Con las vacaciones de navidad me he llevado bastante tiempo sin acudir al blog y este es un poema de María Alegre, estudiante de Humanidades, que deseaba tener aquí, expresa muy bien la nostalgia y la ausencia.
Viernes a mediodía
entre notas a destiempo enredándose
en unos auriculares rotos
con los cables besándose
por las afueras del plástico.
Los días no son más
que una rápida sucesión
de sonrisas ridículas
y expresiones vacías,
delante de mesas manchadas
de café (y memoria).
Las persianas murmuran
contrariadas
y en algún lugar lejano
alguien se insulta
(y se enamora)
obviando las sutilezas.
Enciendo un cigarrillo
y el humo se dispersa
llenando todo el cuarto
de un fuerte olor a tabaco
(del malo)
con alcohol barato.
Las sabanas deshechas
y agua derramada por el suelo,
la habitación desierta
y papeles arrugados
en (el que fue)
tu lado de la cama.
Quizá algún día rompas
tu silencio y mis ventanas.
Palabras y piedras,
ausencia y cristales.