Ahora que ha entrado el otoño vienen a mí estos versos de Keats
III
¿En dónde con sus cantos está la primavera?
No pienses más en ellos sino en tu propio canto.
cuando florece en nubes el día declinante
y tiñe los rastrojos de un matiz sonrosado
cual lastimero coro los mosquitos se quejan
en los sauces del río, alzados lo alto dejan
conforme el leve viento se reaviva o se muere;
hay corderos que balan allá por las colinas,
mientras cantan los grillos, y luego, blandamente,
el pitirrojo silba cerca de alguna huerta
y trinan por el cielo bandos de golondrinas.