NUEVA YORK. MANUEL VILAS

La vida es un fenómeno reciente en el universo,

la vida es la vanguardia, lo único interesante que ha pasado

en ese cielo de rocas heladas (trescientos grados bajo cero)

o rocas ardiendo (trescientos millones de grados) en los últimos

mil millones de años, esclavizadas rocas, condenadas a girar

en ese absurdo monumento, girando para nadie, porque nadie las vio.

Llevo a Walt Whitman en el corazón, en el gigantesco corazón,

dije.

Me está matando de sed.

Dormí con la ventana abierta, y como digo,

todo este poema lo dije en voz alta,

dije: el paraíso y la resurrección, demonio y fortaleza de la

resurrección.

Y no supe decir nada más pero estaba enamorado,

mucho amor, mucho poder en la cabeza, poder, poder, poder.

Las rocas universales girando allá en los cielos, vacías y criminales.

Mucho amor, amor amor, amor. Eh, estoy enamorado, eso es todo.

He sido muy feliz y os lego la vida.

Mañana resucitaré y me daré una vuelta por ahí.

Eh mira, mira ¿qué es esto? La vida. Es la vida.

Manuel Vilas, de Resurrección

Écfrasis II. Romance de Julio Romero de Torres. Sergio Rodríguez

Romance

Pareció todo irreal,
como si fuera un mal sueño.
Empezó a aparecérseles
aquel minotauro negro
cuando estaban a solas
y se estaban desvistiendo.
¿Por qué amedrentaba a las niñas
-hombre del saco con cuernos-?
¿Por qué sonreían las mujeres
al ver sus ojos de fuego?
Los escribas ya dudaron
sobre si hubieron empleo:
retornado el jeroglífico
se integraron con el pueblo.
Decir Dios sólo era un calmo
señalar hasta los cielos.
Hasta el luto comenzó
a hacer juego con el sexo.
La ciudad fue reducida
-casitas, plazas, albero-;
sus habitantes, mozuelas
y embozados con sombrero.
Todo quedó reducido
a muerte, pasión y celos.
Quienes notaron el cambio
prefirieron padecerlo.

Sergio Rodríguez, noviembre de 2012

*Segundo poema realizado por Sergio en el Taller de los poetas