
Nos pilló el estado de alarma el año pasado, cuando íbamos a presentar este hermoso y enriquecedor poemario- en el que se fusiona filosofía y poesía- de Gregorio Dávila de Tena, que obtuvo el XXII Premio de Poesía «Eladio Cabañero»; pero todo llega, y finalmente podremos bautizarlo el próximo miércoles 19 de mayo a las 19.00 horas en la Biblioteca Pública Infanta Elena. Quienes estén interesados deberán reservar plaza.
GREGORIO DÁVILA DE TENA es licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, especialidad Psicología, por la Universidad de Sevilla, ciudad en la que reside y trabaja como funcionario de la Junta de Andalucía.
Aficionado a la escritura poética, la fotografía, el haiku y la edición creativa. Su escritura brota como condensación de vivencias, miradas y lecturas, un tránsito por el camino del corazón y la belleza, un claro del bosque para la luz o la sombra.
Ha publicado: Alma de renacuajo, Premio de Poesía García de la Huerta 2017; Cuenco de azahar, haikus, Karima, 2018; Hebra de luz, Premio de Poesía Pepa Cantarero 2018, Diputación de Jaén. Ha participado en varias antologías de haiku, siendo la principal Un viejo estanque, Comares, 2013; como editor Clarea el día. Antología de haiku en castellano, Mandala, 2014. Incluido en la Antología Árbol de Alejandra sobre Alejandra Pizarnik, Karima, 2019. Recopilador del libro Luna del alba, CreateSpace (Amazon), 2014. Premio especial Museo Histórico Masamune Date del III Premio Internacional de Haiku por Japón Tsunenaga Hasekura (2016).
A nivel de Internet es editor del blog Grego.es y del foro Paseos.net – taller de iniciación al haiku.
Os dejo uno de sus poemas:
SI COMPRENDES QUE TIENES SUFICIENTE,
ERES AUTÉNTICAMENTE RICO
Amaneciendo,
el rumor de la fuente
junto a mis pasos.
*****
Andar al alba
bajo un azul de trinos,
sólo eso basta.
En este mismo blog publiqué una reseña del libro:

Fue muy entrañable la tarde y yo lo pasé bomba, me encantó acompañar a Gregorio en esta puesta de largo de su brillante poemario. Dejo alguna fotografía para eternizar el momento:

Gregorio Dávila y Ana Alvea


con Francisco del Valle Delegido, editor de Cuarto Centenario