Para empezar puedo decir que ha sido mi última revelación. Su poesía es un suave y delicado murmullo sefardí, lengua materna de la autora, traducida al castellano por Ernesto Kavi y que ha tenido el acierto de publicar la editorial Sexto Piso.
Clarisse nació en Lyon en 1938 y murió en París en 1996. Además de poeta ha sido crítica de arte y reconocida novelista.
tus manos
supieron abrir la noche
mostrándome las estrellas
supieron calentar la nieve
tocando solo las ventanas
supieron
sabrán
abrirme la tierra
arrancando la flor
—–
quemada de ansia
desgarrada de silencio
en medio de mi cara
tomando el camino de los ojos
con ellos yéndose
ya no sé quién me mira
quién me habla
quién va a sanar esta sangre
que un día no sé cuándo
se detuvo alrededor de un abismo
fue vida
y se hizo boca
—–
a la mañana del lugar
caminaron los despiertos
déjame tu voz
dame el color del tiempo
para
cambiar los ojos
para pasar cerca del río
viene el sol
se va un aire de lluvia
cargada
como un velo de recuerdos
agáchate
toma la hierba en tus manos
es el pasado
—-
me colgaré a tus labios
como un canto
si me dejas
como palabra de maldición
me colgaré
a tu hora
cuando se detenga
de espanto
en las calles de mi pasado
donde estarás
caminando
——–
me quedaré callada
dentro de mí
un candil enciende gritos que no sabes oír
me desgarran
la sangre
y me dejan en las manos
tan quietas
esta ceniza quemando
que destruye
mi boca