Siguiendo el refrán más vale tarde que nunca dejo aquí algún testimonio del recital que gustosamente compartí con el poeta venezolano, pero afincado hace mucho tiempo en Sevilla, se puede decir que adoptado con cariño por los sevillanos, David González Lobo. Creo que era Mario Álvarez Porro, también poeta y amigo, quien nos hacía la foto.