de los días,

en la alberca tranquila de la infancia,

y no reniegues nunca

del don que no mereces.

 

LA PALABRA ENCENDIDA

Proviene de la niebla tu palabra encendida,

proviene de esos cielos

donde no habita nadie.

¿Qué dios en los jirones de un gris que nos sofoca,

en los restos de nubes

que descienden despacio?

 

De esa bruma nos nace

la luz de la palabra.

 

UNOS GESTOS

En el gesto de coger la bufanda

al terminar la clase

y echarla descuidada sobre el hombro

porque el frío da una tregua hasta la noche…

En el gesto de guardar los apuntes

junto al libro que espera el tiempo libre,

junto a los exámenes del día…

En el gesto de borrar esos nombres oscuros

que has escrito con tiza

desde el olvido y para el olvido…

En la mirada sobre las miradas

apáticas y hostiles que se quedan

acompasando el tedio…

En el gesto de adiós que ni siquiera haces,

perdido en la intención de ser correcto…

En cada uno de los escalones

que bajas despidiéndote

como si no tuvieras que subirlos mañana…

En la charla trivial a la salida

comentando lo que dice el periódico…

Y todo se convierte en un extraño territorio

con sus lindes de ausencias y de adioses.

Vas diciendo «hasta nunca»

mientras subes a un autobús muy lento,

sin número ni nombre ni destino.

retrato de Juan Lamillar

 

ZAZEN

En el no-pensamiento

se cuela fugazmente tu desnudo.

Le digo: «Permanece»

y que venga el satori cuando pueda.

 

EL MOMENTO

El momento de «ahora» ya ha pasado

mientras lees este verso, mientras duele

la luz que se hace quieta y se ensimisma

mientras buscas la pluma y unas frases

que le den más fijeza al tiempo que se escapa,

a este sentir la muerte escondida en lo escrito.

 

UNAS FOTOS ANTIGUAS

Una imagen secreta

sobre el secreto fin de lo que existe.

Mientras más va mostrando,

menos sabemos de lo que aparece

en esta cartulina amarillenta,

en los rostros perdidos,

en esta calle ausente

¿de qué ciudad?, ¿en qué distinta época?

 

Éstos posaron como una forma

de combatir la nada,

de dejar el regalo de sus ojos

a unos ojos futuros.

Esos lo hicieron para conocerse

en el espejo quieto de un instante

y olvidarse más tarde de su alma.

Aquellos cuerpos,  para darse desnudos

y exhibir su temprana juventud,

el hiriente perfil de su belleza

breve.

 

Yo guardo los secretos

en carpetas, carteras, cartapacios,

carcomidos espacios donde fulge,

cuando miro sus límites borrosos,

el apagado fuego que los salva.

 

Sobre el autor: Poeta y crítico literario. Estudió Filología Hispánica . Sus últimos libros de poesía son La hora secreta (Renacimiento,2008), Entretiempo ( Vandalia, 2009), Música de cámara (Libros Canto y Cuento, 2014) y Las formas del regreso ( Prensas Universitarias Zaragoza, 2015). En 1998 publicó en Pre-Textos el poemario Las lecciones del tiempo. Más sobre el autor: https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Lamillar